Hace días primero fueron la diputada local Magaly Deándar y casi enseguida el exAlcalde priísta Oscar Luebbert -ambos de Reynosa-, quienes hicieron un pronunciamiento apenas perceptible, pero fue hasta ayer cuando se notó que se trata de una acción concertada para empujar una “cargada” en favor del delegado de programas federales en la entidad, Rodolfo González Valderrama.

El expriísta y ahora también exaspirante a la candidatura de Morena al gobierno estatal, Alejandro Rojas Díaz Durán, anunció que declinaba a sus aspiraciones y se sumaba a González Valderrama, algo que en estricto sentido significa que se baja de la carrera y se adhiere al proyecto del funcionario federal.

Al margen de lo que representa en términos prácticos esta acción, el movimiento debe verse más allá de lo mediático, pues hay que saber que tanto Rojas Díaz Durán como González Valderrama forman parte del mismo grupo político que tiene como guía al senador Ricardo Monreal Ávila. Es decir, ante el hecho de que Rojas ni remotamente tendría una oportunidad de conseguir la candidatura de Morena al gobierno estatal, Monreal decidió sacar de la jugada a quien le ha hecho el trabajo sucio y empujar a Rodolfo, a ver si logra alcanzar al senador Américo Villarreal, quien desde hace meses camina tranquilamente en la delantera de la competencia morenista.

En honor a la verdad, las posiilidades de Rojas Díaz Durán eran nulas, pues para empezar ni siquiera es tamaulipeco y mucho menos reúne los requisitos que la ley establece para registrarse como candidato, como lo reconoció varias veces. De entrada, buscaba burlar la legislación para pretender ser candidato y eso pocos lo vieron cuando alentaban sus recorridos por el estado.

Vale recordar, además, que lo de las supuestas aspiraciones del suplente de Monreal fueron más el pretexto para tener exposición pública para darle vuelo a sus acusaciones contra el gobernador Cabeza de Vaca, pues fue el principal impulsor de todas las denuncias que se hicieron en su contra. Denuncias que por cierto, Rojas admitió haber hecho sin las correspondientes pruebas, por lo que enfrenta un proceso judicial en Tamaulipas.

Pero bueno, el asunto es que Rojas Díaz Duran fue utilizado por la autollamada 4T para golpear política y mediáticamente al gobernador panista. Una vez cumplido el objetivo, la jugada de Monreal parece inteligente, al sacarlo del tablero y armarle una minicargada a González Valderrama, quien también forma parte de su grupo político.

Los promotores de Rodolfo han empezado a surgir tímidamente en el estado, bajo la idea de que “es el bueno”, de que “es amigo íntimo del Presidente” y de que “está creciendo”, validando así los argumentos de quienes sostienen que estamos ante una reedición de las viejas prácticas del PRI, cuando el jefe máximo del partido en el gobierno decidía las candidaturas. Es decir, de antemano le imponen al funcionario federal el estigma de ser beneficiario de un “dedazo”, como sucedía antes. Claro, esto en caso de que sea el designado, porque para la definición todavía falta.

El asunto es que todo se reduce a un par de movimientos impulsados por Monreal: Pedirle a expriístas que hagan tibios pronunciamientos a favor de Rodolfo y ante la nula respuesta de la mayoría de los militantes que prefieren esperar la encuesta de la dirigencia nacional, manda a su suplente Alejandro Rojas a decir que declina en favor de Rodolfo.

Me parece que el senador Monreal no está midiendo bien el pulso político de Tamaulipas, a juzgar por varias cosas que no ve: Ni Rojas Díaz Durán era un aspirante que despertara interés entre los ciudadanos, ni era bien visto por los propios morenistas y muchos menos, su apoyo representa un beneficio para quien lo reciba, sino por el contrario. Dicho en términos coloquiales, pareciera que Rodolfo recibió el beso del diablo.

Quienes viven en Tamaulipas y han visto cómo va evolucionando el escenario político, entienden que la jugada de Monreal para armarle una mini cargada a González Valderrama es un acto de desesperación, en vista de que el líder de los senadores morenistas mantiene una relación tirante con el Presidente, quien a final de cuentas es quien decide todo en el partido, en el gobierno y en las candidaturas. Pareciera que Monreal piensa en ganarle al Presidente en Tamaulipas o quiere forzar las cosas para negociar la candidatura para uno de sus incondicionales.

A ver si en una de esas, al senador Monreal no se le revierte su jueguito y en vez de fortalecer la figura del delegado de programas federales, lo convierte en objeto de rechazo entre quienes dentro de Morena no quieren la intromisión de personajes como Monreal que solo han provocado conflictos en vez de construir un proyecto de unidad para el triunfo.

MARKO, EL PAN Y TAMAULIPAS

Ayer en diversos medios informativos trascendió la filtración de un audio en el que el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza dice a integrantes del Consejo Nacional panista que de las 6 gubernaturas que se disputarán el próximo año, solamente tienen muy segura la de Aguascalientes.

De inmediato llegaron las reacciones tanto dentro del mismo panismo como de Morena y de distintos sectores sociales y de medios alineados con la autollamada 4T, quienes vieron esto como una aceptación anticipada de eventuales derrotas en los comicios.

Francisco Domínguez, exgobernador de Querétaro, propuso una “diálisis” interna, entendiendo esto como una depuración de dirigentes para tratar de darle vida al partido. Es sabido que en un momento dado Domínguez quiso ser candidato a presidir el partido, pero se topó con que Marko alzó la mano para buscar la reelección, cosa que logró recientemente. Eso explica la postura, pero no le resta razón a lo planteado por quien es considerado uno de los personajes mejor vistos dentro del panismo nacional.

La otra reacción vino de diversos sectores identificados, alineados y amarradísimos con Morena, desde donde se festina la filtración del audio y la confesión como si se tratara de la admisión irremisible de la derrota. Nada más alejado de la realidad, pues aunque hay estados como Tamaulipas en donde la competencia pone hasta ahora a Morena arriba en las preferencias electorales, no parece que el actual grupo en el poder quiera soltarlo así como así, sobre todo sabiendo que si eso ocurre, el panorama será negro para los que se vayan, si llega la autollamada 4T al gobierno. Ya veremos.

abarloventotam@gmail.com

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