Mañana se cumple un mes del fallecimiento de senador Faustino López Vargas, quien dejó vacante esa posición en el Senado. Hasta donde se sabe, la Cámara debe pedir al Instituto Nacional Electoral (INE) que lleve a cabo la elección extraordinaria para seleccionar a quien sustituya al malogrado legislador. No se sabe si eso ya ocurrió.

Desde los días posteriores a la tragedia comenzaron a mencionarse los nombres de algunos posibles aspirantes, quienes en dado caso de aceptar sus intenciones, tendrían que estar ya buscando la nominación.

Esa coyuntura trágica modificó proyectos, adelantó tiempos, planteó retos para Morena y para la Cuatroté, pero también abrió la posibilidad de que la marcha del nuevo gobierno estatal mejore los equilibrios tan necesarios en el reparto del poder y de posiciones entre los distintos grupos internos, sobre todo después de la integración del gabinete, en donde no hay representantes de los grupos políticos de la frontera, esos que contribuyeron de manera decidida a que Américo ganara la gubernatura.

En ese tenor, en Morena se pusieron intensas las cosas porque aunque el partido del presidente López Obrador sigue siendo el favorito de los tamaulipecos en las mediciones que se han hecho, entre los distintos grupos que se consideran con el derecho de proponer un aspirante a la candidatura, la guerra interna está desatada. Y si no se enfrenta adecuadamente, los desacuerdos irán minando la fortaleza de Morena antes de 2024.

Hace días leía que personas bien enteradas anticipaban que el abanderado de Morena a la senaduría vacante sería el delegado de programas federales Luis Lauro Reyes, a quien se identifica como alguien cercano al gobernador Américo Villarreal Anaya. Tiene sentido, pues los razonamientos expuestos son sólidos.

Sin embargo, eso parecería ser solamente un movimiento para medir las reacciones de las tribus y grupos internos que traen una sorda guerra por quedarse con la nominación, llegando a convertir al partido en un campo de batalla.

Si efectivamente es Luis Lauro Reyes el favorecido -cosa que todavía veo lejana, aunque no imposible-, eso significa que desde la Cuatroté a nivel estatal se busca quitar presiones al gobernador, convertido en la figura que tendrá la última palabra al decidir.

Si las cosas no resultan como se espera, hay otras vías para cumplir el objetivo de lograr equilibrios y compromisos, como ha sucedido en otros estados en donde Morena no pudo conseguir el objetivo de llegar a las elecciones con unidad y con los candidatos deseados originalmente. San Luis Potosí es un caso claro de ello.

Pero si es correcta la apreciación y Luis Lauro es el abanderado, los demás posibles aspirantes quedarían fuera de toda posibilidad de competir ahora e inclusive en 2024, pues quien sea ahora el candidato y gana, dentro de 2 años buscaría ser reelecto. Eso acotaría el margen de maniobra de quienes esperaban los comicios federales para buscar esa posición para prepararse al 2028. Parece que no, pero todo está relacionado.

Si efectivamente es Luis Lauro el aspirante que se quiere impulsar desde Ciudad Victoria, entonces vayan descartando a Mario López Hernández, a Carlos Canturosas, a José Ramón Gómez Leal, a Maki Ortíz Domínguez, a Adrián Oseguera Kernion y hasta a Erasmo González Robledo. No es solo el descarte, sino el mensaje y el riesgo.

Esto, en un momento como el que se vive al inicio de la nueva administración y con los espacios que deben llenarse todavía, podría ser un tema de interés en el gobierno. Si no se desea generar una percepción de impericia, en la Cuatroté deberían estar viendo cómo darle la vuelta al asunto. O hacer compromisos firmes y quien sea candidato en la extraordinaria no vaya a buscar la reelección.

Les digo, las cosas no parecen tan fáciles como se podría pensar. Desde ahora, creo que la decisión es complicada porque a cada liderazgo de los grupos de la frontera e inclusive del sur se les tienen que dar espacios para que puedan moverse. Finalmente, se trata de fortalecer un proyecto común en Tamaulipas y en el país.

Lo que pase en las siguientes semanas nos dirá qué tan buen trabajo, qué capacidad y qué visión tienen quienes se encargan del tema político en el estado. El reto no es menor.

LAS OTRAS POSIBLES COMBINACIONES

No descarte usted comenzar a escuchar y leer que Maki se acercaría a Movimiento Ciudadano, Carlos Canturosas al PT y Mario López Hernández al Verde, aprovechando que cada partido planea ir solo a la contienda extraordinaria y de paso, hacer sentir el peso de cada una de las ciudades fronterizas en el escenario político estatal.

¿Son posibilidades? Sí. ¿Qué tan factible es que sean candidatos o que solamente hagan fintas para que quien deba hacerlo, voltee a ver y entender que no han sido tomados en cuenta en el reparto de posiciones? Ese punto es el que estamos por ver en cuanto comience a notarse una mayor visibilidad de cada uno de ellos.

Quizá solos pulvericen el voto cercano a Morena, pero en bloque pueden conseguir fácilmente que la senaduría vacante cambie de manos. Todo es posible.

ESCOTILLA

Hace días comentaba que en la estructura gubernamental estaban moviéndose cosas de manera interna, para reacomodar las dependencias y darle relevancia a otras que serán de nueva creación, como la Secretaría de Recursos Hidráulicos.

Esa nueva institución absorberá las funciones de la CEAT y se hará cargo de los organismos operadores de agua y drenaje en el estado, especialmente de los que no están en manos del gobierno estatal. Bien, ayer se supo que otra área que tiene avanzados los trabajos para conseguir ese objetivo y allanar el camino de la recuperación es la Contraloría, en donde se tendrían ya los expedientes de varias investigaciones que van a terminar dentro de no mucho tiempo, con algunas renuncias en las posiciones residuales del anterior régimen.

abarloventotam@gmail.com

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