En Tamaulipas, Morena debe entender que necesitan más que unas palabras expresadas tibiamente por su delegado especial Lucio Ernesto Palacios, para asegurarse de no perder la ventaja que le dan varias encuestas.

Palacios, quien prácticamente se escondió cuando estalló el escándalo Carmona y los vínculos con personajes morenistas como el diputado Erasmo González Robledo con el presunto financiamiento a candidatas y candidatos de Morena, ayer salió a decir lo que muchos sabíamos pero que él ni otros dirigentes del partido se habían atrevido a recordar: Américo Villarreal Anaya es el único precandidato de Morena en Tamaulipas.

Ayer, Palacios salió a dar la cara en un momento crucial, cuando la agitación interna está provocando riesgos de fracturas mayores, cuando las fisuras pueden profundizarse si no se atiende el problema a tiempo. Directamente, el delegado reiteró que el total respaldo del partido está con Américo, en quien confían para obtener el triunfo en junio.

El senador con licencia goza de las simpatías de altos personajes de la autollamada Cuatroté, pero también pudo conseguir la candidatura por la suma de todas las ventajas que le dieron los diversos sondeos efectuados entre la población. Eso es evidente.

Aunque era claro que la decisión de otorgarle la nominación trae el visto bueno de los más altos niveles del régimen, hubo y hay todavía quienes se han resistido a aceptar lo evidente e incuestionable, como Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente del senador Ricardo Monreal y otros no pocos simpatizantes de los demás ex aspirantes.

Pese a que desde antes de la designación hubo golpeteos hacia Américo y de que el escándalo de los hermanos Carmona, Erasmo y otros prominentes miembros de Morena afectaron la imagen del partido, ni Mario Delgado ni Lucio Ernesto Palacios salieron a dar la cara, con valor y determinación para parar las especulaciones. Eso, a la larga tiene costos.

Palacios dejó correr las versiones y rumores que dañaron al partido y a su proyecto de traer la 4T al estado. Conocida su cercanía y estrecha relación con Erasmo, se entiende que no haya querido profundizar en el tema para quitarle presión, pero con la evasión lo que logró fue aumentar las dudas sobre Erasmo, sobre él mismo y sobre numerosas candidatas y candidatos, ganadores y perdedores, que presuntamente recibieron financiamiento ilegal de los mencionados empresarios.

En Morena se empieza a notar la mano de Américo, ayer lo comentaba. Se han hecho cambios en el equipo cercano y se afina la estrategia que deberá alinearse con la de las otras 5 gubernaturas en disputa. Uno de los movimientos alentados por peticiones del precandidato es el relevo en la Oficina de Programas Sociales del Bienestar, en donde saldrá Rodolfo González Valderrama y entrará Luis Lauro Reyes, Alcalde de un municipio que tiene una población equivalente a dos colonias de Tampico, pero ese es un tema que merece tiempo y espacio aparte.

El caso es que a final de cuentas algo se esta haciendo en el partido a nivel estatal. Si se trabaja en colaboración, si se suman esfuerzos, puede avanzarse en el combate a la imagen negativa qué tiene la gente de numerosos personajes del partido, por los vínculos entre los hermanos Carmona, Erasmo y muchos otros morenistas. Si no, en la campaña va a pesarles.

Semanas atrás comenté que Américo necesitaría de figuras que le ayudaran con firmeza, con inteligencia y con decisión para tener control de las estructuras, manejo del territorio y facilidad para tender puentes en donde se necesite. Y decía que Palacios no me parecía la persona adecuada, a juzgar por su actitud en los momentos difíciles del escándalo. Sigo pensando lo mismo, al ver que el delegado sale tardíamente a decir lo que todos sabemos.

En el partido que lleva la ventaja en las preferencias se necesita más que un representante que salga cuando le manden hacerlo, pues se requiere de alguien que tenga iniciativa y, de nuevo, inteligencia para saber tomar el control.

Eso incluye aclarar satisfactoriamente los alcances y el papel de los implicados en el llamado “Carmonazo” y como parte de eso, separar del candidato a Erasmo y su grupo de protegidos y protegidas antes de que causen más daño. Se necesita más que una foto y una visita presidencial para afianzar la percepción de triunfo. Vamos a ver si lo logran.

abarloventotam@gmail.com

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