El ConsejoCoordinador Empresarial (CCE) dio a conocer ayer que las cosas no van tan bien en lo relacionado con las inversiones privadas que se esperaban para México este año.

Un documento del organismo cúpula empresarial en el país establece que las contrarreformas impulsadas por el Presidente López Obrador y aprobadas en el Congreso por Morena y sus partidos aliados como son el Verde, PES y PT, inhiben la inversión privada en el sector energético.

Un ejemplo de esto son las modificaciones hechas a la Ley de Hidrocarburos y que regresa nuevamente el papel monopólico a Pemex.

También la Ley de la Industria Eléctrica que provoca más dudas y problemas a los consumidores de cualquier eventual beneficio que pudiera haber.

Inclusive los empresarios advirtieron otra vez sobre los graves daños económicos, sociales y ecológicos de estas reformas que no contribuyen en mucho a mejorar las condiciones del país en materia de productividad y cuidado del medio ambiente.

El caso que más alarma al sector privado es el de la contrarreforma en la industria eléctrica y de hidrocarburos, que provocó que desde ahora se perdiera la posibilidad de crear unos 200 mil empleos, previstos para ser generados por los proyectos inversión privada en este rubro.

No es algo que deba tomarse a la ligera Pues el problema es grave y muy preocupante si no se toman las medidas necesarias para atenuar el impacto.

También es muy preocupante lo que los empresarios han advertido acerca de la inconstitucionalidad de estas reformas aprobadas por el partido de Presidente López, porque atentan contra la propiedad privada y provocan incertidumbre jurídica a las inversiones que son tan necesarias para poder generar empleos y bienestar para los ciudadanos.

Claro que no todos ven este daño, pues muchos mexicanos están alineados con el discurso que maneja el nuevo régimen para tratar de justificar sus acciones consideradas por gran parte de la sociedad como ocurrencias y disparates.

Y no se trata de estar a favor de una posición ideológica o de otra, sino de simple sentido común, de racionalidad que dé calidad a una actitud crítica, constructiva y con afán de aportar para corregir lo que se está haciendo mal.

Esto no es un asunto de buenos contra malos, de ricos contra pobres o de empresarios contra trabajadores. Es algo muchísimo más importante porque está en juego la viabilidad del país.

LOS VERDES, EN LAS CALLES

Quienes es el primer día de campaña andan en las calles recorriendo el territorio en colonias de Tampico, Ciudad Madero y Altamira son los candidatos y candidatas del Partido Verde.

Gema Acosta Cuevas y Mishel Dorato, aspirantes a las alcaldías de Tampico y Ciudad Madero respectivamente, han hecho equipo con los candidatos y candidatas a las diputaciones locales y federales en los distritos que corresponden a la zona sur.

El trabajo territorial tiene que ser intenso para que los y las aspirantes se ganen la confianza de los ciudadanos, sobre todo porque la marca partido perdió buena imagen y no tiene precisamente el mejor prestigio, después de que en los últimos años fuera manejado por un grupo que se adueñó del instituto político y se beneficio de sus acuerdos con exgobernadores como Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores.

Por eso, aunque las y los candidatas y candidatos del Partido Verde sean personas conocidas en amplios círculos, tengan una trayectoria de trabajo y sean honestos, el problema es la imagen del partido como socio y colaborador de gobiernos priístas o de Morena, porque batallan para que la gente los vea como una opción competitiva y especialmente,  independientemente.

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