El probable aplazamiento de la elección extraordinaria por la senaduría que dejó vacante la muerte del senador Faustino López Vargas, ha generado una incertidumbre por partida doble entre los morenistas, pues para empezar nadie ha sido capaz de responder desde la dirigencia estatal la pregunta sobre qué criterios se aplicarán para seleccionar al abanderado. Algo es indudable: Quien sea, no puede ser alguien con una imagen manchada por la sospecha de la corrupción y los escándalos.

Por un lado, la cantidad de información aparentemente contradictoria sobre la realización o no del proceso electoral provoca numerosas versiones, una más descabellada que otra, que corren de boca en boca, en cafés y en redes sociales como si se tratara de algo real. Es alimenta la especulación y da pie a la desinformación. Otra vertiente de lo incierto que es esto, es la manera en la que el partido tendrá que resolver de la manera menos dolorosa para todos ellos, el embrollo en el que se ha convertido la selección de quien sea el candidato en esta elección.

Aquí el punto es que sea en febrero, en marzo o en junio, la elección extraordinaria se tendrá que realizar, pero para Morena el mayor reto ahora es sacar adelante el proceso interno sin dejar más lesionados políticos de los que ya existen.

No puede soslayarse que los tres liderazgos políticos de la frontera -Carlos Canturosas, Maki Ortiz y Mario “La Borrega” López- fueron excluidos del reparto de posiciones en el gabinete y eso replanteó la relación con la Cuatroté. Sin embargo, ellos ven esta coyuntura como la oportunidad de que se pueda resarcir la pérdida de la recompensa que, consideran, debieron haber recibido.

Así, mientras pasa el tiempo y no se ven señales de la dirección que tendrá el proceso interno, desde hace semanas comenzó a sonar fuerte el nombre del ex Alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas Villarreal, a quien una encuestas colocan como el más conocido y el que mejores condiciones de triunfo ofrece a Morena en esta elección extraordinaria. Luego, el Partido el Trabajo (PT), viejo aliado de Morena, anticipó que Canturosas sería su propuesta para encabezar la coalición que podría formar con el partido del Presidente en este compromiso electoral.

Ambos hechos, aunados a la significativa fotografía en la que Canturosas aparece sonriente con el gobernador Américo Villarreal Anaya en su despacho, compartiendo un mensaje que reitera su respaldo total al mandatario, enviaron un mensaje claro sobre el tipo de alianzas que necesita la Cuatroté para ir empezando a afianzarse en Tamaulipas.

Se sabe que en el primer círculo del poder hay buena disposición para que eventualmente, Canturosas transite sin problemas en el proceso interno de Morena para seleccionar al candidato, pues se sabe de la valiosa aportación que hizo desde antes de la campaña a proyecto cristalizado ahora.

Pero también, Mario “La Borrega” López levantó la mano, hizo llamadas y cruzó palabras con quien tenía que hacerlo, para solicitar licencia al cargo de Presidente Municipal de Matamoros, en espera de los tiempos y los lineamientos internos.

López es considerado uno de los tres liderazgos regionales, junto con Maki y Canturosas, que aportaron muchos votos a la causa de Américo y por tanto, es visto por los suyos con merecimientos suficientes como para aspirar a la candidatura, ya que tampoco se integró al gabinete.

“La Borrega”, como le conocen popularmente en Matamoros, ha ganado sus dos elecciones municipales de manera contundente y tiene un fuerte control territorial de esa ciudad, que ha puesto al servicio de Américo.

Y Maki, pues aunque inicialmente impugnó la decisión del Consejo Nacional, después se sumó y con la estructura que maneja en Reynosa contribuyó a sacar adelante la elección de Villarreal Anaya, aunque quienes tratan de menospreciar su aportación al triunfo dicen que con la elección de su hijo como Alcalde y sucesor, “está más que bien pagada la deuda”. No saben que en política, cuando hay acuerdos de ese nivel, las facturas no son solamente Presidencias Municipales.

De esas tres opciones, solamente los primeros dos pueden considerarse con posibilidades de competir por la candidatura, aunque una evaluación detallada sobre los alcances, las alianzas y las habilidades para conseguir apoyos le da ventaja a Canturosas.

Ahora, la pregunta que más se hacen muchos morenistas no es si enviarán a un candidato competitivo a la elección, pues casi con cualquiera podrían ganar. El asunto de fondo es que no se sabe qué criterios van a aplicarse para seleccionar al abanderado, si es una atribución del Consejo Estatal, de la dirigencia o de quienes tienen fuerte influencia en la Cuatroté y que ya obstaculizaron a estos liderazgos para que no llegaran al gabinete. También hay dudas sobre si los que dicen mandar en Morena, capaces de soportar la presión que se ejerce en la capital del país para tratar de forzar las cosas y enviar a un candidato de último momento.

Algo que ayudaría mucho a quienes decidirán, es revisar cuidadosamente los perfiles, los aspectos positivos y sobre todo, los negativos. No porque Morena tenga la preferencia de los ciudadanos desde ahora, vaya a querer enviar como candidato a alguien que tenga buenas conexiones políticas en la capital del país -es decir, cercanía con Mario Delgado-, pero en cambio posea pésima imagen, dudas sobre su honestidad, una reputación maltrecha y además, sospechas de posible corrupción en escándalos que si se reviven, van causar un daño irreversible al partido y a la incipiente Cuatroté en Tamaulipas.

abarloventotam@gmail.com

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