La zona metropolitana de Tampico, ubicada al sur del estado, es la que ofrece la mejor imagen de Tamaulipas en los ámbitos nacional e internacional.
Un puerto pujante y en crecimiento constante, con el corredor petroquímico de capital privado más dinámico del país; una refinería que aunque vieja está siendo rehabilitada para mejorar la capacidad de producción y una ciudad que es el centro financiero, comercial, de servicios de una vasta región que incluye a Veracruz y San Luis Potosí, son el conjunto geográfico que da la cara agradable por la entidad.
El sur tiene a la ciudad más segura de México -Tampico- y a su Alcalde como el mejor calificado por los ciudadanos. También, el segundo destino turístico carretero más importante -Playa Miramar, en Ciudad Madero- y como decía, el complejo industrial y portuario, con el agregado de su fortaleza energética en el municipio de Altamira.
La conurbación del sur es la región que muestra la cara amable, positiva, progresista y moderna de Tamaulipas. La que sin discusión alguna pone en alto el nombre del estado y de los tamaulipecos trabajadores y de bien, que hacen de la zona un referente nacional en materia de comercio, servicios, industria, ganadería, pesca e innovación empresarial.
La seguridad pública en Tampico, Ciudad Madero y Altamira en conjunto, tiene los mejores niveles de los 43 municipios. No es ocioso recordar que el puerto jaibo destaca por sobre todos los demás en ese rubro.
En tiempos turbulentos, en días en los que nos enteramos que el conteo oficial muestra que en lo que va del sexenio de López Obrador se han registrado más de 150 mil homicidios dolosos -muchos más que con Fox y Calderón, por ejemplo-, saber que Tampico y su zona conurbada está bien calificados por los ciudadanos, organizaciones no gubernamentales y dependencias oficiales, es motivo de orgullo y de compromiso para seguir la ruta.
El caso del sur de Tamaulipas es singular, porque de los tres municipios conurbados, Tampico es el más seguro del país, el que tiene el Alcalde mejor evaluado por los ciudadanos, el que es calificado como un modelo de gobierno a seguir, el que es encabezado por una administración que no pertenece a la Cuatroté. Eso es más que notable.
Conseguir buenos números de calificación al desempeño de gobierno, conservar el nivel de seguridad pública, la confianza empresarial para invertir y generar empleos, proyectar una imagen de respeto y de eficiencia a nivel nacional hacen que en este momento y hacia adelante, los tampiqueños valoren y contrasten los estilos de ejercer el poder, de encabezar una ciudad y de proponer un proyecto de gobierno diferente al que prevalece en el país.
Por fortuna, aquí las cosas son diferentes, como lo dicen los propios números oficiales y lo reconocen todos por igual. En el sur y especialmente en Tampico, descansa el esfuerzo compartido de proyectar la imagen amable, positiva, responsable, moderna y segura de Tamaulipas.
LA MEJORÍA DE IMAGEN EN COMAPA
Una de las coas que empezaron por mejorarse en la Comapa Sur, desde que se realizó el cambio en la Gerencia General, fue trabajar en el cambio de percepción de los miles de usuarios que a diario batallaban para ser atendidos, para que se escucharan sus quejas y pra pedir soluciones a problemas como el rezago en el pago por problemas económicos o abusos de la dependencia.
Cuando el gobernador Américo Villarreal Anaya designó a Francisco González Casanova como titular, la instrucción primaria fue clara y precisa: Mejorar la eficiencia sin sacrificar la atención, poniendo sensibilidad en el trato con la gente.
Con esa directriz, el equipo gerencial hizo el diagnóstico y encontró áreas de oportunidad que ya se están atendiendo, como el servicio a los usuarios, a quienes durante los períodos de Jorge Rivera Schotte y Gabriel Guerra Turrubiates se dejó en tercer plano, mientras los gerentes en turno se dedicaban al protagonismo y a lisonjear a Francisco e Ismael, sus jefes.
Hoy, una de las cosas que han cambiado es la percepción pública, a pesar de que miles de usuarios de la Comapa Sur ven que hay calles abiertas y obras inconclusas, en las que se trabaja para resolver el problema heredado por los que se fueron. Luego les platico cómo va el plan de integrar a representantes de la sociedad civil y de los sectores productivos a los proyectos de mejora de su infraestructura.
ESCOTILLA
No sorprendió que el diputado loca Edmundo “Mon” Marón se reuniera con el dirigente estatal del sindicato de maestros en Tamaulipas, Arnulfo Rodríguez, porque es parte de una estrategia de acercamiento con aliados importantes que tiene el legislador porteño.
Marón acompañó a Arnulfo a un encuentro que se realizó para reunir a la estructura social de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), una de las organizaciones con más agremiados en la entidad y con gran fuerza política.
En un mensaje que difundió en sus redes, “Mon” Marón aseguró que como legislador trabaja de cerca con el sindicato magisterial, para conocer sus inquietudes y tratar de encontrar soluciones a las necesidades de los miles de maestros que viven y trabajan en Tamaulipas.
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