Aunque estaba programado desde hace unos meses, ayer el gobernador Américo Villarreal Anaya entregó un lote de cien patrullas a la Guardia Estatal, para fortalecer su capacidad operativa en las labores de vigilancia para garantizar la seguridad en todas las regiones de la entidad.
El mandatario ha dicho una y otra vez que la seguridad es un tema prioritario de su administración y por tanto, se destinarán los recursos necesarios para que los ciudadanos tengan la certeza de que cuentan con cuerpos de seguridad preparados, equipados y listos para actuar en tareas preventivas de delitos.
En ese contexto se inscribe la entrega de las cien patrillas a la corporación policíaca estatal, lo que se espera pueda verse en el corto plazo en una diferencia en la percepción de seguridad y en el mediano, en el cambio de la imagen que tiene Tamaulipas como consecuencia de la actuación de las autoridades en el pasado reciente, cuando se tenía una especie de tolerancia hacia grupos delincuenciales para que operaran con impunidad en diversas zonas.
Con más equipamiento motriz, la Guardia Estatal podrá ampliar los perímetros de vigilancia y hacer más frecuentes las labores de patrullajes, especialmente en las regiones y en áreas urbanas o rurales en donde se requiere de mayor presencia policíaca para prevenir la comisión de delitos.
Se sabe que dentro de los planes que tiene el gobierno de Américo está la rehabilitación de dos helicópteros que serán usados en acciones de vigilancia en apoyo a la Guardia Estatal, lo que aunado al seguimiento personal que da le mandatario en las reuniones diarias de seguridad, se reflejará en el mejoramiento de las condiciones de este renglón.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Tamaulipas está entre los primeros 12 estados del país en contar con mejores niveles de seguridad en el país y comparado con entidades vecinas como Nuevo León y San Luis Potosí, se tiene la menor cantidad de delitos de alto impacto y de todos los que comparten frontera con Estados Unidos, es también el más seguro.
Los recientes hechos ocurridos en Matamoros y en Reynosa refuerzan la certeza de que el equipamiento de la Guardia Estatal y el acercamiento de la coordinación con el gobierno federal son temas que a la administración encabezada por Américo le importan, porque son la clave para cambiar la imagen que tiene Tamaulipas en relación a la responsabilidad para enfrentar a los grupos que operan al margen de la ley.
LA DEUDA SOCIAL CON LOS MIGRANTES
Firme y congruente puede entenderse la postura de la diputada federal Rosa González Azcárraga, quien hace tiempo había planteado la necesidad de que en Tamaulipas se creara una Secretaría del Migrante para atender este problema social.
La legisladora, quien preside la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, recordó que en la frontera tamaulipeca hay registrados unos 17 mil migrantes que esperan cruzar a Estados Unidos y permanecen ahí desde hace meses, muchas veces sin tener una respuesta a sus peticiones ante autoridades del vecino país.
Los grandes grupos de migrantes que están en los municipios fronterizos generan un impacto en las finanzas públicas, en la sociedad y en la economía de esa región, además de los aspectos de índole humanitaria.
Por esto, Rosa González había considerado que una Secretaría del Migrante podría haber cumplido eficazmente con una labor importante en la atención a ese grupo poblacional, pero el Congreso estatal rechazó la iniciativa que proponía su creación.
Vistas así las cosas, no hay duda que las autoridades mexicanas tienen una deuda social con los migrantes, independientemente de si están en espera de cruzar a Estados Unidos mediante permisos especiales o de manera ilegal.
El hecho de que el Congreso de Tamaulipas haya negado la posibilidad de darle forma a un ente público con mayores recursos y capacidad operativa que las que ya tiene el Instituto Tamaulipeco del Migrante, es lamentable por donde se vea, pero en particular si nos atenemos a las razones humanitarias.
Bueno, la actual Legislatura local nos e ha caracterizado precisamente por actuar con un sentido común en todos los casos, por los perfiles evidentemente deficientes de la mayoría de sus integrantes. Ya será para mejor ocasión.
LAS RAZONES DE COLOSIO
El Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas ya se descartó como aspirante presidencial de Movimiento Ciudadano. El joven rechazó cualquier interés por participar en un proceso electoral que evidentemente será muy polarizado, duro y posiblemente hasta violento en muchos aspectos.
Colosio Riojas, a quien el dueño nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado había contemplado como opción para proponer un candidato propio, dio varias razones muy válidas que cualquier político responsable y todo padre, entenderá.
Primero, dijo, tiene apenas poco tiempo en el servicio público y en este caso, como Alcalde de Monterrey. Segundo, no quiere ser factor de división de una oposición que legítimamente va a luchar por recuperar espacios de poder, pero la más importante a irrefutable, la que se gana el aplauso y la empatía, es que sus hijos están pequeños, necesitan a su padre y es el momento correcto de estar con ellos.
Gran respuesta, mejor decisión e insuperable muestra de que hay que dejar de lado los intereses mezquinos cuando se antepone lo superior: La familia.
ESCOTILLA
Quien no deja de realizar actividades que buscan conectarlo bien con la gente de las colonias y de algunos sectores de la población en especial, es Claudio de Leija.
El delegado de la Secretaría del Bienestar en Ciudad Madero estuvo el fin de semana participando como invitado en un evento deportivo, al que acudió con la representación oficial pero también, como un promotor del deporte.
Claudio sigue afirmando que va en firme por la posibilidad de obtener la candidatura de Morena a la Alcaldía de Ciudad Madero, carrera en la que aparece bien en algunas mediciones que se han hecho hasta ahora.
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