La febril actividad que realizan desde hace meses varios personajes políticos, con evidente interés por estar en las boletas electorales, no les funcionó a todos.
No porque fueran malos o tuvieran una mala estrategia. A veces, las cosas simplemente no salen, no se acomodan a las circunstancias.
Oficialmente, hay partidos que no han confirmado a sus precandidatos -como en PAN, Morena y el Verde-, pero otros ya anunciaron que van a presentar a algunos aspirantes que buscarán ganar las elecciones de junio.
Los casos que han llamado la atención son el PAN y Morena, porque mientras el blanquiazul ha sorprendido al filtrar que va a postular a ex priístas como Yahleel Abdalá o a Oscar Almaraz, en el Partido del Presidente las cosas no se han definido del todo, porque siguen viéndose rastros de la pugna que tuvieron cuando se realizó la renovación de la dirigencia nacional.
El tema de los aspirantes acelerados que desde el año pasado hicieron intensas campañas disfrazadas de promoción de su trabajo legislativo o en el gobierno, sirve como ejemplo para resaltar que no siempre la prisa significa que van a llegar a donde quieren o querían, porque hubo otros que fueron menos visibles e inclusive pasivos, que finalmente parecen haber obtenido las candidaturas.
Ahí están los casos de Joaquín Joaco Hernández Correa y de Jaime Turrubiates Solís, quienes sin jugarla de manera tan evidente podrían tener en la bolsa las nominaciones azules a la diputación federal y a la Alcaldía maderense.
O los de Rosa González Azcárraga y Nora Gómez quienes si las cosas no cambian serían postuladas a la curul federal y a la local del sur por Tampico, en tanto que otros como Ciro Hernández Arteaga y Elizabeth Humphrey de Gil, pintan para ser confirmados en las candidaturas a la Presidencia Municipal y la diputación por el distrito sur de Altamira.
Podríamos decir que ellos aplicaron bien eso de “despacio, que llevo prisa” , porque con menos, parece que hicieron más. Eso, o puritita suerte de algunos.
Claro, hay que aclarar que todo es extraoficial y sin certeza, hasta que el partido en el poder estatal haga los anuncios formales. Uno nunca sabe en qué punto de las negociaciones se va a caer alguna candidatura, como podemos verlo con quienes se quedaron en el camino en estos 3 municipios.
También hay casos de personajes que aunque abiertamente no dijeron que aspiraban a una candidatura, han estado promoviéndose como si la buscaran y eso hizo que muchos se fueran con la finta.
Por ejemplo, en el sur hay varios burócratas que se han colocado en los últimos meses como protagonistas en redes sociales. Se les nota la prisa por ser conocidos, que no reconocidos, pues es diferente.
Con campañas relacionadas con la difusión del trabajo que realizan, entrega de despensas (o roscas, o sandías) y hasta jornadas de vacunación, convirtieron la tarea institucional en acciones de promoción personal con recursos públicos.
Otros, hacen ostensible su cercana amistad con miembros de la realeza política, como si eso bastara para ser candidatos (as).
Se les nota la prisa por lograr la aceptación entre las filas panistas, aunque en realidad el único apoyo que tienen es el padrinazgo.
Eso, en tiempos en los que la guerra electoral se acerca, no siempre es bueno para ellos porque como están las cosas, no extrañe que salgan a la luz varios expedientes negros que se puedan utilizar en los siguientes meses.
Esto apenas va empezando y promete ponerse intenso.
