En el contexto de la competencia electoral de 2021, se preveía que el enfrentamiento en Tamaulipas estuviera marcado por una marcada polarización entre el PAN y Morena en casi todos los distritos de jurisdicción federal y local, no así en la mayoría de los 43 municipios, cuyos gobiernos se van a renovar también.
Sin embargo, un tibio resurgimiento del tricolor en algunas zonas, en municipios focalizados, indica que el PRI estará a la altura de sus viejos aliados electorales como el Verde, es decir, con sus candidatos y campañas puede ayudar a decidir el triunfo o la derrota de algún aspirante. Es una posición de poder, porque puede negociar con quien le ofrezca mejores beneficios, aunque ya no es como antes.
Más allá de eso, la pelea se va a centrar en la búsqueda de la mayoría de los votos entre el PAN y Morena. Y mientras el blanquiazul tiene varias fortalezas como la estructura territorial, la inercia del triunfo del año pasado y la buena calificación del gobernador y los Alcaldes de los principales municipios, el partido del Presidente tiene a su favor los recursos de los programas federales, la fuerza del Estado y el discurso de la lucha contra la corrupción, que ha devenido en serpiente que termina mordiéndose la cola.
Los cambios en la legislación electoral propiciaron cambios en los patrones usados por los partidos para hacer campañas. Hasta las principales redes sociales establecieron disposiciones para evitar ataques, difamaciones y acciones que generan un ambiente de inequidad en la competencia, lo que aunado a las condiciones derivadas de la pandemia, harán que las campañas sean diferentes.
Es justo ahí en donde la contienda va a ser una prueba para la creatividad y capacidad de los estrategas, que van a priorizar la lucha en el territorio digital.
En una sociedad red como la que ahora va a definir en buena medida los resultados, la narrativa será parte fundamental de la lucha. Es ahí en donde ya estamos viendo los primeros pasos por parte de Acción Nacional.
El PAN, sabedor que las nuevas reglas de competencia imponen una realidad diferente, va a apostar por el contraste y la diferenciación en los estilos de gobernar de cada partido.
Así, en el transcurso de los siguientes meses podremos ver – como ya se está haciendo-, sutiles campañas en las que grupos ligados a uno y otro partido presentarán a la sociedad, muestras de la forma en que cada uno de ellos gobierna.
Temas como el del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021 que propuso el Presidente López y que está siendo muy duro con Tamaulipas y muchas entidades más, serán bandera que veremos un día sí y otro también desde ahora y durante las campañas. Será, sin duda, la causa que más importante que abanderen los candidatos panistas y hasta del PRI.
El PEF plantea la cancelación de programas y la negación de recursos a Tamaulipas por varios miles de millones de pesos. Adicionalmente, la desaparición de más de 100 fideicomisos que dejará sin dinero a programas de vital importancia para la población, el campo, la investigación y la atención de desastres naturales, abona a la lista de elementos que la oposición va utilizar en su discurso en contra de Morena.
Si el PAN logra tener aliados de facto o formales que sean consistentes en la instalación del framing para llevar a su terreno la contienda por las diputaciones locales y federales, así como las Alcaldías, habrá conseguido sortear los obstáculos de las nuevas reglas de competencia.
Hacer que más allá de su voto duro, la sociedad red acepte su narrativa de que Morena y la auto llamada 4T han planean aprobar un presupuesto alejado de la realidad, insensible y mezquino con las necesidades de los tamaulipecos, será un gran, enorme avance en su búsqueda del triunfo. Centrar la estrategia en el contraste de los estilos de gobernar y en los resultados, va a ser determinante en los resultados.
Y eso ya lo estamos viendo, pues los diputados de Morena, el PES y el PT no están siendo bien evaluados por los ciudadanos, a partir de este asunto.