Ayer, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca anticipó cerca del mediodía que haría cambios en la estructura del gobierno, sin precisar las áreas en las que se tendrán relevos pero que buscan hacer más eficiente su funcionamiento.
Apenas habían transcurrido unas tres horas cuando se dio a conocer el primer movimiento: en la Oficina del Gobernador quedó a cargo de René Medellín Blanco, un funcionario de la Secretaría de Finanzas a quien se relaciona con Arturo Soto Alemán, excandidato a la Alcaldía de Victoria.
Medellín entra en lugar de David Cerda Zúñiga, a quien se enviará como propuesta para ocupar un lugar en el Supremo Tribunal de Justicia. Cerda se unirá a un cuarteto de exfuncionarios estatales del primer círculo, que en los últimos 5 meses han sido aprobados por el Congreso como nuevos magistrados.
Al entrar en el tramo final de la administración estatal y en un contexto que se anticipa ríspido, se entiende que el gobernador quiera hacer cambios que le ayuden en su objetivo de garantizar una continuidad de su proyecto, para lo cual deberá crear las condiciones para que el candidato de su partido gane.
Para ello, el trabajo a realizar requerirá de un enorme esfuerzo para cambiar la percepción que tienen de él muchos ciudadanos, a raíz del embate jurídico y político que recibe desde la autollamada 4T y posteriormente, dentro del marco legal, hacer lo necesario para que la gente siga confiando en los azules.
Desde hace días se han filtrado algunos nombres y áreas en las que habría movimientos dentro de la estructura gubernamental y todo indica que los cambios se deben a la preparación del terreno para que el candidato del PAN a la gubernatura encuentre una estructura afín. El detalle es que primero debe convencerse a la militancia y luego a la ciudadanía sobre la conveniencia de designar a un abanderado competitivo, con buena imagen.
A esos ajustes que continuaron ayer hay que añadirle los que se hicieron hace unas semanas en el sur, en donde el gobernador reincorporó a la nómina a personajes que habían salido de la administración hace tiempo y hasta a quienes le han jugado las contras.
En fin que como se ve, hacer ajustes en el gabinete sea en puestos de primer nivel o de segundo, es una señal de que García Cabeza de Vaca va a apurar las acciones que necesita para tratar de contener el avance de Morena hacia el gobierno estatal, algo que hasta ahora parece muy probable de acuerdo con varias encuestas.
SE VAN PEÑA Y ROSA; VERÁSTEGUI NO
Una de las versiones que ayer se difundieron indicaba que el secretario general de gobierno, César Verástegui Ostos dejaría la dependencia para dedicarse al ciento por ciento a la búsqueda de la nominación panista al gobierno estatal, pero resultó falsa.
Fue un disparo al aire para ver quién se asustaba y quién festinaba su aparente salida, porque todo indica que el funcionario se mantendrá ahí hasta que sea prudente y porque se mantiene atento a su encargo actual.
En cambio, quienes sí dejaron sus cargos como diputados locales son Rosa González Azcárraga y Gerardo Peña Flores, quienes el domingo asumirán sus nuevas responsabilidades como diputados federales.
Rosa es una de las 3 ganadoras panistas por mayoría en la elección federal de junio y Gerardo llega a la Cámara por su posición en la lista plurinominal, pero independientemente de eso van a buscar que mediante su participación se beneficie a Tamaulipas con recursos para proyectos de infraestructura contemplados en el presupuesto de egresos 2022.
RAMIRO RAMOS, SUS LIBROS Y ASPIRACIONES
Desde que era líder del Congreso en tiempos de Egidio Torre Cantú y hubo quien le dijo que podría ser candidato a gobernador, Ramiro Ramos Salinas se dedicó a trabajar para hacerse una imagen de político fresco, con ideas modernas y sensible a las necesidades de la gente.
No significa que no lo fuera o no lo sea, pero el hecho de haber formado parte de una Legislatura que prácticamente no le cuestionó a Egidio ni una sola de sus decisiones le restó muchos puntos. Por esos años, Ramiro decidió que para entrar en ciertos círculos tenía que escribir un libro sobre asuntos relacionados con la política y el servicio público.
Ahora, en los meses previos a que se defina si el PRI va en alianza con el PAN o participa solo, Ramiro Ramos vendrá a la zona este fin de semana a presentar otro libro y a hablar de sus aspiraciones legítimas de ser el candidato a gobernador.
Ramos Salinas eligió un restaurante ubicado en las escolleras de Playa Miramar para el lanzamiento de su obra y tiene como promotores no a los directivos del PRI, sino a algunos militantes que lo ven con agrado como el aspirante que necesitan.
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