Finalmente, la campaña negra dirigida desde el poder central en contra de Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, a través de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, tuvo resultados.

En la Cuatroté puede sentirse satisfechos de haber provocado no una fisura, sino una ruptura en la alianza “Va por México”, que entre el año pasado y este presentó un frente electoral político contra Morena y el nuevo régimen, pero que amenazaba con mantenerse en los siguientes compromisos hasta 2024.

Tantos audios difundidos públicamente por Sansores -sin que hasta ahora haya mediado acción jurídica que la sancione-, impactaron cada vez más la imagen pública de Moreno, a quien sus allegados y conocidos llaman “Alito”.

Moreno se había mantenido en la dirigencia nacional a pesar de los cada vez más insistentes intentos de figuras destacadas y grupos internos que pedían su salida para evitar mayor daño al PRI. “Alito” desoyó esas voces y apostó por estirar la liga, hasta que ésta reventó.

El dirigente priísta anunció esta semana que el tricolor respaldaba una iniciativa del presidente López Obrador para que los militares permanezcan en las calles hasta 2028, ante la incapacidad del gobierno para garantizar a los ciudadanos su seguridad.

La propuesta hecha por el PRI sorprendió a la oposición por la docilidad con la que “Alito” se sumó rápidamente sin tener el consenso de sus pares en los otros partidos. La flexibilización de la postura solamente se puede entender en el contexto del interés del gobierno federal para conseguir varias cosas: Primero, dejarle claro a “Alito” quién tiene el poder y quién manda. El golpeteo mediático es el mejor ejemplo.

Segundo, enviarle un guiño de que los comprometedores audios que lo desnudan como político y como persona, podrían dejar de salir a la luz, dejando por ahora en el olvido esa parte oscura de su vida. Tercero, conseguir que con esto, la alianza “Va por México” se fracture y perdiera posibilidades de reagruparse con organismos de la sociedad civil para ir en un frente más amplio a los comicios de 2024, con el objetivo de derrotar más que a Morena, al proyecto de Andrés Manuel.

A la luz de lo que se ve, los malpensados pueden asegurar que acertaron: El PAN y el PRD anunciaron una “moratoria” a su alianza con el tricolor, que en los hechos es una pausa temporal en sus acuerdos para hacer causa común contra la Cuatroté.

Si de por sí, cuando empezaron a filtrarse públicamente los audios de Alejandro Moreno ya se pensaba en la conveniencia de mantener una distancia de él, para evitar salpicarse del lodo, ahora los panistas y perredistas no tienen demasiado margen de acción.

Este cambio en la dinámica de agruparse en compromisos electorales tendrá un efecto directo en Tamaulipas, en donde ya hace dos meses el PRI y el PRD dejaron solo al PAN en la presentación de recursos jurídicos para impugnar los resultados que favorecieron a Morena en la elección de junio pasado.

¿Qué se vislumbra? De entrada, que en el Congreso se pueda dar también esa separación que hasta ahora ha permitido al PAN tener el control del Legislativo, realizar modificaciones de última hora a la ley y asegurarle facultades extraordinarias a la Fiscalía General de Estado como contrapeso político y jurídico al próximo titular del Ejecutivo.

Y aunque el PAN le haya prestado al diputado Ángel Covarrubias al tricolor para que pudiera considerarse un grupo parlamentario, si la ruptura va en serio, las correlación de fuerzas ahí se va a modificar, con lo que Morena podría aspirar a recuperar lo que por la ineficacia de sus coordinadores perdió.

Otra consecuencia es que ese alejamiento se traslade a lo que podría haber sido un grupo bipartidista que atendiera el objetivo de quienes ya se van, para presentar oposición al nuevo gobierno desde el Congreso y las dirigencias de ambos institutos políticos. Si se mantiene, creo, el PRI se irá diluyendo cada vez más hasta ser asimilado casi totalmente por Morena y el PAN se quedará atrapado entre los intereses de quienes lograron imponer a Luis René “Cachorro” Cantú en contra de la opinión de los panistas.

LOS FALLOS DEL TRIFE Y EL TRIELTAM

Ayer, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPFJ) rechazó 11 recursos de inconformidad presentados por el PAN en igual número de distritos, sobre los resultados de la elección de junio, por considerarlos infundados, inoperantes e ineficaces.

La decisión fue celebrada en el equipo de Américo Villarreal, quien salva así otro obstáculo en el proceso de validación de los comicios, aunque el abogado Marco Baños, quien asesora al PAN en este caso, afirmó que el tema no se considera finiquitado porque no ha sido resuelto el llamado “recurso madre”.

También, el Tribunal Electoral de Tamaulipas emitió un resolutivo que invalida una decisión del órgano electoral sobre algunas reformas realizadas. Esto le mete más ruido a la integración de la Comisión Permanente integrada por Morena tras esa sentencia y complica más ese galimatías jurídico que es la disputa por el Congreso.

ESCOTILLA

Armando Martínez Manríquez presentará su primer informe de gobierno en la Plaza Constitución, el sábado por la noche.

Armando decidió que el acto oficial se realizara en la vía pública, para que fuera accesible a la población en general. El año pasado, la toma de posesión se llevó a cabo igualmente en el mismo sitio y eso marcó el estilo que ha seguido en este primer año de actividades.

abarloventotam@gmail.com

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