¿Hasta dónde va a llegar el enfrentamiento entre el gobierno federal y el de Tamaulipas?

Dependiendo del lado en el que se esté, unos afirmarán que hasta que el mandatario tamaulipeco sea desaforado y llevado a instancias judiciales.

Otros, que hasta que quede claro que se trata de un asunto político, una acción institucional concertada para golpear la imagen partidista, la reputación personal y a la oposición en su conjunto.

La acción de la Fiscalía General de la República para pedir a la Cámara de Diputados que valide el procedimiento para desaforar al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca rompió toda posibilidad de acuerdo.

Si Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, había evitado la confrontación en una clara prueba de que es mejor establecer un diálogo respetuoso para transitar a 2022 y 2024 en condiciones de cordialidad dentro de las diferencias, la petición de la Fiscalía dinamitó los puentes de comunicación directos e indirectos que había y acabó con toda posibilidad de conciliación.

El mensaje que ayer dio el Gobernador en Tampico, en donde hizo un recuento de los logros de su gestión en casi 5 años, insistió en algo que los acusadores han dejado pasar.

Se trata del sentido de pertenencia, el sentimiento de que los de afuera (políticos, medios, consultores, padrinos de candidatos/as) vienen y promueven acciones que trastocar la armonía de los tamaulipecos.

Parece un lugar común, pero en realidad es un hecho irrefutable que partidarios, simpatizantes y adversarios de Cabeza de Vaca pueden confirmar: Nadie como los tamaulipecos para defender y actuar en favor de esta tierra.

Eso no es un secreto y tampoco privativo de un determinado grupo partidista, político o económico. Desde el centro no se entiende que solamente quienes viven – vivimos- en Tamaulipas sabemos del miedo y la angustia que era transitar por carreteras inseguras, de evadir balaceras, de saber que la relación entre anteriores autoridades estatales y el crimen era simbiótica y por ende, impune, vergonzosa, indigna.

Por eso se entiende que se use ese recurso para argumentar a favor de García, quien presume como logros suyos el restablecimiento de la paz y la tranquilidad en el estado.

Claro, eso es muy independiente del enfrentamiento público, evidentemente político entre el gobierno de la autollamada 4T y la administración de Tamaulipas.

No hay punto de retorno, los puentes de comunicación que había fueron destruidos y en el horizonte solo parece quedar un camino de dos vías: el desafuero (seguro si se impone la mayoría obediente en la Cámara de Diputados) o la definición del asunto con base en algún acuerdo político. Pero, a juzgar por el criterio radical y tajante que aplica el Presidente López en casi todo, las cosas no irán por ahí.

¿Hasta dónde va a llegar esto? Sin duda, hasta que uno de los dos actores se imponga. Parece fácil, pero hay mucho de fondo.

Hasta el mes pasado, a la oposición le faltaba una figura que aglutinara la inconformidad,  las acciones e intenciones de los afectados por el nuevo régimen.

Después de la solicitud presentada para buscar desaforar a García Cabeza de Vaca, la alineación opositora se ha ido dando y parece ser lo que faltaba para articular una fuerza capaz de agrupar a actores y sectores diversos que buscarán este año prepararse para la pelea crucial de 2024. Esa es la ruta.

CASI 200 MIL MUERTOS

Mientras el Presidente López sigue empecinado en no usar cubrebocas, mientras López Gatell minimiza la gravedad de la pandemia, el Covid ha cobrado ya la vida de casi 200 mil personas y ha afectado a más de 2 millones 170 mil mexicanos. Los muertos de la 4T en un año son una losa que va a pesar más, conforme avance el tiempo. Eso, sin contar las víctimas de la acción de los grupos criminales que se han envalentonado por la absurda estrategia de ofrecer abrazos, en vez de aplicar la ley. Y decían que estábamos mal.

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