La aparición pública del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca en una reunión con integrantes de su gabinete, acalla voces y rumores que hablaban de una hipotética salida del estado, ante la situación jurídica que enfrenta.
El propio mandatario posteó en su cuenta de Twitter fotografías e información sobre el encuentro realizado en la residencia oficial, en Ciudad Victoria y a partir de ahí se supo que hay en curso una solicitud de suspensión de la supuesta orden de aprehensión que, además, sería ilegal porque contraviene un fallo de un magistrado de la Corte.
Pero, mientras el embrollo legal parece no serlo, desde la autollamada 4T se insiste en afirmar que en cualquier momento García va a ser detenido. Ellos, los que quieren sacarlo del poder dicen que sí, pero la Constitución dice que no.
Se dicen y contradicen versiones, buscan recovecos legales e intensifica la campaña negra con el propósito de crear incertidumbre y de que eso beneficie a los candidatos y candidatas de Morens en Tamaulipas.
Se entiende, pero no se justifica, porque las más recientes mediciones hechas entre ciudadanos de las principales localidades de la entidad son contundentes: el cálculo de la autollamada 4T para desgastar la imagen del gobernador, de la oposición en general y de sus candidatos, no ha funcionado en la magnitud que pensaban.
Hay lugares como Tampico, en donde la abismal diferencia entre los candidatos del PAN y los de Morena, confirman que el partido del Presidente se quedó corto, sus candidatas y candidatos no levantaron en las preferencias electorales y a casi una semana de terminar sus recorridos, son muy pocos los que pueden tener confianza en un eventual triunfo.
Vamos, por ejemplo en los últimos dos días, Massive Caller y Arias Consultores fueron coincidentes en las estimaciones de preferencias electorales en las principales ciudades de Tamaulipas.
Por ejemplo, en Tampico las mediciones dan una ventaja prácticamente definitiva al PAN, que postula a Chucho Nader, que oscila entre los 25 y los 30 puntos de diferencia sobre la abanderada de la coalición Morena-PT, Olga Sosa.
Aquí, además, ambas encuestadoras ponen muy cerca, casi al parejo a la diputada del PES con licencia y ahora abanderada fe Morena-PT, de la aspirante del PRI, Paloma Guillén Vicente.
En un casi empate técnico, ambas exdiputadas priístas se van a disputar el segundo lugar en esta elección por la Alcaldía porteña, en lo que es el cruce de las preferencias por Guillén-quien han crecido notablemente- y la caída gradual pero consistente de Sosa.
Otro caso parecido es Madero, en donde Adrián Oseguera le lleva una ventaja de 2 a 1 al panista Jaime Turrubiates y en Altamira, en donde Ciro Hernández Arteaga también le saca una diferencia de más de 10 puntos al morenusta Armando Martínez.
Este es el escenario general, con un aparato de la autollamada 4T que sigue embistendo políticamente al gobernador, pero de igual manera con candidatos y candidatas de Morena montados en esa estrategia que parece que no les va a alcanzar en todos los lugares en donde teníamos pensado obtener triunfos.
