La ceremonia en la que Íñigo Fernández Bárcena asumió la presidencia del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST), fue ocasión propicia para que el sector privado regional refrendara su disposición para seguir colaborando con autoridades de los tres niveles de gobierno, en acciones que tienen que ver con el desarrollo social y económico de la zona.

El acto en el que el empresario porteño tomó las riendas del organismo cúpula de la iniciativa privada se realizó en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico, uno de los logros que se cuentan para la zona como parte de las gestiones y la participación de los empresarios.

Lo comentaba en este espacio hace semanas: Desde su creación, el CIEST ha sido un actor fundamental en la consecución de mejores condiciones de vida para la gente, impulsando desde la trinchera del sector privado la colaboración con autoridades municipales, estatales y federales, independientemente de la filiación y orientación de los mismos.

Temas como el de la seguridad, la atracción de inversiones, la promoción turística y económica, la gestión para tener tarifas eléctricas justas, la búsqueda de soluciones al problema de desabasto de agua y el interés por que primero candidatos y después diputados, senadores, Alcaldes y gobernadores escucharan y atendieran las solicitudes para trabajar con una visión integral de desarrollo, son parte de la historia del CIEST.

Ayer concluyó oficialmente el período de la Dra. Bertha Salinas Ruiz y empezó el de Íñigo, pero en términos prácticos simplemente fue un cambio de estafeta en esta carrera de los empresarios por avanzar en la consecución de objetivos que benefician no sólo al sector, sino a la sociedad en su conjunto.

Durante la gestión de la Dra. Salinas, el CIEST logró con sus gestiones que la Conagua, el gobierno estatal y los Ayuntamientos de Tampico, Madero y Altamira se comprometieran a hacer aportaciones para invertir en la rehabilitación del sistema de diques del estero “El Camalote”, cuerpo de agua que pertenece al sistema del que se abastece de agua el sur de Tamaulipas y parte del norte de Veracruz.

Es justo decir que el reconocimiento que ayer hizo el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y el compromiso reiterado del Alcalde porteño Chucho Nader al trabajo de la Dra. Bertha y al trabajo que ahora corresponde encabezar a Íñigo, se sustenta en los resultados de la colaboración mostrada por los empresarios.

Desde hace décadas, el papel del sector privado ha sido determinante en el rumbo social y político del sur del estado y en buena medida, definitorio de los destinos de Tamaulipas. Hay empresarios de todos los niveles y sectores que si algo tienen, es su inquietud por participar, su disposición para colaborar y aportar ideas y soluciones a la problemática existente.

El CIEST, que agrupa a 19 cámaras y asociaciones empresariales de la zona se mantendrá activo, dispuesto a continuar con los proyectos encaminados y a asumir nuevos retos para seguir siendo uno de los actores más importantes en el desarrollo social y económico.

Ayer lo dejaba claro Íñigo: Hay varios temas pendientes a los cuales el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas va a dar seguimiento, a insistir y a ofrecer colaboración: El mejoramiento de las carreteras Tampico-Valles en el tramo del puerto a Ébano; el que va de Tampico a Ozuluama, en Veracruz; así como la Tam-Bajío, que hace unos meses puso en marcha el gobierno estatal para conectar a la región con el Bajío y estados cercanos a esa zona del país.

De nuevo fue posible ver la convivencia entre autoridades y empresarios en un recinto que es emblemático del empuje económico regional y de la perseverancia de la iniciativa privada organizada del sur. Además del gobernador estuvieron los secretarios de Turismo, Fernando Olivera Rocha y de Desarrollo Económico, Carlos García González. También, los Alcaldes Chucho Nader de Tampico, Adrián Oseguera de Madero y Armando Martínez, de Altamira, además de los diputados Nora Gómez y Mon Marón.

LOS TERRENOS EN LA PLAYA DE ALTAMIRA

Por muchas razones, Altamira es un municipio de interés para el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y para su administración. “Hay que cuidar a Altamira”, dijo en un evento privado.

Primero, porque es el municipio que registra mayor índice de crecimiento demográfico y eso plantea retos que deben afrontarse y problemas que deben resolver las tres instancias de gobierno.

Para la administración estatal, colaborar con el Ayuntamiento en una adecuada planeación urbana y prestación de servicios públicos, es fundamental para asegurar la viabilidad de Altamira como asiento de grandes industrias y para mantener el equilibrio entre el crecimiento económico y el bienestar social.

Por eso no extrañó que ayer Cabeza de Vaca subiera a sus redes sociales un vídeo en donde sale abrazando al Alcalde altamirense Armando Martínez, en el marco de una jornada asistencial efectuada en ese municipio.

Ya se supo la razón: el gobernador anunció que así como se están ofreciendo a empresarios locales y foráneos terrenos recuperados en Playa Miramar de Ciudad Madero para impulsar el desarrollo turístico, así se va a hacer con más terrenos que hay en La playa de Altamira. La idea es que sean aprovechados para crear infraestructura turística, que se genere empleo y bienestar.

Para quienes gustan de la especulación, hay mucho material. Para quienes solo ven colaboración, no: La relación entre el gobernador panista y el Alcalde morenista parece más bien la de dos funcionarios que no se detienen a pensar en ideologías, sino en acciones, que la de dos adversarios divididos por la política. Las sonrisas y las fotos son elocuentes.

abarloventotam@gmail.com

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