La panista Xóchitl Gálvez parece la candidata del Presidente López Obrador. No es que lo sea, pero lo que él hace respecto a ella así podría interpretarse.
No, no es que la senadora azul se haya pasado de pronto a las filas de la Cuatroté como lo hizo en su momento el exdirigente nacional Germán Martínez o muchos priístas que sin rubor alguno traspasaron la frontera ideológica con un pragmatismo brutal.
Xóchitl Gálvez parece ser la candidata de Andrés Manuel porque durante al menos siete días consecutivos en los que se refirió a ella en sus conferencias matutinas en Palacio Nacional, a través de las señales de televisión, plataformas digitales y redes sociales.
En todos los casos, un día sí y otro también, López Obrador se ha dirigido a la senadora en términos que, si hablamos de lo políticamente correcto, pueden ser considerados como misóginos y susceptibles de ser calificados como actos de violencia política en función de género, un término que gusta mucho a algunas morenistas.
Si se ve desde la perspectiva de cualquier ciudadano común – del “pueblo bueno”, diría Andrés Manuel-, la actitud del Presidente bien podría ser respondida en términos iguales, si Xóchitl fuera varón. Aunque hemos visto que en asuntos de contestar y bajar al nivel de quienes son soeces, la senadora no tiene empacho en tomar la iniciativa para defenderse.
El tema aquí es que en menos de un mes, Xóchitl Gálvez parece haber desbalanceado los planes bien trazados, con paciencia -aunque sin prudencia-, con recursos y con toda la fuerza política y mediática de Andrés Manuel, para ir perfilando a Claudia Sheibaum como su posible sucesora.
El Presidente, animal político singular, aunque para mi gusto, ubicado unos escalones abajo -intelectualmente hablando- del finado Porfirio Muñoz Ledo, parece haber perdido de vista momentáneamente que todo lo que diga para bien o para mal de Xóchitl, la va a poner en el ojo público y la va a impulsar.
En un país en el que los feminicidios son un grave problema de seguridad pública que el Estado mexicano no ha podido enfrentar y frenar, alentar un linchamiento mediático y dirigir críticas generalizadas contra una mujer debe ser considerado cobarde, ruin y peligroso.
A pesar de que eso no va a suceder, lo que está pasando es que la senadora panista ya se trepó en menos de un mes a la carrera por la candidatura opositora a la Presidencia y de un salto -impulsada por las acres críticas de López Obrador-, se colocó a la cabeza de las opciones que tiene el Frente Amplio por México para tratar de ser su abanderada en los comicios del próximo año.
¿Cuántos puntos ha crecido Xóchitl Gálvez desde que el Presidente la ha tachado de ser un titerr de los “machuchones”, desde que la califica como títere de la “mafia del poder”, desde que le escamotea méritos y criterio propios para actuar por sí sola?
Algunas mediciones dicen que 10 puntos, otras que 6 y unas más que hasta 12 puntos porcentuales en las comparaciones con otros y los demás aspirantes a la candidatura opositora.
Andrés Manuel cuestiona todo de Xóchitl: Que si es panista, que si por haber nacido en una familia indígena en un pueblo pobre no la hace sensible a lo que la gente quiere, que si por ser empresaria ya es alfil de los poderosos, que si esto, que si lo otro. Parece estar proyectando un temor mal disimulado porque sabedor como es del fenómeno de los candidatos que conectan bien con la población menos favorecida, la senadora hidalguense puede crecer tanto que ponga a pensar en que el eventual triunfo de Morena en 2024 se vea en riesgo.
Sigo creyendo que la verdadera candidata de Andrés Manuel es su leal Claudia Sheinbaum. Que conducirá personalmente el proceso interno de Morena y que actuará al mismo tiempo como jefe del partido, Presidente, “destapador” oficloa de su candidata, arregla pleitos y repartidor de premios y castigos. También, que será el principal estrategia para enfrentar a la oposición con la misma narrativa que ha utilizado en el último cuarto de siglo.
Al día de hoy, aunque la sombra de Xóchitl parece inquietar a Andrés Manuel y su casi planchado proyecto de continuismo, aunque la senadora panista parece ser la candidata por todo el tiempo y la atención que le dedica en sus conferencias matutinas, lo que en realidad quiere hacer Andrés Manuel con ella es desgastarla y dejarle el camino libre a Claudia, su verdadera favorita, a pesar de todo.
EL IMPULSO DE AMÉRICO AL SECTOR MANUFACTURERO
Una de las acciones que el gobierno de Américo Villarreal Anaya decidió emprender con toda la fuerza de las estructuras oficiales, es el impulso al poderoso sector manufacturero ubicado en la frontera con Texas.
En esa región del estado, la industria maquiladora es la principal generadora de empleos formales y es la palanca del desarrollo económico regional. Por eso, la reunión que el mandatario tuvo esta semana en Reynosa es importante desde el punto de vista económico, porque habla de que la administración tamaulipeca tiene en el centro de sus acciones prioritarias el fortalecimiento de este sector.
Américo recordó a los empresarios maquiladores que esa industria genera140 mil empleos en los municipios fronterizos, que reciben una derrama económica de 3 mil millones de pesos cada año.
El encuentro del gobernador con los representantes del sector manufacturero se dio en el Foro INDEX 2023, en donde los empresarios encabezados por Raúl Setién Castillo, recibieron el compromiso de Américo para atender sus inquietudes en materia de seguridad, facilidades para operar y crear condiciones adecuadas para la inversión privada, lo que se reflejará en más proyectos productivos.
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