Américo Villarreal y la Cuatroté necesitan otro partido para que el comienzo del nuevo gobierno en Tamaulipas pueda operar eficazmente. Un partido renovado en cuadros y en fortaleza.

En un escenario en el que la mayoría PRI-PAN en el Legislativo le ató las manos en temas estratégicos como la seguridad, la recopilación, manejo y uso de información sensible, la operación del grupo especial contra la delincuencia, la inteligencia financiera y hasta la designación de funcionarios menores como en la Comapa Zona Conurbada, el gobernador electo necesita de un brazo político renovado, fuerte y alineado con la misma mística que la nueva administración.

En ese contexto se inscribe el que para finales de este mes, Morena deberá haber elegido a quienes formarán parte de su nuevo Consejo Estatal y en la primera semana de agosto, estar concretando la renovación de su dirigencia en Tamaulipas.

El partido del Presidente tiene previsto llevar a cabo estos dos procesos antes de que se realice el cambio de gobierno, el 1 de octubre próximo.

La renovación del Consejo y del Comité Directivo Estatal pasa por un necesario incremento de su padrón de militantes, pues ahora se busca que cualquier persona que lo desee pueda afiliarse y tomar parte de las decisiones del mismo.

Estos movimientos van a provocar ajustes hacia dentro del partido, pues los principales liderazgos querrán influir en la formación del nuevo Consejo Estatal, ante la entendible necesidad de que la presidencia sea para alguien que esté plenamente identificado con el gobernador electo, para que las cosas caminen con mayor facilidad en la parte política.

Morena tiene enfrente dos retos: El primero es sacar adelante el proceso de relevo en sus órganos de dirección y el segundo, fortalecer las figuras de autoridad para que en el partido y el Congreso se cuente con lo necesario para acompañar en su sexenio a Américo Villarreal. Por la fuerza de la legitimidad con la que llegará, no se le ven problemas en el escenario al mandatario electo.

Actualmente, personajes como Maki Ortiz y Adrián Oseguera tienen fuerte influencia dentro del Consejo Estatal, aunque también hay posiciones que tienen vínculos con Américo Villarreal.

La renovación vendrá a mover la conformación que tiene ahora ese órgano y dará pie a los movimientos que se tienen que hacer para 2024.

Américo tiene claro que requiere de un partido renovado o cuando menos en proceso de cambio, uno que administre la fortaleza política del nuevo gobierno, que lo acompañe en todo el sexenio y que sea un instrumento para que haya un permanente recordatorio de lo que es la Cuatroté.

En Morena, como en su momento en el PRD, también hay tribus que se sienten con el derecho divino de decidir quién llega y quién no a las posiciones del Consejo y de la dirigencia estatal, quiénes pueden y quiénes no ser candidatos y hasta quiénes deben ser admitidos como nuevos militantes.

Precisamente para terminar con este valladar al crecimiento e institucionalización del partido, se decidió abrir a todos los interesados la posibilidad de que se afilien y formen parte de Morena en Tamaulipas.

Esa oportunidad ha generado mucho interés entre quienes quieren subirse al barco ganador del nuevo gobierno, especialmente muchos priístas que entendieron la conveniencia de acercarse al partido que tendrá el poder a partir de octubre.

La renovación de los órganos de dirección de Morena en Tamaulipas es un paso necesario para que la nueva administración encuentre un escenario con aliados importantes en la conducción de sus relaciones políticas con otras fuerzas, así como para incrementar su legitimidad lograda en las urnas el 5 de junio.

El proceso de cambio también será una prueba para las personas a las que Américo haya encargado la operación política de llevar a cabo este proyecto, pues ahí veremos si logran sacar adelante la renovación del Consejo Estatal sin generar conflictos entre los diversos grupos que buscarán mayor protagonismo, además de preparar el terreno para que el próximo dirigente estatal de Morena sea alguien muy identificado con el proyecto de Villarreal y la Cuatroté.

Cuando a finales de este mes conozcamos los nombres de quienes formarán parte del Consejo Estatal nos daremos una idea de cuáles serán las corrientes que van a prevalecer en ese órgano de dirección y quiénes se quedaron fuera.

También vamos a notar la fuerza política con la que llega el gobernador electo y su capacidad para contener las ansias protagónicas de algunos personajes que tienen posiciones en ambos órganos, pero que en realidad poco han contribuido al fortalecimiento del partido en los últimos cuatro años.

EL RECONOCIMIENTO DE MONREAL A OSEGUERA

Como estaba previsto el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila estuvo ayer en Tamaulipas para participar en un par de encuentros con simpatizantes.

En Ciudad Madero, el pretexto fue la presentación de un libro que recoge su quehacer legislativo en el Senado y en dónde una nutrida concurrencia asistió a un hotel ubicado en la playa, pero lo que llamó la atención es la excelente relación que mantienen en lo personal y lo político Ricardo Monreal y el Alcalde maderense Adrián Oseguera Kernion.

Ambos han conservado la comunicación y el trato personal e institucional desde que en 2018 Monreal fue uno de los principales defensores de la candidatura de Oseguera, cuando se pretendía evitar que fuera aspirante con base en los cuestionamientos a su residencia en ese municipio.

Ayer Monreal fue acompañado en la presentación de su libro por Oseguera en su calidad de militante destacado de Morena y el coordinador de los senadores aprovechó la oportunidad para hacer nuevamente un reconocimiento al trabajo efectuado por el maderense, quien es una de las figuras más destacadas del partido en la entidad y posee una excelente imagen dentro de los máximos niveles de Morena a nivel nacional.

abarloventotam@gmail.com

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