La designación de José Ramón “JR” Gómez Leal como candidato de Morena a la senaduría vacante en la elección extraordinaria de febrero, es una prueba para ver cómo opera el partido el proceso que sigue.

Hace unas semanas, cuando se conoció la convocatoria, Gómez Leal me decía que estaba muy tranquilo porque en la anterior encuesta, la realizada para seleccionar al candidato a la gubernatura, él había aparecido en segundo sitio, solo debajo de Américo Villarreal Anaya, quien fue el abanderado morenista.

Aunque los casi 50 aspirantes registrados sabían que solo uno sería el elegido para representar al partido en los comicios próximos, no deja de ser una decisión que a más de uno no va a dejar satisfecho del todo. En fin, por eso el reto para los operadores políticos pues tendrán que hacer lo necesario para garantizar que haya unidad interna.

Varios de los contendientes lo dijeron antes de conocer el resultado, cuando recién se registraron para participar en el proceso: es el tiempo de la unidad y de trabajar para consolidar el proyecto de la Cuatroté en Tamaulipas.

Efectivamente, ese es el momento que están viviendo en el partido del Presidente y es lo que deberán de demostrar al conocer la decisión de la dirigencia nacional.

Quienes no querían a “JR” como candidato lo bloquearon desde hace algunos años, cuando supieron que era el delegado de programas federales en el estado pero aún así, Gómez Leal logró colarse a la etapa final de la evaluación cuando Morena se decidió por Américo Villarreal como su candidato a la gubernatura.

Quienes golpearon política y mediáticamente a “JR” olvidaron que durante los tres años que estuvo al frente de la coordinación de programas asistenciales del gobierno federal, logró recorrer los 43 municipios y tener contacto con la estructura territorial que eventualmente le puede ayudar a sacar adelante cualquier nominación, como en este caso.

La decisión del partido estaba prevista originalmente para el 13 de diciembre pasado, pero días antes se decidió correr la fecha hasta el día 22, sin embargo ayer al mediodía se anunció que los 4 aspirantes que pasaron a la etapa final de evaluación, fueron citados en la Ciudad de México para darles a conocer el resultado del ejercicio realizado por el partido.

El que José Ramón sea candidato a la senaduría vacante es en cierta forma un acto que pretende hacer justicia a alguien que desde siempre dijo que merecía ser el abanderado, porque aparecía muy alto en las encuestas pasadas.

Será muy interesante ver cómo va a digerir la decisión Mario “La Borrega” López, el otro aspirante que estaba entre los dos favoritos junto con “JR”, pues el Alcalde con licencia de Matamoros es uno de los activos más valiosos de Morena en Tamaulipas.

Fuera de ellos, entre los registrados no había quién fuera un contendiente serio, de peso. Y aún así, si observamos con ojo crítico, hay detalles de los que en su momento se hablará mucho en la campaña.

Por lo pronto, se percibe cierta unidad y a reserva de ver cómo acuerda el partido con Mario López para que brinde su total apoyo al candidato, no sé descarta más de un inconforme de esos que nunca faltan comience a ver los presuntos defectos de la candidatura.

Que si “JR” es cuñado de Cabeza de Vaca, que si la suplencia se la regalaron a la hija del difunto senador Faustino López en vez de dársela a alguien con más méritos, que si la nominación de José Ramón es la evidencia del poder de Francisco, el ex gobernador, en fin, comentarios negativos siempre habrá.

Al final, como me decía hace un par de semanas José Ramón, las cosas tenían que definirse por un simple sentido común para que el partido actuara con justicia, sin dobles caras. Ahora viene lo bueno y no afuera, sino adentro: Convencer a todos los que van a sumar al proyecto.

¿Y afuera, en la competencia con los demás partidos? Ahí no parece estar tan complicado, pero vamos a ver.

abarloventotam@gmail.com

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