Como estaba previsto, ayer tomaron protesta los nuevos diputados federales de Tamaulipas, quienes se integran formalmente a partir del próximo miércoles a la LXV legislatura.
Entre los que ganaron la elección de mayoría y los de representación proporcional, el PAN tendrá 5 y Morena 6 diputados, quienes a partir del miércoles tendrán la responsabilidad de revisar, adicionar, mejorar o derogar leyes que tengan un impacto en la calidad de vida de la gente.
Políticamente, la nueva Legislatura tendrá la responsabilidad de ser, para el Presidente López Obrador, un apoyo importante para validar las decisiones que se tomen en el Ejecutivo y que se quieran traducir en modificaciones legales a diversos ordenamientos.
La mayoría lograda con sus propios diputados y sus aliados, ayudará a que la autollamada 4T afiance su predominancia como primera fuerza política del país y por supuesto, a buscar acelerar los cambios impulsado por López Obrador en diversos campos.
En el otro lado de la moneda, los próximos diputados federales también serán un primer freno a cualquier intento de cambio brusco en materia constitucional que quiera imponerse desde el Ejecutivo.
En la Cámara baja, la alianza “Va por México” que formaron PRI, PAN y PRD decidió actuar como un solo bloque y eso anticipa intensos debates -que ojalá sean de altura y propuestas-, para buscar acuerdos.
En ese tenor, los diputados federales tamaulipecos que ayer rindieron protesta se mostraron dispuestos a discutir, argumentar y acordar con sus pares del bloque oficialista.
De ellos, Rosa González Azcárraga, Gerardo Peña Flores y Oscar Almaraz se apuntaron rápidamente para buscar integrarse a comisiones estratégicas que tienen que ver con los rubros del presupuesto, desarrollo social, turismo, seguridad, agua y equidad de género, áreas en las que han acumulado experiencia.
Ellos han dejado claro que la prioridad será trabajar en conjunto teniendo en mente el beneficio de los tamaulipecos, revisando leyes y tratando de encontrar puntos de equilibrio entre los intereses de los diputados oficialistas y los de oposición en temas como el presupuestario.
En la Legislatura que está por terminar, a Tamaulipas no le fue tan bien en materia presupuestales, pues por ejemplo el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de este año castigó al estado en términos reales, con una disminución importante en la cantidad de dinero asignada.
Desde que se conocieron los montos asignados en el PEF a Tamaulipas, representantes de sectores sociales y productivos, diputados locales y el propio gobernador Francisco García Cabeza de Vaca se quejaron del mal trato que en materia financiera ha sufrido el estado. Y eso que el Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública era el maderense Erasmo González Robledo, quien por cierto fue relecto en junio pasado.
Los diputados federales tamaulipecos, entre quienes destacan Rosa González, Gerardo Peña y Oscar Almaraz -los de oposición-, van a poner como su principal prioridad la negociación buscando conseguir más recursos para el estado, algo que los legisladores salientes no pudieron o no quisieron lograr. O ambas cosas.
También van a negociar en instancias federales que la autollamada 4T asuma con un enfoque institucional su relación con Tamaulipas, recibiendo, analizando y aprobando proyectos de obras de infraestructura hidráulica, carretera y urbana, así como de programas de apoyo al campo, a la generación de energías limpias, además de atención a grupos vulnerables en las áreas de salud, educación alimentación y seguridad.
Así es que sin lugar a dudas veremos mucha actividad de los diputados federales de oposición que representan a Tamaulipas, algo que puede ayudar en sus esfuerzos por lograr equidad financiera al gobierno de Cabeza de Vaca, pero principalmente que se refleja en más recursos y acciones en beneficio de los tamaulipecos en general.
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