Pasadas las primeras horas de la consulta popular que distrajo la atención durante varios días, a millones de mexicanos los vuelven a alarmar las noticias de la realidad que viven.

El día a día pone frente a la gente problemas como el desempleo irrefrenable, el aumento en el número de pobres, la degradación de la política y, por si fuera poco, el encarecimiento de productos y servicios como consecuencia de la crisis económica que trajo la pandemia.

Un día se amanece con una noticia desagradable como el inminente incremento en el costo de servicios públicos o las tarifas de energía eléctrica y al otro con los reportes de que los casos de contagios por Covid se acumulan diariamente por miles, mientras los muertos son más de los que se reconocen oficialmente.

En medio de esa mezcla de información que en poco ayuda a mejorar el ánimo social, es poco edificante saber que temas que no tienen que ver con asuntos prioritarios del país siguen ocupando diariamente espacios que podrían ser destinados a alentar la discusión respetuosa de la sociedad en búsqueda de soluciones.
Pero no, en su lugar vemos y escuchamos que se plantean ocurrencias, se habla de temas de un pasado que se fue hace décadas y de cosas que se quieren hacer de aquí en adelante, como si el sexenio fuera infinito.

No es fácil transitar de los buenos deseos a la realidad, especialmente cuando no se tiene voluntad para ello. Y eso aplica para la política, la economía y la convivencia democrática.

Ya cuando los medios informativos especializados en temas económicos y financieros del país ponen como sus principales noticias las relacionadas con el crecimiento de casos confirmados de Covid y con el aumento incesante de muertos, sabemos que las cosas van mal.

Sabemos que aunque la economía es un tema fundamental, el de la salud es prioritario y debe ser atendido como tal, pero no se ha entendido así desde el poder.

Por eso, cuando nos enteramos que ahora, ante el fracaso de la consulta popular se busca enjuiciar políticamente a consejeros del INE a quienes se quiere culpar de la pobre afluencia de votantes, a muchos nos queda la sensación de que la realidad es una en la mente de quienes detentan el poder, pero la que viven millones de mexicanos es diametralmente opuesta.

Tomemos eso como un distractor más, mientras lamentablemente la Secretaría de Salud federal nos confirmaba ayer por la tarde que se registraron 686 fallecimientos, incluidos los sospechosos, pero se anotaron en la lista 18 mil 911 casos nuevos. Y así es cada día, de las últimas semanas.

La presencia de la variante Delta y de otras derivaciones del virus están causando más contagios y muertos en México, algo que parece no ocupar la atención de las autoridades que están más enfrascadas en disputas políticas e ideológicas del pasado, que en lo que realmente importa.

AMÉRICO, RODOLFO Y ROJAS

Conforme se vayan acercando las fechas en que Morena empiece a hacer los primeros sondeos para ir decantando la lista de quienes serán finalistas en su encuesta para seleccionar al candidato a la gubernatura, vamos viendo el movimiento de unos y los golpes bajos contra otros.

Así, al senador Américo Villarreal Anaya se le ve lo mismo en reuniones con liderazgos sociales y con representantes de sectores económicos de Tamaulipas, que en actividades legislativas. El victorense ha cuidado bien su perfil de ganador de una elección complicada como coordinador del partido en Sinaloa, además de refrendar cada que se puede, la cercanía con los más altos círculos de la 4T.

Por su parte Rodolfo González Valderrama empezó a hacer más visible su presencia mediática, algo entendible si recordamos que no es conocido más allá de reducidos círculos del partido, lo cual es una limitación si es que quiere ser el candidato el próximo año.

Luego está Alejandro Rojas Díaz Durán, muy propenso a la diatriba y a las escaramuzas cada que se aparece por Tamaulipas. El suplente del senador Monreal dice que quiere ser candidato a gobernador, pero no reúne los requisitos legales para ello. Sin embargo, por alguna extraña razón le siguen dejando hacer ruido mediático.

Felipe Garza Narváez sigue insistiendo en que sean los ciudadanos, no sólo los simpatizantes del partido, quienes decidan la candidatura y para eso es necesario abrirse a la sociedad, dejar que todos los interesados participen y se vayan enrolando en la dinámica de proyección personal. Pero, en esto ha sido enfático Felipe: Para que haya piso parejo, quienes tienen cargos públicos deben separarse de ellos, a fin de que haya equidad en la competencia.

De los demás: Maki Ortiz, José Ramón Gómez Leal, Carlos Canturosas y Erasmo González, poco se ha sabe hasta ahora, pero es seguro que en los siguientes días los veremos más activos.

abarloventotam@gmail.com

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