Dos bloqueos a la circulación vehicular en el bulevar Adolfo López Mateos”, los gritos de enojo de cientos de adultos mayores y la incapacidad de los responsables de la campaña de vacunación contra el Covid, evidenciaron ayer que las cosas no van bien.
Vamos por partes: El gobierno federal anunció con apenas 48 horas de anticipación, el inicio de las acciones de vacunación a personas de la tercera edad en Tampico y Ciudad Madero, algo que debió haberse hecho en marzo.
Dejando de lado el incumplimiento de la autollamada 4T en los plazos establecidos originalmente, lo que llama la atención es la falta de coordinación de quienes integran las brigadas encargadas de aplicar las vacunas, pues dejaron claro que la premura con la que se planeó la jornada de vacunación tiene mucho que ver con el criterio político que se quiere dar a este programa, no tanto con el interés de proteger la salud de la población mayor.
Lo de ayer es una muestra de que cuando las cosas se hacen la responsabilidad adecuada no salen bien, pues se afecta a la población que en este caso se quiere cuidar.
Los errores logísticos, la falta de empatía de los llamados Servidores de la Nación y el criterio -insisto, político- que utiliza la autollamada 4T para pretender vacunar a los adultos mayores una semana antes de iniciar más campañas políticas por las Alcaldías y el Congreso local, nos confirman que se están haciendo las cosas a las prisas, sin el debido cuidado y con afán de aprovechar esto en favor de los candidatos de Morena y sus aliados.
Y LAS CIFRAS SIGUEN CRECIENDO
Mientras eso sucede, las cifras de muertes por complicaciones a causa del Covid siguen creciendo.
Más de 210 mil personas han perdido la vida desde que se inició la pandemia el año pasado en México y parece que eso no importa a las autoridades federales.
Es larga la lista de acciones equivocadas e indolentes que la autollamada 4T ha realizado en este tiempo, especialmente por el pésimo manejo del problema sanitario derivado del Covid.
EL Presidente López Obrador ya ha manifestado su molestia por los cuestionamientos a su gobierno, al ver los resultados de la estrategia de vacunación y la manera tan errática en que se ha conducido la Secretaría de Salud federal al enfrentar este problema.
Lo vengo diciendo hace semanas, meses quizá: Desde varios sectores de la autollamada 4T (eso incluye a sus partidos satélites), se reconoce y se alardea de que la campaña de vacunación va a ser utilizada para atraer simpatías y votos a favor de Morena.
Y, en los hechos, ya lo estamos viendo. La candidata de Morena a la gubernatura de Nuevo León, la expriísta Clara Luz Flores fue captada haciendo proselitismo y presumiendo la campaña de vacunación como un logro del Presidente López, cuando en realidad es una obligación.
Se entiende por la desesperación de Flores, pues de acuerdo con las últimas encuestas, cayó al tercer lugar de preferencias luego de haber sido exhibida en un vídeo. Se entiende, pero no se justifica. Es ruin.
El caso es que en tanto se registran diariamente este tipo de situaciones en cualquier parte del país, en donde los candidatos de Morena y sus aliados como son el PT, Partido Verde y los otros satélites quieren aprovechar con mezquindad esta campaña de vacunación, la cantidad de personas fallecidas sigue creciendo de manera imparable y el Gobierno Federal se ve incapaz de controlar el problema sanitario, pero lo más grave es que hasta ahora, ningún representante de la autollamada 4T, entiéndase diputado federal o senador, ha salido a pedir que se pongan en marcha programas de apoyo a quienes han perdido sus empleos o sus negocios a causa de la pandemia.
