El mayor reto que tiene el PAN en el proceso de renovación de sus comités municipales en la zona, es evitar que el malestar provocado por la imposición de su dirigente estatal se traduzca en una ruptura local que amenace sus posibilidades de reagruparse exitosamente.

Como bien se sabe, el grupo en el poder impuso nuevamente a Luis René “Cachorro” Cantú al frente del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional, aún en contra de la voluntad de numerosos militantes de todas las regiones, quienes sin embargo debieron aguantar calladamente el nuevo embate de la cofradía que se apoderó del partido por los siguientes años.

A pesar de los desastrosos resultados electorales entregados por “Cachorro” Cantú a los panistas, fue sostenido contra cualquier intento de rebeldía y utilizando los recursos del poder, sus patrocinadores consiguieron llevarlo a la reelección, pero dejando en el camino a más adversarios molestos, heridos y con sed de desquite. Como si no tuvieran suficientes al término de este ciclo sexenal.

Con ese antecedente y utilizando como moneda de cambio las negociaciones con algunos grupos regionales, los patrocinadores del motejado “Cachorro” han conseguido una endeble estructura de apoyo que amenaza con caerse ante la competencia que se dará en el ámbito local en varios municipios de Tamaulipas. En particular, en la zona sur la pelea se centrará en aspirantes identificados con diversos grupos que quieren tener el control del partido para prepararse ante lo que vendrá en 2024, con la selección de candidatos a las Alcaldías, diputaciones locales, federales y el Senado.

Por eso es que hay que ver en perspectiva lo que puede suceder: Por un lado, si en las contiendas internas ganan las elecciones para renovar los comités municipales los afines al grupo en el poder que ya se va, o bien, llegarán a la presidencia del partido quienes representan a los grupos que pueden asegurar el buen manejo del partido en cada municipio.

Para empezar, en Tampico con el registro de la planilla encabezada por Rosario González se confirma esto, pues aunque la diputada Nora Gómez fue la primera en ser mencionada como aspirante, con el respaldo del Alcalde Chucho Nader y de buena parte de la militancia tradicional, el hecho de que Charo haya decidido participar nos dice que siente que tiene posibilidades de ganar. De no ser así, no habría entrado a la carrera.

El detalle en el proceso de renovación de la dirigencia municipal del PAN en Tampico es que tal vez a Rosario González se le dificulte obtener el triunfo y no porque su contrincante visible hasta ahora, la diputada Nora Gómez, sea más conocida que ella entre la militancia. O porque tenga más experiencia política que Charo. O porque Gómez sea una figura que proyecte liderazgo, seguridad y capacidad de dirigir el partido en un momento complicado, sino porque Rosario siempre estuvo muy cerca del grupo en el poder, de quienes impusieron a “Cachorro” y que quieren seguir manejando al blanquiazul en el estad y en los principales municipios. Siempre fue una de las favoritas de los cabecistas.

Eso, el que se le identifique con el grupo representado por Cantú Galván y a las órdenes del senador Ismael, puede convertirse en el principal obstáculo para que la ex candidata a diputada, ex directora del Centro de Convenciones y ex regidora, gane el proceso interno. Insisto, no es porque ella tenga más o menos capacidad o sea más o menos conocida que la diputada Gómez entre los panistas, sino que simple y sencillamente muchos militantes la van a ver como una extensión de aquellos que desde el gobierno estatal sometieron al partido y al final de su sexenio, impusieron contra toda voluntad a “Cachorro” Cantú, el peor dirigente estatal en un cuarto de siglo.

Sin embargo, si sabe hacer los amarres necesarios y consigue los votos suficientes, Charo puede convertirse otra vez en presidente del Comité Municipal, aún y con lo que pueda representar para muchos panistas su cercanía con la corriente que se quiere quedar más tiempo con el PAN, a pesar de lo catastrófica que ha sido la gestión de “Cachorro” bajo la tutela de Ismael, el senador.

En cuanto a la diputada Nora Gómez, hasta donde se sabe ya se convenció de que puede convertirse en la próxima dirigente municipal del PAN en Tampico, por el respaldo público que le ha reiterado el Alcalde porteño Chucho Nader y que constituye su principal ventaja.

Y aunque la diputada Gómez llega con el antecedente de ser de una familia de añeja pertenencia al panismo tradicional, eso no es garantía. Los votos que necesita para ganar son más de 4. Su soporte más visible es el respaldo que le han otorgado los panistas que han acompañado al Alcalde Chucho Nader desde su campaña en 2018. El propio Nader ha expresado su compromiso de impulsarla para que cumpla ese objetivo.

Pero es precisamente eso lo que ha hecho que en algunos círculos panistas se comente con mayor frecuencia que la diputada Gómez debería estar más orientada a cultivar sus relaciones con los militantes panistas de manera permanente y no solo en momentos como este, en el que busca su voto para ganar.

El reto no es menor, por el contrario, es grande y requerirá de que quien asuma la dirigencia del PAN en el puerto, tenga la fortaleza política necesaria, el respaldo de la gente y el conocimiento de la militancia para acompañar al gobierno municipal y a Chucho en los siguientes compromisos electorales. Es, también, una gran oportunidad para dejar claro que los panistas pueden retener la confianza ciudadana, tal como lo han dicho siempre que van a pedir el voto de la gente.

En este sentido, la diputada Gómez podría estar a la altura de las circunstancias. Podría, resalto. Es cuestión de que quiera y de que se ponga a trabajar en ello, porque si consigue la dirigencia le corresponderá articular la estrategia del partido para enfrentar a Morena en 2024. Y si eso no es algo fácil para quien tiene experiencia, es mucho más complicado para alguien neófito en estas lides.

ESCOTILLA

En Ciudad Madero, el otro municipio en el que se anticipa una contienda difícil por la dirigencia local, las cosas se van a definir entre el ex futbolista Sergio Céspedes y el médico Francisco Castañeda Cruz.

El primero, con dos años de militancia, ya admitió que quiere ser el próximo presidente del PAN en Madero, apostando por una propuesta que se basa en ofrecer una visión del partido encabezado por una cara nueva. El segundo, con larga trayectoria en el partido, ya recibió el respaldo de los grupos que lideran Agustín de la Huerta y la familia Morado, los de siempre.

abarloventotam@gmail.com

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