Empezó el último mes del año y lejos de ser complentamente lleno de alegría, el panorama luce sombrío.
Esta semana, al superar los 3 mil casos de personas fallecidas a causa de complicaciones de Covid-19, las autoridades de Tamaulipas recomendaron a la población evitar salir de casa durante las fiestas decembrinas.
A muchos no les va a gustar para nada esta sugerencia que más bien parece una disposición oficial que debe acatarse, porque si no, va a aumentar todavía más el riesgo de un rebrote.
Tamaulipas ha reportado en las últimas dos semanas un número creciente de casos confirmados de Covid-19, a consecuencia de la irresponsabilidad de muchas personas que siguen sin atender las recomendaciones sanitarias como guardar una sana distancia, usar gel antibacterial, utilizar cubrebocas y especialmente, evitar tener reuniones o acudir a sitios en donde hay aglomeraciones.
Seguramente ustedes conocen a algún vecino, pariente o amigo que argumenta que el Covid no existe, que ya está controlado o que simplemente, quizá ya se contagió y eso lo hace inmune. Pues no, lo único en lo que lo convierte es en un irresponsable que con esa actitud ha provocado que estemos casi igual que cuando empezaron a registrarse los primero casos, como a principios de año.
Hasta ayer, la Secretaría de Salud de Tamaulipas había más de 36 mil 383 casos acumulados en el Estado, de los cuales 31 mil 281 se han recuperado, pero lamentablemente 3 mil 032 tamaulipecos han fallecido.
No es todo: Victoria, la capital, es la ciudad que más casos tiene confirmados, pero las grandes zonas del norte y el sur registran diariamente muchos casos, con una tendencia que va a la alza.
En México, ayer ya llevábamos más de 1 millón 144 mil contagiados, casi 125 mil muertos, tanto confirmados como sospechosos.
Para evitar que lleguemos a una tasa de letalidad tan alta como la nacional, Tamaulipas va a aplicar medidas más drásticas. En el mundo, esa tasa es de 2.31 %, mientras que en México es de 9.45%, lo que nos da una idea de lo grave que sigue siendo el problema y de la deficiente estrategia oficial para hacer frente al mismo de manera eficaz.
Fíjese: Hace varios meses se establecieron restricciones a reuniones públicas y privadas, se limitaron las actividades no esenciales, se instruyó la suspensión escalonada del transporte público y tenemos el programa “Hoy no Circula”, que busca limitar la movilidad urbana en autos particulares.
Cancelación de fiestas, salones de eventos con reducida capacidad, restaurantes sin servicio de bufet y sin alberca, han sido otras medidas adoptadas.
En general, esto ha funcionado relativamente, aunque el impacto económico ha sido severo y si las cosas siguen así no descarten que volvamos al encierro de los primeros meses.
Sin embargo, el problema no es ése, sino la falta de responsabilidad de muchas personas que siguen sin hacer caso de las recomendaciones.
En los supermercados o tiendas departamentales hay protocolos para permitir el ingreso, pero se han ido relajando.
En otros sitios de gran afluencia de personas como los mercados rodantes, muchos de los propios comerciantes no usan cubrebocas o gel y tampoco exigen que la gente guarde la sana distancia. Y no hay autoridad que los haga entrar en razón, pues la Coepris ya ni siquiera realiza operativos de inspección en esos sitios.
Para muchos de ellos, las restricciones fueron temporales y siguen trabajando como si fueran inmunes. O como si tuvieran impunidad para andar por ahí sin acatar las medidas de responsabilidad social para evitar contagios.
Pero lo mismo sucede en cualquier colonia, sea del nivel socioeconómico del que me diga: Las reuniones y fiestas siguen sin freno, sin temor y lo peor, sin consciencia de la irresponsabilidad en que incurren.
Por lo pronto, la Secretaría de Salud ha venido diciendo esta semana que lo más recomendable es quedarse en casa, evitar salir a fiestas o tenerlas en el hogar propio o ajenos.
El crecimiento de casos de Covid es alarmante. Estamos, de hecho, en los inicios de un rebrote que en condiciones como las que regularmente se tiene durante los meses de frío, van a disparar las cifras de casos confirmados y de los sospechosos. Finalmente, si no es Covid será la influenza que para el caso, es igualmente preocupante.
En lo personal, creo que vamos a llegar a tener más restricciones en las siguientes semanas, aunque cuidando de no afectar tanto las actividades económicas.
Si me preguntan, pienso que por los antecedentes que tenemos, los casos van a seguir aumentando y corremos el riesgo de quedarnos no solo sin fiestas navideñas, sino hasta sin salud o hasta sin la vida.
En buena medida, depende de todos evitar esto. Cuidarnos y cuidar a los demás es una responsabilidad compartida. Vale la pena hacerlo.