Tamaulipas llegó ayer a los 4 mil 757 muertos a consecuencia de complicaciones en su salud por el Covid.

La cifra oficial representa menos del 10% de letalidad en el universo total de personas fallecidas desde que empezó la pandemia.

Se trata de un problema de salud pública preocupante, en el que las autoridades estatales han estado trabajando desde el año pasado, cuando las condiciones se volvieron críticas, especialmente por el incremento desmedido en el número de casos y la falta de apoyo del Gobierno Federal para que Tamaulipas pudiera enfrentar de la mejor manera esta situación.

Hasta ayer, en el estado se habían reportado oficialmente 51 mil 379 casos y los contagios no han parado de crecer, razón por la cual la Secretaría de Salud de Tamaulipas mantiene los criterios para ser considerado un estado en Semáforo Amarillo.

A pesar de ello, las autoridades federales dispusieron hace días que Tamaulipas y otras entidades del país estuvieran en Semáforo Verde, con lo que se permitió la apertura de lugares públicos y establecimientos en donde pueden registrarse aglomeraciones de personas durante la temporada vacacional.

Un problema adicional y muy grave, por cierto, es que el Gobierno federal no ha enviado la cantidad suficiente de vacunas para inmunizar a la población y protegerla de contraer el Covid.

Inclusive, no se ha terminado de vacunar al personal médico y tampoco a los adultos mayores a los que se aplicó la primera dosis del biológico.

Hay municipios como Tampico y Ciudad Madero, por ejemplo, en donde la Secretaría de Salud federal no ha dado fecha para iniciar la vacunación contra el Covid  en adultos mayores y ya ni pensar en el resto de los grupos poblacionales.

El retraso parece atribuirse no a la falta de vacunas, sino a la desorganización y poco interés por cuidar la salud de la población, si nos atenemos a la experiencia obtenida en otras entidades.

México superó desde hace un par de semanas los 200 mil muertos de manera extraoficial, aunque en el propio gobierno hay otros datos y mediciones que indican que la cifra podría ser al menos de 350 mil personas fallecidas.

Debe indignar el hecho de que escudándose en la escasez de vacunas, las autoridades federales mexicanas hayan incumplido su propio compromiso de vacunar a todos los adultos mayores al terminar el mes de marzo. No fue así y aunque los defensores del autollamada 4T quieran buscar cualquier excusa, no pueden justificar la ineficiencia.

En casos como este, en el que la salud de la población sigue en riesgo porque el gobierno no cumplió con su objetivo de vacunar a todos los adultos mayores y terminar la protección del personal médico que labora en instituciones públicas y privadas, no se ha visto alguna reacción, señalamiento, observación o crítica por parte de legisladores de Morena y de los partidos afines al régimen.

El ominoso silencio se convierte en cómplice de la indolencia oficial, a pesar de que con ello se atenta contra lo más sagrado de las personas: su integridad.

Póngale el nombre que quiera, pero hasta ahora ningún diputado, senador o funcionario que se diga orgulloso perteneciente a Morena, el PES y la 4T en Tamaulipas, ha alzado la voz para exigirle a la Federación que cumpla con su responsabilidad y compromiso.

¿A quien se le van a endosar los muertos que llevamos y los que faltan? ¿Acaso en el gobierno del presidente López están esperando que inicien las campañas este domingo, para poder acelerar las acciones de vacunación y recibir así el apoyo y simpatía de la gente para que sus candidatos ganen?

Si así es -a mí me lo han dicho algunos-, se trata de algo mezquino, ruin. Algo como lo que se ha criticado del vergonzante pasado político de muchos de los que ahora están en el gobierno y el Congreso.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí