Los signos de los nuevos tiempos son claros e inevitables: Tamaulipas tiene las carreteras más seguras del país, es uno de los estados que más recaudación de impuestos obtiene y aporta a la Federación; es la entidad que más granos produce, es una potencia ganadera a pesar de los estragos del estiaje y, por si fuera poco, es de los principales destinos para la inversión privada nacional y extranjera.
Tiene además el destino turístico más importante del Golfo de México en Playa Miramar ubicada en Ciudad Madero; a Tampico, la ciudad más segura del país y a Nuevo Laredo, con el gobierno municipal más eficiente en la entrega de resultados.
Sí, todo eso tiene y posiblemente más cosas positivas, favorables para los ciudadanos que habitan en sus grandes centros urbanos y en amplias zonas rurales o suburbanas. Es innegable, pero…¿y? ¿Cuál es el problema? Simple y sencillamente que a pocos les interesa ya, que no a todos les llama la atención saber esto. Así son las cosas, son los signos de los nuevos tiempos en Tamaulipas.
Con este contexto, de poco sirve presumir en redes sociales oficiales el discurso de triunfalismo en el que se habla de resultados, de avances o de expectativas sobre lo que está en marcha, si a la inmensa mayoría le importa poco en estos momentos y además, ve con un dejo de desdén lo que se le dice desde el poder. Siempre es así.
No es que sean asuntos que no valga la pena comentar y destacar, sino que justamente por tratarse de información oficial que se difunde masivamente, con insistencia y un enfoque que pretende justificar la actuación de una administración que está por irse, trae de origen una fuerte carga de rechazo ciudadano.
Creo que hay cosas buenas que deberían reconocerse a la administración que agoniza, pero en el balance final existen puntos negativos que tienen que ver con la actuación de burócratas que no siempre dieron el ciento por ciento de su capacidad para cumplir con la responsabilidad que se les asignó, pero principalmente me parece que lo más cuestionable es la actitud que se tuvo con amplios grupos sociales y políticos del estado, desde el mismo grupo cerrado que ha ejercido el poder en estos años.
Unos le llaman soberbia, otros arrogancia. Yo creo que es una mezcla de ambas, aderezada con ingenuidad -aunque coloquialmente se le dice de otra forma-, porque quienes tuvieron la enorme oportunidad de encabezar los destinos del estado perdieron de vista que se trataba de un ciclo de seis años. Porque no pudieron sustraerse del hechizo que provoca el poder absoluto, porque padecen de la misma maldición de casi todos los que les antecedieron en el último cuarto de siglo.
En la política nunca terminas de darle gusto a todos, es cierto. También lo es que los enemigos son de verdad y los amigos, de mentiras, pero por lo mismo lo menos que debes hacer es abrir frentes de batalla, hacerte de adversarios gratuitos y actuar como los anteriores. Ni hablar, no todos tienen la capacidad de entender esto.
LO MEJOR PARA TAMAULIPAS
No sorprendió que ayer el presidente López Obrador hablara por fin de las elecciones en Tamaulipas, en donde Morena obtuvo el triunfo hace casi 2 meses. En su tradicional conferencia de prensa matutina, Andrés Manuel aseguró que el hecho de que haya ganado Américo Villarreal Anaya es lo mejor que le pudo haber pasado a la entidad.
López Obrador recordó que conoce bien al ahora gobernador electo, de quien dijo que es un hombre honesto, íntegro y de buen corazón, atributos que consideró necesarios para que se convirtiera en ganador de los comicios en un entorno complicado.
La expresión debe entenderse como un mensaje más, directo, claro, indiscutible acerca de lo que va a suceder a final de cuentas en las siguientes semanas: No hay que especular sobre la decisión del Tribunal Electoral de Tamaulipas o la Sala Regional del Tribunal Federal, porque Américo trae todo el respaldo de la Cuatroté por muchos motivos.
El mensaje del Presidente hablando del triunfo de Morena y de Américo, con sus características personales y las expectativas generadas entre los tamaulipecos es directo y no deja lugar a dudas. Quienes siguen apostando por crear confusión y generar falsas esperanzas de que la elección será anulada deben entenderlo.
En Tamaulipas, dijo Andrés Manuel, los ciudadanos dieron una muestra de valor al salir a votar en condiciones difíciles para lograr la alternancia y eso será importante para que en consecuencia, desde la Federación se apoye el proceso de transformación que se comprometió encabezar Villarreal.
En ese sentido, Américo se mostró agradecido con las palabras del Presidente y reiteró que su compromiso principal es con los ciudadanos que confiaron en el proyecto que pretende cambiar de fondo muchas de las cosas que no están bien. La honestidad, dijo el gobernador electo, es condición indispensable para ello.
Con ese antecedente, es comprensible que sea cada vez más insistente la versión de que el rumbo que lleva el proyecto de la Cuatroté tendrá un estilo muy definido, con el apoyo total del gobierno federal a cada acción que decida poner en marcha Américo. Así se interpreta que en los días pasados Villarreal se haya reunido con el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, con el Fiscal General Alejandro Gertz Manero, con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Pablo Gómez y así como con el responsable del Centro Nacional de Inteligencia, Audomaro Martínez Zepeda.
ESCOTILLA
Quien sigue insistiendo en colarse a la lista de futuros funcionarios de primer nivel en el gobierno de Américo Villarreal es Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
El diputado federal tiene la mira puesta en la administración para de ahí saltar a la candidatura al Senado. Sin embargo, el escandaloso caso de los hermanos Carmona sigue siendo su principal obstáculo. Integrarlo al gabinete sería un error terrible que difícilmente va a cometer Américo, porque enviaría un mal mensaje a los ciudadanos sin partido que votaron por un cambio en Tamaulipas.
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