El acuerdo logrado por los diputados de Morena en el Congreso local con los dos priístas y uno de Movimiento Ciudadano para modificar un reglamento interno e impedir que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) sea compartida con el PAN, le permitió al partido del Presidente López Obrador hacer algo que está bien para su narrativa que alude al presunto combate a la corrupción y la ilegalidad, pero que deja desnuda su verdadera intención.

Reafirmar el carácter hegemónico de un partido en uno de los tres poderes no es saludable desde el punto de vista democrático, sobre todo si los representantes del partido que está promoviendo eso se auodefine así. Lo ideal sería un equilibrio, aún y cuando tanto el Ejecutivo como el Legislativo sean dominados por personajes de una misma procedencia partidista o ideológica. Ya sé, suena un tanto irreal, pero es lo deseable.

En ese sentido, no me sorprende el hecho de que la mayoría morenista haya actuado con habilidad para atraerse los tres votos que le faltaban -Edgar Melhem y Alejandra Cárdenas, del PRI, así como Gustavo Cárdenas de Movimiento Ciudadano-, para conseguir su objetivo de quedarse los tres años de la Legislatura con la presidencia de la Junta. Aquí hay que reconocerle su atinada operación política a Armando Zertuche Zuani, el coordinador de los diputados morenistas.

Y digo que no me sorprende porque era una reacción natural que se esperaba a lo que le hizo el PAN a Morena, cuando el primer día de trabajos en el Congreso hizo que dos de sus diputadas renunciaran a esa bancada y se sumaran a la blanquiazul, en un avance de los esfuerzos por hacer más corta la diferencia.

Tampoco es extraño que tanto Melhem como los dos Cárdenas se hayan sumado con su voto al bloque morenista, porque es bien sabido que el primero tiene diferencias irreconciliables con el PAN-Gobierno, lo que justifica su postura reacia a los acuerdos con ellos, mientras que los otros dos personajes, supongo que actuaron en función de otros intereses.

En fin que, como sea, el hecho consumado es que Morena no compartirá para nada la presidencia de la Jucopo con el PAN, que viene siendo la primera minoría o segunda mayoría si así se le quiere ver. El PRI, el PT y MC ni en sueños podrían aspirar, porque nadie tiene no formalmente una bancada para aspirar a ello, de acuerdo con la ley.

Si hubiese prevalecido la buena voluntad entre las dos principales fuerzas políticas y un ánimo de coexistencia alejado de la influencia ideológica o dogmática, seguramente los azules y guindas podrían haber compartido año y medio cada uno, la presidencia de la Junta. Pero como está visto, los del partido del Presidente López Obrador prefirieron hacer uso de eso que el PAN utilizó en los últimos cinco años y antes, muchos años atrás, el PRI había hecho una tradición: el mayoriteo.

Que Edgar Melhem y los dos Cárdenas le hayan dado su voto a Morena en el Congreso para dejar fuera de la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso al PAN, deja muy clara la posición que los tres diputados minoritarios van a tener en los siguientes tres años. Ya había comentado en este espacio hace unas semanas que se perfilaba de facto una alianza PRI-Morena y lo estamos confirmando en el Legislativo.

Me da la impresión de que el desencuentro que Melhem, en tanto dirigente estatal del PRI, tiene desde hace tiempo con el Gobierno estatal y con el PAN, lo ha llevado a un punto de no retorno en la confrontación y aunque su margen de maniobra es reducido porque parece que ya perdió la batalla por impedir que haya una coalición PRI-PAN en 2022, lo que le queda es esto: sumarse a Morena, entregarle su voto y hacer lo necesario para cobrar una vieja factura política que le deben. Aún si consideramos que tiene un derecho legítimo a responder a los agravios que le hayan hecho, con su unión al bloque morenista en esa votación ha obtenido una victoria pírrica.

Total, siendo brutalmente honestos se tiene que reconocer que esencialmente Morena comparte con el PRI -y con sus diputados-, mucho de su ADN político y en función de eso, el comportamiento que hemos visto en estos días nos confirma que pueden parecer ramas ideológicamente diferentes, pero provienen de un mismo tronco.

En ese contexto, el mayoriteo ejercido por Morena en el Congreso, con el apoyo del PRI y MC es simplemente un acto que nos remite irremediablemente a una práctica del pasado. Imponiendo una decisión por la fuerza de los números -como los hacían el PRI y el PAN-, los de Morena ahora nos tienen mirando hacia atrás, a tiempos que no dejaron muchas cosas buenas a Tamaulipas y al país. Pero bueno, a final de cuentas la enseñanza que nos queda es que ahora, como se dice coloquialmente, al blanquiazul le dieron una probada de su propio chocolate.

LOS OTROS DATOS DE LAS ENCUESTAS

Massive Caller difundió ayer una nueva encuesta sobre preferencias electorales en Tamaulipas, de cara al proceso electoral del próximo año. La medición concuerda con la tendencia que desde hace unos meses ha venido marcando la empresa, que no considera a personajes como Felipe Garza Narváez, Erasmo González, ni antes a Alejandro Rojas, como aspirantes a la nominación morenista, a pesar de que su activismo es mayor que el de Mario López, por ejemplo.

Además, la empresa sigue colocando dentro de los medibles de Morena a la exAlcaldesa panista de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, mientras que entre los aspirantes del PAN sigue contemplando a Ismael Garcia Cabeza de Vaca y en el PRI no toma en cuenta a Ramiro Ramos Salinas, lo cual obviamente nos presenta escenarios que quienes conocen Tamaulipas saben que están distantes de la realidad.

Los otros datos de Massive Caller son, sin embargo, coincidentes con las mediciones que han hecho otras casas encuestadoras en cuanto a la ventaja en las preferencias que hasta ahora tiene Morena sobre el PAN. La diferencia estriba en el porcentaje que cada empresa da a esa ventaja en la competencia electoral.

A pesar de lo que para algunos puedan ser inconsistencias en la elaboración de escenarios y personajes, son hechos indiscutibles la tendencia a favor de Morena -hasta ahora- y la preponderancia del senador Américo Villarreal como puntero en la carrera del partido. En todas las mediciones conocidas hasta el momento, Villarreal es el favorito tanto interno como en careos con los aspirantes de otros partidos.

DICE “JR” QUE SÍ QUIERE

José Ramón Gómez Leal, exdelegado de Programas Federales para el Bienestar y hoy convertido en cabeza del proyecto llamado “Defensa de la 4T”, confirmó ayer mediante un comunicado difundido por su equipo de colaboradores, que sí quiere ser candidato de Morena al gobierno estatal, que va a esperar la convocatoria correspondiente y se va a inscribir en el proceso de encuesta. Parece que el fuego amigo de hace un par de semanas no lo ha desanimado de seguir sus planes.

abarloventotam@gmail.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí