¿Alguien se ha puesto a pensar por qué en las últimas semanas ha aumentado el nivel de exposición mediática de la exdiputada federal Olga Sosa Ruiz, mientras que la diputada y presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Úrsula Salazar Mojica parece haberse reducido?
Quizá es porque hasta hace un mes, Sosa era considerada seriamente como la alternativa de una corriente morenista para ser impulsada como posible candidata al Senado, con el fin de que la exalcaldesa panista de Reynosa, Maki Ortíz Domínguez, no siguiera consolidando su ventaja en algunas encuestas conocidas hasta ahora.
La idea de esa tribu morenista tiene sentido, aunque no soporta un análisis serio cuando se observa que hasta el momento no hay nadie del género femenino dentro del partido que pueda hacerle mella a la fortaleza que muestra Maki en las encuestas conocidas. Es probable que por eso se haya reconsiderado esa opción.
El punto de la pregunta inicial es que semanas atrás, Sosa empezó a hacerse presente con más frecuencia en la zona sur, particularmente en Tampico, en donde ya hay quienes piensan que intentará por segunda ocasión ser la candidata a la Alcaldía. Hace dos años, la exdiputada local perdió de manera contundente ante Chucho Nader.
La recientemente mayor presencia mediática y pública de la funcionaria estatal no significa que necesariamente vaya a ser la candidata de Morena a la Presidencia Municipal de Tampico en 2024, aunque de las tres personas que son mencionadas como aspirantes es la más conocida en el territorio, aunque en un contraste de aspectos positivos y negativos las cosas están casi parejas.
Tampoco quiere decir que tanto la regidora Mónica Villarreal Anaya -hermana del gobernador-, como la diputada Úrsula Salazar Mojica estén descartadas, pues los grupos que apoyan a cada una de ellas también le apuestan a una renovación en las figuras que pretenden llegar a la Alcaldía porteña.
Lo que nos dice es que es altamente probable que con sus cada vez más frecuentes apariciones por Tampico, Sosa esté atendiendo una instrucción para ser quien busque aglutinar los esfuerzos de los grupos que buscan las candidaturas a la Presidencia Municipal, las diputaciones locales y la federal, pues su condición de funcionaria pública la limita en cuanto a sus propias aspiraciones.
Al inicio de la administración estatal, el gobernador Américo Villarreal planteó a sus colaboradores que quien tuviera una responsabilidad en el gabinete se olvidara de pensar en buscar candidaturas en 2024, pues en el pasado esa práctica derivó en desatención de las tareas encomendadas a los servidores públicos. Quienes prefirieron la seguridad de la nómina al riesgo de una nominación así lo expresaron y se selló el compromiso.
Por eso creo que tanto Úrsula como Mónica no ven a Sosa como adversaria, pues en el grupo que la visializabacomo aspirante al Senado ya evaluaron las cosas y preferirán reservarla para otra ocasión, sin que eso signifique que tiene cierto capital político que puede poner a disposición del partido y de los candidatos y candidatas que sean postulados en el proceso electoral que viene.
Por otro lado, el partido confía en su propia estructura territorial y en las que puedan aportar los diferentes personajes que se han sumado a Morena en los últimos dos años.
En síntesis, a la pregunta del por qué se ha visto más seguido a Sosa en Tampico y por qué ha bajado el nivel de exposición de Úrsula, la respuesta parecer ser esa: Sosa vendría a reforzar la fórmula sin ser candidata, pero tratando de aportar conocimiento y respaldo en las colonias, mientras que la menor presencia de Salazar Mojica se debe a los asuntos que debe atender en el Congreso.
Sin embargo, nada está escrito y así como se toman decisiones que a veces toman en cuenta las circunstancias del momento, así como se puede improvisar para enfrentar un compromiso electoral en condiciones de competitividad o cuando menos para hacer un papel digno, así pueden definirse las cosas en los meses que faltan para terminar el año.
ESCOTILLA
En el lado de la alianza opositora que seguramente formarán otra vez el PAN con el PRI y el PRD, los jaloneos por las candidaturas ya empezaron a hacerse más visibles y fuertes.
Por un lado, la cofradía cabecista insiste en su empeño de que Ismael sea nuevamente candidato al Senado y la excandidata Imelda Sanmiguel, de quien se dice es bastante cercana al legislador, complemente la fórmula azul, aunque ambos aparezcan abajo en algunas mediciones que se han hecho.
En cuanto al PRI, al empuje inicial de la secretaria general del Comité Estatal, Mayra Ojeda y del secretario de Operación Política, Luis Enrique Arreola, se han sumado los autodestapes de algunos priístas de la vieja (viejísima) guardia que piensan que por sus trayectorias y apellidos se les deben otorgar las candidaturas al Senado. Primero que se pongan a trabajar por su partido.
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