La elección del nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) el pasado 31 de enero, no concluyó con el triunfo de Ricardo Aldana Prieto, el hombre fuerte del grupo que durante años ha comandado Carlos Romero Deschamps, pues ya se exigió la anulación del proceso por las irregularidades detectadas.

Hace días, la senadora Cecilia Sánchez, una de las ex aspirantes a ese cargo, impugnó el proceso y exigió la aplicación de la ley y de los estatutos para declarar inválida la elección, argumentando para ello diversas violaciones en las que habría incurrido Aldana, pero en donde según esto, participaron indirectamente los titulares de las 36 secciones del STPRM.

La legisladora presentó el 9 de febrero su recurso legal ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (SPTS), en donde denuncia presuntas irregularidades en la elección, que fundamentan las dudas surgidas en torno al proceso, como el acuerdo para que la Comisión Nacional de Vigilancia se erigiera en Comisión Nacional Electoral, lo cual es contrario a lo que establecen los estatutos.

La Senadora Sánchez pidió a la instancia dependiente de la STPS que anule la elección de Ricardo Aldana al frente del sindicato petrolero, porque afirma que con la decisión del Comité Nacional y de los secretarios generales de las 36 secciones se violó el artículo 371, fracción 9 y el artículo Vigésimo Transitorio de la reforma del 1 de mayo de 2019, como asentó en el documento presentado y del cual dieron cuenta diversos medios.

Cecilia Sánchez fue la segunda de las ex aspirantes en denunciar anomalías en el proceso interno, pues antes lo había hecho María Cristina Alonso García, quien hizo notar que había evidencias de que los trabajadores recibieron presiones para apoyar a Aldana. Esas dos quejas son parte de las 191 presentadas ante las autoridades federales, por las presuntas irregularidades cometidas en la elección del nuevo secretario general del sindicato de Pemex.

Más allá de las denuncias presentadas por varios de los ex aspirantes al cargo que ahora tiene Aldana Prieto, en el sentido de presunta coacción y ofrecimientos para comprar votos, lo cual no se ha confirmado con evidencias, lo que da sustento a los nuevos cuestionamientos a la elección del ex tesorero del Sindicato Petrolero tiene que ver con algo más serio: De acuerdo con la senadora Sánchez, el nuevo secretario general es inelegible porque no es un trabajador sindicalizado, sino que se encuentra registrado como empleado de confianza con Nivel Jefe Especialista Técnico desde el 26 de junio de 2017. Siendo así, estaría impedido para ejercer un cargo como dirigente sindical.

Para ver las cosas en contexto, hay que recordar varias cosas: Primero, que meses antes se realizaron elecciones en las 36 secciones del sindicato petrolero en el país. La inmensa mayoría de los ganadores está identificada plenamente como partidarios, simpatizantes y beneficiarios de las relaciones laborales y personales con Carlos Romero Deschamps, el cuestionadísimo ex dirigente que ha controlado el STPRM por casi 30 años.

Otro dato que debe ser retomado y revisado para tratar de dilucidar el tipo de compromisos del gobierno del Presidente López Obrador con la nueva dirigencia sindical petrolera, es que Ricardo Aldana Prieto era Tesorero del Sindicato Petrolero manejado por Romero Deschamps, cuando estalló el escándalo del desvío millonario de recursos públicos hacia la campaña presidencial del PRI en el año 2000. Aldana era Senador en ese entonces y gracias a que tenía fuero pudo librar las acusaciones y no fue sometido a proceso legal. Antes, fue también tesorero nacional del STPRM, en el período 1979-1989, cuando estaba bajo control absoluto de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”. Conociendo todo esto, es increíble cómo se le haya permitido contender, a pesar del mensaje que se envía a la sociedad que día con día escucha discursos del gobierno contra la corrupción del viejo régimen.

A pesar de todo esto, y pese al recurso presentado por la senadora Cecilia Sánchez ante la STPS, se ve complicado que el gobierno federal acceda a atender la petición de anular la elección de Ricardo Aldana por las presuntas irregularidades detectadas y las aparentes violaciones a los estatutos del sindicato. Simplemente, creo que infortunadamente para los trabajadores que no coinciden con él, las cosas van a segir igual y no habrá una reconsideración.

Es decir, Aldana va a seguir ahí hasta que el gobierno quiera y le sea útil sencillamente por varias razones: La primera es que prácticamente todos los secretarios generales de las 36 secciones del STPRM en el país, se han alineado con Aldana por un explicable sentido de pertenencia al mismo grupo afín a Carlos Romero Deschamps. Ellos fungen de alguna forma como su soporte en el liderazgo, como una cofradía que defenderá el status quo de la organización.

También, porque como han anotado diversos analistas especializados en temas energéticos en el país, al gobierno del Presidente López Obrador le interesa tener control, vía alianzas o preciones, de los principales sindicatos del país y en este caso, el de los trabajadores petroleros para que apoyen sus acciones y proyectos que tienen que ver con el sector, como la refinería de Dos Bocas y lo que tiene que ver con mantener a Pemex como principal contribuyente y pivote de una pretendida recuperación de la soberanía energética. Contar con el apoyo de los trabajadores es vital y para eso necesitan a quien tenga influencia y poder sobre ellos, en este caso, Aldana y sus secretarios generales afines. Además, este año habrá elecciones en 6 estados y en 2024, la elección presidencial y se necesitan aliados.

No debería sorprender la estrategia, porque no es la primera vez que se observa. Independientemente de si los gobiernos han sido del PRI, del PAN o de Morena, el control corporativista de sindicatos y organizaciones laborales o agrarias es algo que siempre hemos visto. Tampoco causa sorpresa, porque al igual que antes, los discursos están diametralmente opuestos a lo que se practica desde el poder. Y para muestra, ahí está el caso de la lujosa residencia de Houston, por citar solamente un ejemplo.

Parece que la Cuarta Transformación se convirtió en una regresión a los viejos métodos de la relación del gobierno con las organizaciones sindicales. Sí, como con el PRIAN.

abarloventotam@gmail.com

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