Por segunda ocasión en menos de un año, los tamaulipecos podrán acudir a las urnas a votar, algo que no entusiasma a la mayoría. El principal reto es vencer el desinterés y el abstencionismo que muchos han anticipado.

Con un padrón electoral superior a los 2 millones 700 mil ciudadanos, Tamaulipas será uno de los 3 estados que este año tendrán actividad electoral, aunque a diferencia de Coahuila y Estado de México, aquí se renovará solamente una senaduría que quedó vacante.

Lo inesperado de la elección extraordinaria que se celebrará este domingo obedece a que por ley, el Instituto Nacional Electoral (INE) tuvo que iniciar el procedimiento para realizar comicios en los que se deberá elegir a un sucesor del senador Faustino López Vargas, fallecido en octubre pasado.

La premura por cumplir lo establecido en la Constitución para sustituir al legislador que dejó la vacante, hizo que el INE atendiera con celeridad la petición del Senado y emitió la convocatoria. Los tiempos internos de los partidos también se aceleraron y en poco tiempo tuvieron que seleccionar a sus candidatos.

La elección extraordinaria de Tamaulipas transcurrió de manera singular: Aunque la ley contempla plazos para precampañas y después para el proselitismo de forma abierta, en Tamaulipas ninguno de los tres candidatos participantes realizó actividades previas a su nominación formal, por el poco tiempo que hubo para que fueran seleccionados por sus partidos y coaliciones.

Las campañas se iniciaron el 28 de diciembre y concluyeron el miércoles 15 de febrero. En ese lapso, los candidatos recorrieron la mayoría de los 43 municipios, sosteniendo reuniones pequeñas, con grupos de simpatizantes y con sectores de la sociedad civil, pero la falta de interés de los ciudadanos se notó en la asistencia a los eventos que se han organizado porque distan de las grandes concentraciones registradas en las campañas por la gubernatura o las Alcaldías.

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha sido insistente en su petición a los ciudadanos para que les faciliten el trabajo a los supervisores y capacitadores asistentes electorales, quienes desde principios de enero comenzaron sus recorridos para notificar a los insaculados que fungirán como funcionarios de casilla, posteriormente capacitarlos y preparar lo necesario para su participación.

Desde el principio, las autoridades han invitando y exhortando a la población a que se involucre en el desarrollo de este proceso electoral y se prepare para ejercer su derecho al voto, pues tanto tienen garantías de ser transparentes, legales y pacíficas.

El INE ha dispuesto de diversas herramientas para facilitar a los ciudadanos el cumplimiento de su obligación de acudir a votar y para ello ha difundido el uso de la aplicación “Ubica tu Casilla”, que proporciona la dirección exacta del sitio en los que se instalarán las mesas de votación.

Además, en esta elección extraordinaria, 2 mil 481 registros de ciudadanas y ciudadanos podrán votar desde el extranjero, de los cuales 725 eligieron la modalidad postal y 1,756 la electrónica.

En este escenario, en el que las campañas nos mostraron eventos que se vieron poco concurridos, el principal reto de los partidos y de las autoridades que organizaron los comicios es vencer el abstencionismo propiciado por el desinterés ciudadano.

Aunque hay quienes afirman que conservadoramente la afluencia de votantes a las urnas podría ser del 25 por ciento del padrón, otros estiman que el porcentaje puede ser inclusive menor, rondando entre el 10 y el 12%, lo que significaría que se confirmarían las expectativas de abstencionismo.

Independientemente de las razones por las cuales la gente vaya o no a votar este domingo, hay que reconocer y apreciar el trabajo de organización del INE, de su personal, los capacitadores y supervisores electorales, pero particularmente de los ciudadanos que participarán como funcionarios de casillas el día de la elección.

abarloventotam@gmail.com

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