Ya se había advertido que después de haber tenido campañas altamente polarizadas, con mucha rudeza innecesaria y con estrategias que llegaron al límite de lo indecible, explicaba el porcentaje de abstencionismo registrado el día de los comicios.

Pasados 8 meses de esas elecciones para cuando se realice proceso extraordinario por la senaduría que dejó vacante la muerte del senador Faustino López Vargas, el escenario que pintan las autoridades electorales no es halagador, pues existe el riesgo de que menos gente vaya a las urnas.

Al menos, en las expectativas que tiene el Instituto Nacional Electoral (INE), la afluencia de ciudadanos tamaulipecos a las urnas podría ser muy baja, considerando que no se trata de una elección que genere demasiado interés entre la gente a pesar de que políticamente es estratégica en el reacomodo de piezas, de cara al proceso sucesorio de 2024 y hasta de 2028.

El reto que el INE identifica como principal es que los partidos y sus candidatos logren motivar lo suficiente a los tamaulipecos para que salgan a votar el 19 de febrero, pues si sus estimaciones se cumplen el porcentaje de votación podría ser de entre el 15 y el 20% del padrón electoral integrado por más de 3 millones de electores.

En lo particular no creo que eso vaya a suceder por varias razones, la primera de ellas porque Morena está en una necesidad enorme de querer generar una percepción de fortaleza entre los tamaulipecos y para ello hará lo que sea necesario para llevar a sus simpatizantes a sufragar por su abanderado.

Es previsible que el partido movilizará sus estructuras, tanto la formal como la que se haya formado con el trabajo de los Servidores de la Nación que, aunque no se quiera aceptar, hacen la tarea de promotores del voto cuando realizan activismo para dar a conocer los beneficios asistenciales de los programas del gobierno federal y de todo o relacionado con la Cuatroté.

Otra de las razones por las que no creo que vaya a haber una baja votación, es porque quien sea el candidato querrá dejar constancia de que cuenta con el respaldo de los simpatizantes y más allá de eso, que encabeza una fórmula que convence a la gente de salir a votar.

¿El reto es que no haya mucho abstencionismo? La verdad, me parece que el principal es que la opinión pública vea que se trata de una elección que sea considerada como trampolín para quienes tienen interés en buscar el Senado en dos años y después, pretender promocionarse pensando en la lejana sucesión gubernamental de Tamaulipas.

Algo más: Quizá más importante que esa etapa, lo primordial es que el partido adelante su proceso interno mediante una encuesta, para seleccionar a su candidato a la senaduría.

Y como se ve, si se imponen las malas prácticas de la dirigencia nacional, que son bien conocidas entre los morenistas, es casi seguro que si el elegido como abanderado no goza de las simpatías ni de la buena imagen que se necesitan, haya fracturas internas.

ESCOTILLA

El canciller Marcelo Ebrard Casaubón ya dio el banderazo para que sus seguidores comiencen a trabajar en el proyecto de la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.

Con un evento realizado hace días en la Ciudad de México, Ebrard anunció que planea recorrer los 300 distritos electorales federales del país, para hacer lo necesario y afianzar su posicionamiento entre la militancia.

El secretario de Relaciones Exteriores es de los pocos, poquísimos personajes de alto nivel de la Cuatroté que se ha ganado el respeto dentro y fuera de México por su inteligencia, preparación y capacidad de lograr acuerdos.

Su prudencia y sensatez contrastan con las ocurrencias e impulsos muchas veces irresponsables de la gran mayoría de los secretarios y cófrades de Andrés Manuel.

abarloventotam@gmail.com

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