Las cosas están listas para que Carlos Canturosas Villarreal regrese a Tamaulipas para integrarse de manera intensa a la vida pública, a la actividad política y a la administración del gobernador electo Américo Villarreal Anaya. Tiene mucho sentido, pensando en el futuro.

¿La Secretaría General de Gobierno? ¿La de Bienestar Social? Cualquiera de esas dos posiciones podría desempeñar Canturosas en el gobierno que iniciará el 1 de octubre próximo, dependiendo de cómo se vayan acomodando ciertas cosas hasta entonces. Es innegable que en alguna de esas o en la posición que Américo decida invitarlo, Carlos va a hacer el trabajo que se espera de él.

Más que una posibilidad es una certeza y eso es algo que no agrada demasiado a algunos de quienes hicieron todo lo posible para bloquearlo y hasta tratar de llevarlo a prisión, desde los años en que aspiró a ser el candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas en 2016. Pero eso es lo que le da más valor al retorno del neolaredense.

Las señales más recientes que nos hablan de su inminente regreso las dio el fin de semana el gobernador electo Américo Villarreal Anaya, confirmando entre líneas lo que es considerado como un hecho muy esperado en la política tamaulipeca: Américo apareció en una fotografía con Carlos Canturosas Villarreal, el ex Alcalde de Nuevo Laredo que lidera el grupo político más sólido y estructurado que opera para Morena en la frontera norte del estado.

La gráfica se difundió en redes sociales e inclusive apareció en diversos medios informativos impresos de la entidad, con un críptico texto que decía: “Como siempre, fue un gusto saludar a nuestro estimado amigo, Carlos Canturosas quien se distinguió por su trabajo y gran ayuda, que fue muy importante para salir adelante en este proceso electoral. Y así será en nuestra próxima administración”.

Para quien lo quiera entender, Américo delegó en Canturosas buena parte de la tarea de enlazar a grupos políticos y económicos de diversas regiones del estado con el proyecto de Morena. El capital político del ex Alcalde y en su momento fuerte aspirante a la gubernatura fue puesto a disposición de la Cuatroté, en donde él y su hermana Carmen Lilia ya estaban desde antes de que ella fuera electa Alcaldesa de Nuevo Laredo.

El 30 de julio del año pasado escribí en este mismo espacio que el ex Alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas Villarreal comenzaba a tener mayor peso en el proceso que estaba en marcha para perfilar al senador Américo Villarreal en pos de la candidatura morenista al gobierno estatal. Varias veces lo comenté de nuevo, enfatizando en la importancia de esta suma que aportó valor a la propuesta de Américo ante morenistas y grupos sociales no afiliados a ese partido en la entidad. Y así fue.

Recuerdo que en una de las charlas sostenidas durante y después de la contienda interna en la que el PAN designó a Francisco García como su candidato en 2016, Carlos me confió que aunque se habían hecho compromisos concretos para que el proceso fuera terso y fortaleciera al blanquiazul, tenía sus dudas acerca de que se cumplieran. Eran los años en que Ricardo Anaya lideraba el partido y necesitaba aliados para buscar su aventura en 2018 y eso explica muchas cosas.

Pero pasaron muchas situaciones y al terminar su trienio, Canturosas tuvo que utilizar el sentido común para actuar prudentemente y ponerse a salvo de una brutal embestida que lo llevó al autoexilio, bajo acusaciones de presuntos delitos. En todo el sexenio que agoniza, Carlos resistió toda clase de acciones y los señalamientos van cayendo sin sustento ante la decisión de los jueces.

Aunque fueron años difíciles para Canturosas, la vida le confirmó que en la política las derrotas no son para siempre y que además, siempre da la oportunidad del desquite, en cualquiera de los términos que se quiera ver. A pesar del fuerte embate jurídico, político y mediático que sufrió desde los primeros días del ciclo político que agoniza, Carlos se mantuvo en la misma posición, defendiendo su postura, insistiendo en su inocencia y dejando claro que era necesario poner distancia de por medio para evitar que la saña en su contra se extendiera también al resto de su familia.

En el camino encontró traiciones, amigos que en realidad no lo eran y personajes que habiendo sido impulsados como parte de un proyecto político común decidieron abandonarlo para entregar sus lealtades a personajes que confrontaron a Canturosas y buscaron destruirlo políticamente. Hoy está de vuelta y, como dirían los aficionados a los clichés, más fuerte que antes.

Carlos es un tipo que a simple vista puede parecer hosco, pero en el trato es suave y agradable. Es muy inteligente y tiene sensibilidad en el ejercicio del poder. Me tocó ver cómo le dio un giro a Nuevo Laredo cuando fue Alcalde, cómo tejió rápidamente relaciones políticas y empresariales con grupos y personajes de la más disímbola variedad. También, cómo puso en marcha programas sociales en el municipio, en donde es muy querido. No en balde, esa ciudad fronteriza es hoy un bastión morenista sólido y con gran proyección política al futuro.

“Claro que me gustaría ser candidato a la gubernatura, pero no estoy obsesionado. Querer serlo a cualquier precio es nocivo. Así no quiero”, me dijo varias veces lo mismo en Nuevo Laredo que en Victoria y Tampico, cuando platicábamos de política, de la familia, de la vida, de sus aspiraciones y de sus posibilidades, de los adversarios internos y de las pasiones que a veces se desbordan a causa de la fijación enfermiza en algún objetivo. Eran los meses previos a la definición en el PAN nacional por la candidatura en Tamaulipas.

Al final, efectivamente Carlos no se obsesionó y respetó los acuerdos hechos, aunque del otro lado no pasó igual. Resistió la embestida y todavía ahora está a la espera de que se definan algunas cosas para terminar de dejar limpia su imagen. La mejor prueba de su fortaleza como activo político es el control de Nuevo Laredo, la eficacia de su operación en la campaña y después de ella y ahora, la preparación del terreno para su esperado retorno.

Y, sí, aunque las especulaciones son algo habitual entre quienes pelean por aparecer en la lista de quienes en casi un mes formarán parte del equipo de transición, Canturosas bien puede esperar un poco más para integrarse de lleno a la que será su responsabilidad como uno de los principales colaboradores del próximo gobernador, pues el lugar ya lo tiene asegurado. Como bien se dice: La paciencia da frutos dulces.

abarloventotam@gmail.com

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