Diversas mediciones realizadas por varias encuestadoras del país, muestran una clara tendencia de preferencias ciudadanas a favor del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en competencia a veces cerrada, a veces distante del PAN y, en la inmensa mayoría, muy lejos del PRI.Hablamos del apoyo que muchos ciudadanos dan a conocer en las muestras que hacen las encuestadoras, de cara a los comicios federales y locales de 2021, pero que no son definitivas.

Dan una idea de cómo están las cosas, pero con el paso de los meses es de esperar que vayan variando, aunque no necesariamente de manera significativa.Y si en cada estado las cosas son diferentes, en función de lo que pesan los poderes locales, a nivel nacional los partidos tienen sus propias mediciones y análisis de prospectiva respecto a sus posibilidades.

Es innegable que Morena lleva la delantera en las tempranas intenciones de voto manifestadas por quienes fueron consultados.En los estados en los que antes de la primera alternancia dominaba el PRI, ahora el partido hegemónico es el del Presidente López. La explicación es sencilla: muchos militantes y simpatizantes del tricolor y no pocos ex-diputados, ex-Alcaldes y muchos exbeneficiarios, dieron el cambio a Morena, cuando el PRI dejó de ser políticamente rentable.

Pero, hay algo que no debe soslayarse y es que hasta ahora, en las mediciones hechas, la aprobación al desempeño presidencial ha ido a la baja, aunque los niveles aún siguen siendo altos. No obstante, diversos factores que forman varios frentes abiertos por la cabeza de la auto llamada 4T, nos dicen que las cosas no serán fáciles y los hipotéticos triunfos que le dan las encuestas a Morena pueden cambiar en algo.La resistencia de grupos de poder a la actuación del gobierno contrarreformista no ha alcanzado a consolidarse en un bloque definido.

Los frentes de organizaciones civiles, empresariales o de grupos políticos, siguen sin tener una figura que los aglutine claramente en contra de la reacción impulsada desde el gobierno federal.

Los liderazgos empresariales no han cuajado; los escarceos de FRENAA se han desdibujado y son ahora una pantomima de un frente de resistencia de alcance nacional, mientras que en la oposición no terminan de afianzarse las figuras de algunos personajes que ya se perfilan como eventuales interlocutores.No hay hasta ahora un contrapeso representado por una sola figura con alcance nacional.Gobernadores como Francisco García Cabeza de Vaca, Enrique Alfaro, Javier Corral, Silvano Aureoles o Francisco Domínguez, agrupados en la Alianza Federalista, están apenas en camino a formar un bloque sólido, política y económicamente fuerte, que se contraponga a las acciones de la 4T, especialmente las que afectan a los estados.

Es un hecho que conforme pasen los meses, la Alianza va a adquirir mayor peso y sus principales integrantes, más espacios y protagonismo.En ese contexto, el regreso de Ricardo Anaya a la vida política, la posibilidad de que le den su registro al partido de Felipe Calderón y las pugnas internas que tienen a Morena convertido en un ring en el que la lucha no conoce de reglas ni sutilezas, las preferencias que ahora tiene el partido del Presidente López van a tener un descenso importante.

De las preferencias manifestadas hasta ahora, a las posibilidades que tengan de aquí a junio los candidatos de Morena, el PAN o el PRI, va a depender que se cumplan los pronósticos que tiene cada partido.

Si ninguno, especialmente el partido del Presidente, echa las campanas al vuelo y dedica esfuerzos a convertirse en una opción atractiva, en una alternativa de gobierno seria y viable en los siguientes meses, las preferencias de hoy serán solamente meras fotografías momentáneas, ilusorias, frente a las posibilidades reales de triunfo en junio.

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