Cuando los problemas son tan grandes y difíciles de resolver, es natural reconocer la incapacidad para enfrentarlos y pedir ayuda.

Uno diría que si se aceptan las limitaciones y se reconoce la necesidad de recibir ayuda, es válido que haya ese apoyo para arreglar las cosas que estén mal.

Eso es lo que parece estar sucediendo en México en el tema de la violencia e inseguridad, que han ido creciendo de manera descontrolada en los últimos años.

Ayer leía en el periódico español El País que el Nuncio Apostólico de El Vaticano en México, Franco Coppola, afirmó que el Presidente López Obrador pidió a la iglesia católica su intervención para resolver el problema de la violencia.

Se entiende desde el punto de vista del enorme poder de influencia que tiene esa iglesia en amplios sectores de la sociedad civil. Es comprensible, es válido y es plausible que se pida ayuda a quien tiene más capacidad para dialogar y resolver cualquier conflicto.

El representante del Papa tienen 5 años en México y ha visto la última etapa del gobierno priísta de Peña, en donde se optó por evitar hablar de la inseguridad y se solapó el accionar de diversos grupos. Pero también ha visto cómo el nuevo régimen que se dice transformador, ha dejado de hacer lo que por mandato constitucional le corresponde.

Aunque abiertamente no lo dice, es evidente que sabe que la situación que se vive en regiones cada vez más grandes del país, en prácticamente todos los estados, es consecuencia de la indolencia. O de la incapacidad, que es igual de malo.

En la autollamada 4T se ha optado por una política que no es tal, pues se trata simplemente de voltear a otro lado mientras los delincuentes hacen de las suyas.

Esa mística de “abrazos, no balazos” que el Presidente hizo el eje de su estrategia de no combate a la inseguridad, ha prohijado más violencia.

Ha hecho que aumente el número de grupos criminales que siguen operando impunemente y haciendo que lo que va de este sexenio, sea el más violento en su primera mitad.

Más allá del discurso simplista y maniqueo de quienes critican la estrategia que pone en el centro el combate a grupos criminales, para hacer valer la ley y proteger la integridad de los ciudadanos, es un hecho irrefutable que los dos gobiernos que antecedieron al actual régimen fueron diferentes en cuanto a su comprensión del problema.

Cuando se habla de la política federal de seguridad y del combate al crimen, los críticos de Calderón y Peña salen de todos lados. Es normal y también deseable,  porque pueden aportar visiones diferentes, si lo hacen con argumentos, más que con suposiciones.

Cierto, en ambas administraciones hubo fallos graves, omisiones y seguramente hasta posible complicidad de quienes debieron haber cumplido su labor de aplicar la ley y garantizar la seguridad a las familias mexicanas, pero que sucumbieron a la tentación del dinero y de las satisfacciones que les provee el poder.

Pero el asunto de fondo aquí es que en lo que va de este gobierno de la autollamada 4T las cosas no parecen ir mejor.

La narrativa oficial se ha centrado en el combate a la corrupción y la impunidad de las élites, pero en contrasentido se siguen viendo casos de eso que se dice querer erradicar.

Es bueno que cuando no se puede, se pida ayuda para tratar de resolver algún problema. Pero si no se tiene voluntad, de nada sirve querer.

PALOMA, SIGUE SUBIENDO

Tal como se había pronosticado, la candidata del PRI a la Alcaldía porteña,  Paloma Guillén Vicente sigue subiendo en las preferencias electorales.

Aunque inició las campañas con apenas un 3%, lleva ya el 11 por ciento de las intenciones de voto entre los tampiqueños, según una encuesta semanal de Massive Caller.

Paloma ha ido creciendo a costa de apoyos que han ido perdiendo por igual otras candidatas como América Sandoval y en mayor proporción Olga Sosa, según esa medición.

Si las cosas van por el mismo camino, en lo que falta de las campañas la experimentada candidata priista puede treparse al segundo sitio, peleando muy de cerca con la abanderada de Morena.

Esa misma encuesta coca a Chucho Nader en el primer sitio, con más de 30 puntos de ventaja sobre el segundo lugar de la competencia.

Desde la última medición hecha la semana pasada, Chucho subió 3 puntos, Olga medio punto y Paloma 1 más.

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