Esta semana les adelantaba que en breve podría haber noticias sobre la auditoría iniciada hace unas semanas por la Contraloría Estatal en la Comapa Zona Conurbada, para detectar indicios de posible corrupción durante el gobierno cabecista. Ese momento ya llegó.
Y les comentaba que el ojo de la Cuatroté estaba puesto en las gestiones de Jorge Rivera Schotte y Gabriel Guerra Turrubiates, los dos gerentes de la última etapa del cabecismo, quienes se fueron en medio de escandalosas acusaciones de presuntas malversaciones de recursos públicos, además de ineficiencia en el manejo del organismo operador de las redes de agua potable y drenaje.
La situación encontrada por Francisco González Casanova, el nuevo Gerente General y por su equipo, revela que más cosas se estuvieron manejando de manera muy diferente a lo que dictan la ley, la honestidad, la eficiencia y la responsabilidad por parte de quienes se fueron.
Bien, déjenme confirmarles que ayer llegó a las instalaciones de la Comapa Zona Conurbada -ahora conocida como Comapa Zona Sur-, un numeroso grupo de auditores de la Contraloría Estatal para profundizar en la revisión de las finanzas y bienes de la institución, buscando las pistas del desaseo en la actuación de los anteriores servidores públicos.
El objetivo es llegar hasta el final del camino a donde llevan las huellas negras que dejaron en el organismo Jorge Rivera Schotte y Gabriel Guerra Turrubiates. También, se trata encontrar a los responsables de ello y sustentar lo que serán las acusaciones penales a que haya lugar, porque de eso se trata el compromiso del gobernador Américo Villarreal: Combatir y castigar con todo el peso de la ley cualquier acto de corrupción. Y la Comapa Sur en tiempos de Francisco García Cabeza de Vaca es en donde están puestas la atención y la revisión a fondo por parte de la Cuatroté.
Los auditores están cumpliendo indicaciones precisas del gobernador Américo Villarreal Anaya, quien tiene en su escritorio desde hace tiempo algunos expedientes en los que se reportan presuntos malos manejos financieros, comportamientos poco transparentes y dudosamente éticos en los tiempos tanto de Jorge Rivera Schotte como de su relevo, Gabriel Guerra Turrubiates, por lo que la orden es tajante: Busquen todo, en todos lados, hasta el mínimo detalle que revele cualquier presunto acto de corrupción, para castigarlo como se merece por el abuso cometido en contra de los ciudadanos.
La cantidad de quejas, las numerosas situaciones irregulares que le han sido reportadas al gobernador de lo sucedido en la Comapa, son motivos más que suficientes para haber ordenado que la auditoría sea detallada para llegar al fondo del asunto. Y el fondo significa pedir la cárcel para quien haya cometido cualquier delito en el organismo, así que no duden que en eso va a terminar esta auditoría.
La principal instrucción que traen los auditores de la Contraloría Estatal es revisar minuciosamente cada operación, cada movimiento, cada acción que implique el uso de dinero, ante las fuertes presunciones de que durante el tiempo que Rivera Schotte y Gabriel Guerra estuvieron al frente de la Comapa, hubo malos manejos y fraudes.
El grupo de servidores públicos de la Contraloría se entrevistó directamente con el Gerente General del organismo, Francisco González Casanova, con el gerentes Administrativo, Sergio Villarreal Brictson, así como con los del área Comercial y Técnica, quienes les ofrecieron las facilidades para que puedan realizar su trabajo de la mejor manera.
Es claro que la indicación del gobernador Américo Villarreal Anaya es que la auditoría llegue hasta donde sea necesario, para que se despejen las dudas sobre los sospechosos y escandalosos manejos financieros que se hicieron durante la pasada administración estatal y en especial, en el lapso que correspondió despachar en la Gerencia General a Jorge Rivera Schotte y a Gabriel Guerra Turrubiates.
También hay que decir que los empleados y funcionarios de la Comapa Zona Sur tienen la instrucción de informar a sus jefes y superiores toda acción que realicen en sus labores y que tengan que ver con el manejo de los recursos públicos que se les confiaron en el sexenio anterior, con el objetivo de que los auditores tengan la información completa, real y detallada de lo que se hizo, para de esta manera conocer la magnitud del daño patrimonial que pudiera haberse cometido contra el organismo en las gestiones de Jorge Rivera Schotte y Gabriel Guerra Turrubiates.
La Cuatroté va muy en serio contra quienes cometieron actos de corrupción, manejaron mal las cosas y abusaron de la confianza de la gente. Y por supuesto que hay varios y bien identificados presuntos responsables. En poco tiempo veremos más resultados.
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