Cualquier partido está expuesto a tener candidatos que en lugar de aportar a sus causas, de sumar simpatías y llevar al triunfo, sean lastres que hunden las campañas.

Hoy, Morena, el partido del Presidente López Obrador está en esa situación de manera más clara y más grave que los demás.

Son varios los candidatos que en las últimas semanas se han convertido en un persistente dolor de cabeza para el partido, aunque públicamente lo nieguen e inclusive, con cinismo los defiendan.

A donde uno vea, hay candidatos que son cargas que van haciendo que el partido oficial vaya perdiendo peso en la competencia electoral. Las intenciones de voto van cayendo y si en diciembre se hablaba de que tendrían entre 10 a 12 de las 15 gubernaturas que se disputarán en junio, hoy las cosas son diferentes. Si acaso, ganarán unas 7, que no es una cifra despreciable,  por cierto.

Zacatecas con David Monreal y los tocamientos a mujeres candidatas de su propio partido; Puebla, con el diputado Saúl Huerta acusado de abuso sexual a menores; Félix Salgado Macedonio, denunciado por varios casos de presunta violación; en Sonora, Alonso Durazo, de presumibles vínculos con el crimen organizado; de Nuevo León,  Clara Luz Flores, quien mintió acerca de su relación con un criminal sexual condenado en Estados Unidos, son parte de una lista de candidatos que estorban y que puede incrementarse de aquí al día de las elecciones.

Por lo pronto y como integrantes relevantes de ese grupo, ayer Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, quienes habían sido postulados como candidatos de Morena a los gobiernos de Guerrero y Michoacán, se quedaron sin la posibilidad de contender.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial (TEPJ) resolvió por abrumadora mayoría ratificar la cancelación de sus candidaturas, por incumplimiento de la ley, al no entregar los reportes de sus gastos de precampaña.

Los defensores de sus candidaturas -generalmente afines a la autollamada 4T-, han repetido el mismo mensaje que comparten el Presidente López Obrador y el encargado nacional de Morena, Mario Delgado: Acusan al INE de excederse en la aplicación de una sanción contemplada en la misma ley.

Sin querer, en el fondo la decisión de los magistrados del TEPJ es una respuesta a los reclamos de grupos sociales, principalmente de mujeres,  que demandaron al partido del presidente retirar su apoyo a la nominación de Salgado Macedonio, quien está acusado de presuntas violaciones desde hace varios años. Aunque las denuncias pretendieron ser minimizadas por el gobierno estatal priísta de Guerrero, en un afán de congraciarse con el régimen, al final se deja a Félix sin la candidatura. Es un tanto absurdo que hayan sido el INE y el Tribunal quienes mostraron la empatía que Morena y el Presidente les negaron a las presuntas víctimas de Salgado Macedonio y a la sociedad en general, pero lo importante es proceder.

Falta, claro, que las autoridades ministeriales de Guerrero y la dirigencia nacional de Morena se muestren interesados en actuar con responsabilidad,   congruencia y sentido de justicia, emprendiendo las acciones legales correspondientes en contra de Salgado Macedonio, de quien se sabe es amigo cercanísimo del Presidente López Obrador.

Eso explica en parte por qué Félix ha sido protegido al extremo y se le han pasado por alto todo tipo de actitudes deleznables, como las amenazas a los consejeros del INE.

¿Va a ayudar a Morena el que el Tribunal haya cancelado esas candidaturas? Personalmente creo que sí,  porque el partido que emcabeza Mario Delgado se va a librar de fuertes cargas negativas que exhibían-todavía- a Morena como un partido protector de presuntos abusadores y hostigadores sexuales, como una organización que no tiene empatía con las víctimas de ese tipo de delitos, como un instituto político que no se preocupa por grupos defensores de derechos de las mujeres y además, como un apéndice administrativo que avala las decisiones que se toman en Palacio Nacional para proteger a ese tipo de personas, tan solo porque tienen el apoyo irrestricto de quien realmente manda en Morena.

CARLOS PÉREZ VA POR VOTOS PETROLEROS

En el distrito 8 que corresponde a Tampico y parte de Ciudad Madero,  Carlos Pérez Hernández ha penetrado muy bien en sectores tradicionalmente priístas, a los que Morena le había puesto el ojo.

En Madero, en donde el sindicato petrolero aglutina a una importante cantidad de afiliados y sus familias, el candidato de Movimiento Ciudadano a diputado federal ha comenzado a recibir muestras de apoyo y compromisos concretos para trabajar en la campaña.

El notario público puede dar la sorpresa porque conoce territorialmente Tampico, pues durante varios años fue “padrino” de la estructura tricolor, pero el hecho de tener el respaldo de varios grupos influyentes dentro del sindicato petrolero puede influir en la definición de los resultados.

Sin duda, los candidatos de Morena a diputados federales en los distritos 7 y 8 deberían estar preocupados, porque Carlos conoce bien la forma en que operan. Y, seguramente, va a aprovechar esa enorme ventaja.

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