Estamos en la recta final de las administraciones municipales y en este tramo, los Alcaldes que están por concluir su encomienda aplican un ritmo más acelerado en su trabajo.
El último trimestre de los gobiernos que encabezan Alma Laura Amparán Cruz, Chucho Nader y Adrián Oseguera, tiene diversos retos que los Presidentes Municipales quieren cumplir dentro del tiempo establecido por la ley.
En los casos de Chucho y Adrián, quienes ganaron la elección y estarán al frente un período más en los Ayuntamientos de Tampico y Ciudad Madero, las cosas deben terminar en septiembre para comenzar en octubre una siguiente etapa por los próximos tres años.
En cuanto a Alma Laura Amparán, después de haber participado en la campaña en búsqueda de la diputación local por el distrito 18, la Alcaldesa se reintegró a sus actividades habituales hace unos días, retomando de inmediato en ritmo de trabajo.
Para la señora Amparán, atender asuntos relacionados con el mejoramiento de los servicios públicos, el mantenimiento de la red hidráulica para la prevención de inundaciones durante la temporada de lluvias, además de darle continuidad a los programas sociales de apoyo a familias vulnerables en la zona urbana y rural, son de carácter prioritario en esta última etapa de su administración.
Justo esta semana, doña Alma Laura supervisó los avances del programa de desazolve en el sistema lagunario, mediante el cual se busca avanzar en el incremento del nivel de captación del vaso lacustre para garantizar el abasto de agua a la población, el sector comercial y la industria.
Además del desazolve en la Laguna de Champayán, el gobierno de Altamira proyecta realizar trabajos coordinados con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para efectuar labores de mantenimiento en el Canal del Puente, ubicado en el mismo vaso lacustre.
La problemática derivada del bajo nivel de captación en el sistema lagunario debe ser resuelta a través de la coordinación interinstitucional, y con inversiones fuertes por parte de la Federación y el estado, aunque el gobierno municipal también hace su parte.
En este último trimestre, Alma Laura Amparán quiere cerrar su administración terminando de cumplir los compromisos hechos con los altamirenses, además de sentar las bases para que las autoridades que vengan a partir de octubre encuentren proyectos en marcha que beneficien a la población, lo mismo en materia de servicios públicos que de obras de infraestructura y programas sociales en apoyo a los que menos tienen.
CUANDO EL TRIINFO ES AJENO
Ayer, la dirigencia estatal de Morena en Tamaulipas expresó su posición institucional respecto a las elecciones, pidiendo que el Tribunal Electoral ratifique los triunfos obtenidos por sus candidatos en las elecciones del 6 de junio.
De acuerdo con el comunicado dado a conocer ayer, Morena desliza el argumento de que el gobierno estatal panista pretende quitarle los triunfos a sus candidatos y pide la actuación del Trieltam.
Como ocurre cuando el triunfo es ajeno, es normal escuchar y conocer las quejas de los perdedores sobre las supuestas intervenciones de actores que pretenden desconocer los resultados.
Sin embargo, cuando las acusaciones vienen de parte de quienes oficialmente ganaron la contienda, las cosas no tienen demasiado sentido y parecen más bien inscritas en el marco que busca instalar una narrativa que desacredita a las instituciones encargadas de organizar y calificar las elecciones.
Como sea, por la posición de Morena y de algunos de sus propagandistas en Tamaulipas y en la Ciudad de México, parece que quieren vender la idea de que el gobierno estatal buscaría eventualmente arrebatar los triunfos obtenidos en algunos distritos, para recuperar la mayoría legislativa.
Esto parece más una estrategia auto victimizante que no tiene sentido, porque al día de hoy Morena tiene la mayoría legislativa, pero si proceden las quejas y recursos de impugnación presentadas ante las autoridades, sí es un hecho que la decisión podría revertirse y entonces el partido del Presidente se quedaría cerca de tener control del Congreso.
Sin embargo, pretender adelantarse a decisiones que todavía se llevarán por lo menos un par de meses, se antoja más como un intento de manipulación de la opinión pública, porque no sustenta sus quejas y solamente repite la misma narrativa que pretende desacreditar a los órganos electorales.
