El PAN inició el fin de semana en Tampico una serie de eventos que forman parte de un programa nacional para realizar consultas a su militancia, con el objetivo de conocer sus propuestas para la reforma a sus estatutos.

Las actividades son organizadas por la Comisión Especial para la Reforma de los Estatutos, del Consejo Nacional y por la Comisión Especial para la Actualización del Programa de Acción Política.

Este proceso trata de emprender esfuerzos para que el PAN ya no sea un partido selectivo, que no sea visto como un club al que no todos pueden pertenecer, a pesar de quererlo, de coincidir ideológicamente o de compartir su modelo de gobierno. Aunque el blanquiazul nunca ha sido un partido de masas, ante la nueva realidad en México quiere adaptarse.

Con la consulta realizada en Tampico, la dirigencia nacional cubrió 26 estados del país con esta dinámica, en la que se quieren basar para conseguir una nueva modificación a sus estatutos y a su programa de acción política. Es la quinta ocasión desde que el partido se fundó en 1939 en que se llevará a cabo una reforma de este tipo.

Para la consulta realizada el fin de semana en Tampico asistieron los titulares de las mencionadas comisiones especiales designadas por la dirigencia nacional, entre ellos Luis Agustín Rodríguez Torres, secretario general de Fortalecimiento Interno e Identidad; Margarita Martínez Fisher, secretaria nacional de Formación y Capacitación; Laura Esquivel Torres, secretaria nacional de Formación Política de la Mujer.

También anduvieron ahí Mariela López Sosa, presidenta en funciones del Comité Directivo Estatal del PAN y Luis Tomás Vanoye, secretario general en turno. Por la Fundación Rafael Preciado Hernández, que trabaja como órgano cercano a la dirigencia nacional del partido estuvo Julio Castillo López, su director general y por cierto, hijo de Carlos Castillo Peraza, ex presidente del blanquiazul en el país.

Al panismo tradicional, al que le tocó bregar en luchas políticas cuando el PRI era todopoderoso y sus posibilidades de triunfo eran mínimas, quizá los cambios que se proponen les parezcan fuera de contexto, pero es lo que se requiere para acercar el partido a todos los interesados en integrarse a él, por más que eso no esté entre las prioridades de muchos ciudadanos. El desgaste de la credibilidad de los partidos en general ha afectado también la membresía de Acción Nacional, que hoy en día tiene 280 mil militantes.

Lo que las Comisiones especiales de Reforma de Estatutos y de Actualización de su Programa de Acción Política proponen son básicamente 4 ejes en torno a los cuales gire el proceso de modernización del partido: Abrir su sistema de afiliación para acercarlo a la gente, hacerlo fácil y disponible en cualquier dispositivo electrónico; impulsar la diferenciación para hacerlo distinto y distinguible de los demás; promover la inclusión y la integración de todas las corrientes y los grupos, tanto los ganadores como los perdedores de contiendas internas para lograr un equilibrio en el reparto del control de órganos de dirección. Finalmente, aunque no menos importante, impulsar y garantizar a nivel estatutario la paridad de género en todos los ámbitos de la vida del partido.

Más allá de la corrección política, el último punto de la estrategia que el partido quiere concretar con este programa de modernización es vital: Al PAN le hace falta más mujeres participando en actividades partidistas, sumando su esfuerzo y talento para que se diferencie de los otros. Es una cuestión básica de apertura y de sobrevivencia, pues no puede concebirse a cualquier organización, especialmente política, sin la participación de las mujeres.

Quizá el esfuerzo que está haciendo ahora el blanquiazul a nivel nacional para dejar de ser un partido selectivo y buscar convertirse en uno más abierto, aunque no de masas, pueda tener buenos resultados si los encargados de este programa logran que las dirigencias nacionales y municipales se alineen en los mismos objetivos.

Pensar en la apertura, pero sin descuidar la parte doctrinaria va a ayudarles a cumplir un objetivo fundamental que era lo que frecuentemente decía Castillo Peraza: “Ganar el poder sin perder el partido”. Tenemos muchos ejemplos en México y en Tamaulipas, en los que justo se ha hecho lo contrario.

LA ELECCIÓN MORENISTA

El proceso interno para elegir a la nueva dirigente estatal de Morena en Tamaulipas no fue lo que se esperaba ni lo que se presumía.

La mayor parte de quienes observaron la forma en que se fueron dando las cosas, daban por sentado que la beneficiaria de la decisión mayoritaria sería Lucero Deosdady Martínez, gracias a los acuerdos logrados entre los liderazgos y representantes de las diversas tribus partidistas. A final de cuentas, los acuerdos hicieron que se eligiera a Yuriria Iturbe Vázquez, una aspirante que ni siquiera estaba en la lista previa.

La operación política interna no dio los resultados que se querían. Los resultados dejan claro que el nuevo equipo a cargo del partido tiene que aprender rápido, para evitar ser víctimas de la inexperiencia. Pronto hablamos más de esto.

ESCOTILLA

El fin de semana, Francisco García Cabeza de Vaca estuvo en el programa que Carlos Alazraki transmite por Youtube y como en casi todas las emisiones que conduce el publicista, Francisco tuvo una participación extensa y suficiente espacio para dar su versión de los hechos sobre la embestida jurídica, política y mediática de la que fue objeto desde el año pasado.

Fue un asunto meramente político, se inventaron delitos y se abusó del poder de las instituciones con ese fin, fue lo menos que dijo. Esa es su versión de las cosas y se entiende su legítima defensa. Cada quien, por cierto, puede darle la credibilidad a una u otra de las partes. Pero en este caso, cuando menos, la entrevista está entretenida.

abarloventotam@gmail.com

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