En alguna ocasión ya había comentado que la diputada priísta Mariana Rodríguez Mier y Terán era la única de los legisladores tamaulipecos que había dado voz a padres y familiares de niños con cáncer.

Además de las actividades legislativas en las que ha participado, Rodríguez Mier y Terán destaca por la claridad con la que analiza, discute, cuestiona y propone accciones en relación con temas de salud y derechos humanos.

En estos años, la diputada victorense se convirtió en los hechos en una activista a favor de niños y mujeres que enfrentan problemas a causa del cáncer.

Un mínimo de atención al trabajo de la diputada priísta podrá confirmar que ha sido constante en su actuación en tribuna para apoyar las demandas de padres de niños con cáncer, quienes se han quejado por la criminal falta de medicamentos.

Si bien Mariana llegó a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal enfrentando la resistencia inicial de muchos priístas de toda la vida, en su desempeño legislativo ha dejado constancia de que en algunos casos la prueba de las urnas no es necesaria si se tiene capacidad e interés para hacer lo que un diputado puede.

Claro, es natural pensar que sus intervenciones en tribuna tienen como objetivo lograr un protagonismo político que le ayude a proyectarse para proyectos futuros. Es posible, porque ha sido una costumbre de políticos mexicanos sin excepción.

Pero al margen de eso, es incuestionable que Mariana Rodríguez ha estado cerca, muy cerca de quienes en estos 3 años han dado la batalla para que el gobierno cumpla con su obligación de dotar de medicinas y garantizar quimioterapias a niños con cáncer.

En un régimen que se precia de humanista y sensible, las quejas de colectivos son un denominador común en las expresiones de molestia que se observan en la sociedad civil y encontrar quién haga que la voz de los afectados se escuche fuerte, es algo valioso.

Esto viene a colación porque esta semana, la diputada priísta confirmó que participará en una marcha que grupos de padres y familiares de niños con cáncer han programado para realizarse el sábado en la Ciudad de México.

Son pocos los diputados que han expresado su apoyo a la justa causa de los niños con cáncer, que se quedaron sin medicamentos cuando el gobierno federal optó por cambiar las políticas de compra de medicinas, sin entender ni atender adecuadamente el problema.

De esos legisladores, hay que decirlo y recordarlo para que la sociedad no lo olvide, ninguno de los actuales diputados federales por Tamaulipas ha mostrado empatía y respaldo a la lucha de esos colectivos. Ninguno.

Mariana Rodríguez Mier y Terán es, por cierto, una priísta que rompe con el estereotipo tradicional de los militantes de ese partido. Llegó a la Cámara de la manera más fácil y tiene una trayectoria ligada al poder político y económico.

Son comprensibles la molestia y críticas de muchos priístas que fueron desplazados de la lista de candidatos plurinominales hace 3 años, para darle cabida a Mariana.

Se dijo y se afirma, sin evidencia contundente, que su arribo a San Lázaro se debe al apoyo del ex Gobernador Egidio Torre Cantú, en cuya administración recibió muchas oportunidades para escalar en el servicio público, gracias a la amistad y cercanía de Manuel Rodríguez Morales, el secretario de Obras, con Egidio. También, por sus relaciones familiares con Susana Hernández Flores, hermana de Eugenio, el ex que también está preso hace unos años.

No obstante, creo que muchos estarán de acuerdo en que es justificado el malestar de los priístas desplazados. También sus críticas al apoyo que ha manifestado a esa causa. Inclusive, se entiende que haya quien pueda afirmar que se trata de oportunismo, pero nadie podrá cuestionar que ha hecho lo que los diputados federales de Morena o del PAN en la Cámara no han querido.

Otra cosa: En el vapuleado PRI tamaulipeco que muestra sus inclinaciones a buscar sumarse a Morena antes que hacer una alianza opositora con miras a 2022, la figura de Mariana Rodríguez Mier y Terán bien debería ser vista con interés y apertura suficientes para plantearse la posibilidad de que pueda encabezar su esfuerzo propio para recuperarse en el estado.

Es más, ya hay quien la incluye en una hipotética lista de aspirantes a buscar la nominación como parte de una alianza PAN-PRI-PRD el próximo año. Puede ser.

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