La incorporación de Maximiliano “Max” Cortázar como Coordinador de Difusión, Opinión Pública e Imagen del Gobierno de Tamaulipas, nos da una idea del rumbo que va a tomar la administración de Francisco García Cabeza de Vaca en los dos años que le quedan.
Cortázar tiene vasta experiencia en esas tareas, las cuales ha desempeñado con personajes como Felipe Calderón y los fallecidos Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso.
Maximiliano complementará el equipo que ya lidera Francisco García Juárez, como Coordinador General de Comunicación Social. No lo va a desplazar, sería impensable, dada la estrecha cercanía y lealtad mutua que Paco tiene con el Gobernador desde hace años.
Más bien, las labores del ex-vocero de Calderón quizá estarán enfocadas en la estrategia para fortalecer la imagen de Cabeza de Vaca en el escenario nacional, pues aunque desde el año pasado ha figurado en el top 10 de los gobernadores mejor evaluados, hay uno que siempre aparece en primer lugar: Mauricio Vila, de Yucatán. Y después, Francisco Domínguez, de Querétaro.
En el tablero político, la jugada del tamaulipeco es audaz, pero ya se esperaba como algo indispensable en cuestión de tiempo.
Mejorar su posicionamiento nacional y colarse más arriba en la lista de los prospectos del PAN a la Presidencia en 2024 no sólo se anticipaba, sino que era considerado un movimiento necesario y ahora vemos, oportuno.
Cabeza de Vaca es junto con Enrique Alfaro, de Jalisco y Silvano Aureoles, de Michoacán, uno de los pocos gobernadores que han sido frontales en su relación con el Presidente López, a quien han exigido en tono de respeto pero firme, que la Federación sea más equitativa en la distribución de recursos fiscales con los estados, que entregue apoyos económicos extraordinarios para enfrentar la pandemia y ponga en marcha programas específicos para apoyar a miles de empresas que pasan por momentos difíciles desde el inicio de la pandemia.
García es el principal impulsor de la formación de la Alianza Federalista por México, que dejó mutilada a la Conago, organización que terminó siendo un florero más en el escenario político nacional, sin lanfuerza ni el protagonismo de antes.
El caso es que con la integración de Cortázar, ayer, a su equipo cercano, el gobernador tamaulipeco da en los hechos, un paso firme en la senda por colocarse de manera protagónica como una figura central del PAN a nivel nacional, a partir de la difusión de los resultados de su gobierno, la influencia para generar una opinión pública favorable y el conocimiento de su perfil entre panistas y ciudadanos en general. Eso será clave y sabe que tiene el tiempo encima.
La relación formal y amable que mantiene públicamente el mandatario con el Presidente López, es tirante en el fondo. Cada quien tiene sus puntos de vista en torno a muchos temas y los defienden a su estilo.
Esta confrontación de ideas y puntos de vista no ha sido ríspida en lo público, a pesar de que es evidente que desde la 4T le han cargado la mano a Cabeza de Vaca, desde dependencias como la CFE del impresentable Manuel Barttlet.
Utilizando peones como Alejandro Rojas Diaz Durán, suplente del todopoderoso senador Ricardo Monreal, algunos personajes de la 4T lo han querido desgastar y subir al ring sin éxito.
Quienes conocen a García Cabeza de Vaca saben que no suele responder públicamente con rudeza, si no es necesario. Al estilo norteño, no le saca al enfrentamiento, pero sabe responder cuando se necesita. Por lo general, sus modos no se notan cuando opera.
El enroque es bueno. Sumar la experiencia de Cortázar a su equipo, va a ayudar a despegar el potencial que tiene Cabeza de Vaca, para buscar el liderazgo dentro del PAN, que lo lleve a un objetivo superior más allá de 2022.
Mientras eso sucede, la prioridad debe ser restaurar la unidad panista en el estado, afianzar al PAN como primera fuerza, reteniendo la mayoría del Congreso local y las principales Presidencias Municipales. Y claro, arrebatarle a Morena los distritos federales que ganó en 2018, cosa que me parece más difícil.
