Para bien o para mal, Alejandro Rojas Díaz Durán llama la atención cada vez que comenta sobre lo que pasa en Tamaulipas.

A la gente de Morena, a los adversarios visibles y ocultos del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y a quienes quieren cobrarse agravios, Rojas les resulta ideal para golpear, exhibir, machacar en su narrativa de desgaste.

Ayer vi un video que grabó y que posteó en sus redes sociales, en el que se burla de la situación política y jurídica que enfrenta el gobernador Cabeza de Vaca y asegura que su proyecto político para dejar un sucesor -como ocurre en el PRI, el PAN y Morena-, ya “se pudrió”.

El triunfalismo del suplente del senador Monreal llega al grado de anunciar que pronto el gobernador y sus hermanos irán a la cárcel. Lo dice con tanta seguridad como si tuviera información privilegiada del Ministerio Público.

También afirma que en breve andará por Tamaulipas en una gira. ¿A qué viene? A hacer lo que mejor sabe.

Rojas Díaz Durán, a quien se conoce porque ha sido junto con Monreal la única dupla dentro de Morena con más animadversión hacia García Cabeza de Vaca,

Seguramente su intención es trabajar a favor de Morena, seguir desgastando la imagen del gobernador y ayudar a preparar el terreno para ganar en las elecciones de 2022.

Es un sujeto preparado, con larga trayectoria política y experiencia legislativa que le da su paso por 4 partidos: PRI, Centro Democrático, PRD y Morena. Ex colaborador de Manuel Camacho, cuando era regente del Distrito Federal y mano derecha de Carlos Salinas.

De 2018 a la fecha, Rojas ha sido un crítico constante del gobernador de Tamaulipas. Ha presentado ante la Fiscalía General de la República denuncias que han servido para realizar indagatorias que le ha provocado más de un dolor de cabeza, por los problemas jurídico y políticos a Cabeza de Vaca.

También ha sido un tozudo adversario de los últimos 3 responsables nacionales de su partido, al que ha querido dirigir sin éxito.

Es hábil, rudo, listo y de enorme facilidad para soltar frases que provocan, acusan y retan. En términos coloquiales diría que es el prototipo del sujeto rijoso, pendenciero e inconforme con todo y con todos, el que siempre busca camorra y se cree invencible porque no ha encontrado la horma de su zapato. Hasta ahora.

Envalentonado después del pretendido desafuero del gobernador panista y de los triunfos de Morena en Tamaulipas, Alejandro Rojas Díaz Durán parece que viene pronto a Tamaulipas a seguir haciendo lo que mejor sabe: acusar, retar, hablar. Al ser un fiel escudero de Monreal, debe tomarse como un aviso del senador para querer influir en la designación de quien sea el candidato de Morena a la gubernatura.

Alejandro Rojas está enfrentado con el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, a quien acusa de ser el responsable de las derrotas del partido en la capital y en varios estados.

En todo caso, más que a los panistas y al gobernador, quienes parecen resignados a pelear sin mucho éxito, a quien debe preocupar el activismo de Rojas es a varios de los aspirantes de su propio partido.

Por el antecedente de confrontación con Mario Delgado y por su rudeza, Alejandro Rojas Díaz Durán podría ser más incómodo para el diputado Erasmo González Robledo, próximo coordinador de Diputados en la Cámara baja y el verdadero “tapado” de Mario Delgado para la gubernatura de Tamaulipas.

Algo es claro: Rojas sería el mayor obstáculo para que Erasmo se quede con la candidatura, por su cercanía con Mario Delgado, quien le tiene prometida la coordinación de Diputados federales y hacerlo el candidato, si Américo no crece.

Fuera de eso, su fama de rudeza es bien ganada, aunque eso no signifique que siempre tenga la razón. Los que lo conocen como adversario dicen que sí, que es capaz de provocar más que un fuerte dolor de cabeza.

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