Desde que se inició el gobierno de la autollamada 4T, muchas son las dudas que han surgido respecto al rumbo que va tomando el país en materia de seguridad.
Estos dos años y medio hemos visto cambios de forma aunque no de fondo en ese tema, pues el gobierno del Presidente López Obrador prefirió cambiar la estrategia que tenía la anterior administración y a su vez la de Calderón, que dieron prioridad al combate al crimen organizado.
En vez de eso, López Obrador hizo que ofreció desde su campaña, es decir, evitó enfrentar a los grupos de poder fáctico que mantienen al país en una situación de crisis por los altos niveles de inseguridad, ya que la base de su política en materia de seguridad ha sido la de brindar abrazos y no balazos a los criminales.
En términos prácticos se entiende como una especie de patente de corso que el gobierno federal ha extendido para que los criminales de todo tipo operen impunemente en el país, pues pueden tener la garantía de que el Estado mexicano renunció a su atribución y responsabilidad de velar por la integridad de los ciudadanos y la de mantener el orden interno.
La autollamada 4T confunde la aplicación inflexible de la ley a grupos criminales y a quienes delinquen, con lo que tramposamente López Obrador y sus aplaudidores han calificado como una guerra del gobierno turno con la sociedad.
Ver que el Presidente da prioridad a cosas banales en lugar de atender las importantes, que se empecina en seguir con prácticas regresivas en lo político, que navega con bandera de demócrata cuando en realidad muestra una faceta autoritaria que es aplaudida por sus seguidores.
La falta de responsabilidad del gobierno federal tiene a México en una situación crítica. Por eso, muchos se preguntan:¿Hacia dónde vamos?
La duda es válida y aparece un día sí y otro también como una insistente pregunta que muchos se hacen tratando de encontrar una respuesta.
La incertidumbre es cosa de todos los días y horas. Lo desconocido genera temor pero lo que se ve, se vive y se sufre en muchos rincones del país, dan la seguridad de que no vamos a un lugar o destino en dónde las cosas estén mejor que antes.
Veamos una pequeña muestra: México sigue siendo un país violento. Corrijo: Violentísimo.
Datos de la firma TResearch en un tracking diario llamado “La Guerra en Números”, hace un recuento diario de los homicidios dolosos en el país, hasta el martes se habían contabilizado oficialmente 81 mil 484 muertes violentas en México.
Desde que empezaron a medirse las muertes reportadas oficialmente, la firma de estadística contabilizado esas más de 81 mil personas asesinadas en este gobierno, a razón de más de 34 mil cada año.
En lo que va de este año, ya van más de 9 mil 500 homicidios dolosos, señal de que las cosas no van bien para los ciudadanos y así seguirán mientras la autollamada 4T siga tolerando y alentando el empoderamiento de los criminales que son responsables de la violencia.
DESECHA EL TRIBUNAL ELECTORAL SANCION A CIRO
Ayer por la tarde, el Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam) resolvió desechar un recurso presentado por Morena en contra de Ciro Hernández Arteaga, candidato del PAN a la Alcaldía de Altamira.
De esta manera, desechó aplicar una multa que había planteado el IETAM por 44 mil 810 pesos.
El Tribunal resolvió desechar la intención de multa del Instituto Electoral de Tamaulipas a Ciro, por presuntos actos anticipados de campaña.
La decisión de fallar contra esa multa del Instituto Electoral de Tamaulipas se tomó de manera unánime.
La autoridad determinó que no existieron actos anticipados de campaña, por lo que no aplicará la sanción y se revoca la penalidad, existiendo los siguientes agravios en contra de Ciro Hernández: Violación de Derechos Político Electorales, violación de Derechos de Libertad de Expresión y Limitantes de Precampaña infundadas.
El asunto se derivó de una denuncia promovida por Ángel Vázquez Ibarra, candidato suplente a regidor en la planilla de Morena en Altamira, el cual, con este fallo, se declaró improcedente.
