En la natural comparación, tanto el gobernador tamaulipeco como el Presidente de la República pueden contarse entre las víctimas de la baja en sus niveles de aprobación pública. Sin embargo, hay de caídas a caídas.

El año pasado, después del primer bimestre comenzaron a notarse en las mediciones públicas los efectos de la campaña jurídica y mediática emprendida por la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera en contra de Francisco García Cabeza de Vaca, al reducirse notablemente la buena percepción que los ciudadanos tenían de su administración.

García era hasta entonces el principal impulsor de la ahora desaparecida Alianza Federalista, un ente integrado por varios mandatarios de oposición que asumió un rol protagónico y contestatario ante el gobierno federal. Las acusaciones fueron determinantes para empezar una estrategia de golpeteo contra Francisco y a partir de ahí empezó la caída de la popularidad del mandatario tamaulipeco y se hizo más rápido el ascenso de la del Presidente. Los resultados los vimos en las elecciones de junio pasado.

Lo que son las cosas: Consulta Mitofsky pone, hoy en día, a Cabeza de Vaca en el segundo sitio de los gobernadores que más han incrementado su popularidad. Así de sorprendente, después de conocerse que las acusaciones que sirvieron de base para la embestida jurídica y política en su contra se han desestimado.

La caída de los índices de aprobación del gobernador contrastó con el aumento en el porcentaje de popularidad presidencial y parecía que eso definiría el destino de la gubernatura que se va a renovar este año. La marca política Morena subió como consecuencia del impulso de la imagen presidencial, pero parece que llegó a un tope y estamos en una etapa de reversión.

Del proceso para seleccionar al candidato de Morena a la gubernatura, muchos de los simpatizantes del partido del Presidente salieron inconformes, con la unidad maltrecha y un concepto de lealtad que han ido confundiendo. Esto es consecuencia de varios factores, entre ellos, el desgaste acelerado de la figura de López Obrador. La serie de dislates y yerros que ha ido acumulando el Presidente en los últimos meses están cobrando la factura a un costo alto, en un aspecto que para el titular del Ejecutivo parece su obsesión más grande: La popularidad entre la gente, la buena imagen que su figura puede tener entre “el pueblo bueno”.

ESTO DICEN LAS ENCUESTAS

Hay por lo menos dos casas encuestadoras que de manera constante han estado haciendo ejercicios de medición de la popularidad del Presidente, que han dado puntualmente cuenta de cómo ha ido cayendo el índice de aprobación entre los ciudadanos. Por grupos etarios, los resultados muestran claramente que quienes menos apoyan a López Obrador son los que mejor perciben lo errático de sus políticas en materia económica, política, fiscal y de seguridad. Su principal apoyo radica en los miles de beneficiarios con becas, subsidios y pensiones a adultos mayores, jóvenes que no estudian ni trabajan y por supuesto, madres de familia que son el sostén de sus hogares.

Ayer veía los números que le dan a la popularidad presidencial TResearch y Consulta Mitofsky y en términos generales siguen siendo aceptables para la lógica presidencial, pero si los observamos fríamente confirman una caída constante de ese índice. Un descenso, vale decirlo, que ya debería tener preocupados a quienes miden la eficacia del gobierno bajo la óptica de la popularidad y no de los resultados.

En apenas cuatro semanas, TResearch reporta que la popularidad del Presidente ha caído 8 puntos porcentuales, al pasar de 69.3% a 61.7%, una cifra que aunque es buena representa un descenso bastante fuerte de 2 puntos porcentuales por semana. La caída es evidente y notable.

Mientras, Consulta Mitofsky señala que las cifras de López Obrador, hay dos lapsos que miden el comportamiento del ánimo social: El primero es del 2 de enero a la fecha y el segundo, del 13 de febrero al mismo día del presente mes. El trabajo de tracking poll para el periódico El Economista, muestra que en ambos casos hay un descenso: Si se mide desde enero a marzo, la popularidad ha bajado 6 puntos. Si es del 13 de febrero al 13 de marzo, son 3 puntos. El declive es sostenido, aunque menos acelerado.

En esa evaluación de Mitofsky para El Economista, resulta interesante ver las caídas en rubros como economía, seguridad y corrupción, porque el porcentaje de ciudadanos que consideran que la economía ha mejorado es igual a los que piensan que las cosas están mal. En el de la seguridad, ha crecido el porcentaje de quienes opinan que estamos peor -duplica a los que creen que vamos bien- y finalmente, en el apartado de la corrupción, el 78.6% estima que hay mucha y apenas el 17% que es poca.

Es aleccionador conocer estos reportes, porque nos indican cómo se va decantando la percepción pública sobre el desempeño del gobierno y de la popularidad del Presidente, lo que inevitablemente repercutirá en la marcha que tengan los 6 candidatos de Morena a las gubernaturas que van a renovarse este año, porque todos los aspirantes le apuestan a la marca partido para ganar.

LAS QUEJAS CONTRA PALACIOS

La diputada Nayeli Lara Monroy salió ayer a decir claramente que no está dispuesta a permitir que el delegado de Morena en el estado, Lucio Ernesto Palacios, la tome contra ella como pretexto y quiera justificar su falta de capacidad para poner orden dentro del partido.

La legisladora por el distrito de Altamira aseguró que se va a defender y no permitirá que la expulsen, pues solamente decidió separarse del grupo parlamentario, no renunciar al partido. Como sea, las cosas se le complican a Palacios, quien desde que estalló el escándalo de los hermanos Carmona ha visto cómo se le descomponen los escenarios.

Mientras eso pasa, ya hay quienes andan candidateando a los 2 sobrinos del Presidente y a un camaleónico ex priista como los aspirantes a coordinar la bancada morenista en el Congreso.

ESCOTILLA

Ayer, Francisco García Cabeza de Vaca tuvo en Reynosa un acto para dar un mensaje con motivo de su último informe de gobierno. Hoy enviará el documento al Congreso y se dirigirá a los habitantes de Nuevo Laredo, mañana a los de Matamoros y el jueves estará en Tampico. Cerrará el viernes en Victoria.

abarloventotam@gmail.com

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