Si cuando inició la campaña por la gubernatura tenía la seguridad de que las cosas no serían fáciles pero con trabajo lograría su cometido, hoy al finalizar las actividades proselitistas en la zona sur, Américo Villarreal Anaya tiene la certeza de que hizo lo necesario para conseguir su objetivo: ganar la gubernatura de Tamaulipas.
El candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tamaulipas” al gobierno estatal recorrió la mayoría de los municipios, varios de ellos en numerosas ocasiones con la intención de hacer llegar sus mensajes a los ciudadanos que buscan conservar la esperanza de que las cosas pueden mejorar para ellos.
Sin ser rebuscada, la narrativa se concentró en replicar la que funcionó en su momento al Presidente López Obrador durante su campaña: combatir la corrupción del pasado, encabezar un gobierno austero, hacer un uso eficiente de los recursos públicos y promover una profunda reforma al aparato de procuración de justicia.
Américo encontró terreno fértil para sus propuestas y su discurso en un estado en el que el desgaste por el ejercicio del poder empezó a cobrar la factura al régimen estatal. De un año a la fecha las cosas cambiaron notablemente en el escenario político de Tamaulipas, porque la confrontación entre los gobiernos estatal y federal, las acusaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Fiscalía General de la República contra el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca tuvieron su efecto en los comicios del año pasado.
La marcha de la contienda ha ido cambiando las cosas y aunque Villareal sigue apareciendo en varias encuestas por encima de los otros dos aspirantes, hay mediciones que dan cuenta de que la brecha se cerró y que la holgada ventaja que tenía se redujo. ¿Cuánto? Es difícil precisarlo, dadas las diferencias que hay entre una y otra encuestadora.
Eso no quita que Américo siga duplicando sus esfuerzos en los recorridos diarios por Tamaulipas, que se reúna con grupos de empresarios, con campesinos, con industriales y con académicos que hablan de temas como la salud, educación, turismo, industria, medio ambiente y seguridad.
He platicado con personas que tienen un profundo conocimiento de la política tamaulipeca, con otros que son diestros en el manejo de la información y unos más que son analistas certeros. También con quienes colaboran en los equipos de los dos principales candidatos y con ciudadanos a quienes la contienda les parece algo rutinario.
Son pocos los que se aventuran a dar por ganador a uno de los dos aspirantes de manera definitiva, aunque todos reconocen las tendencias desde hace meses y su evolución desde que comenzó la campaña. Su cautela radica en que la eventual intervención de factores internos y externos, de actores políticos y de distintos grupos de poder pueden cambiar el escenario en cualquier momento.
No obstante, para muchas de las personas con las que he tenido la oportunidad de intercambiar puntos de vista, Américo puede concretar el objetivo de convertir esa ventaja que tiene, en los votos suficientes para ganar la gubernatura. Me dicen, unos convencidos y otros con cierta duda, que si las encuestas aciertan y coinciden con lo que se nota en numerosos lugares, Villarreal podría ser el próximo gobernador de Tamaulipas.
Américo tuvo anoche su cierre de campaña regional, concentrando a simpatizantes de Morena de los municipios de Tampico, Madero, Altamira y Aldama. La movilización de morenistas se notó en las vialidades y en la aglomeración que se vio en un terreno ubicado en la zona norte del puerto. Los operadores territoriales y los responsables de la estructura dieron muestra de su capacidad de llevar gente al evento. A partir de ahora, su principal reto será repetir esto el día de la elección.
El candidato de la coalición que integran Morena-Verde-PT reiteró anoche su compromiso de encabezar un gobierno honesto, que sea austero en todos los aspectos. Que combata la corrupción “de los gobiernos anteriores”. Que garantice la justicia y la seguridad a los tamaulipecos, que impulse un cambio en el aparato administrativo y que promueva una nueva relación entre el gobierno estatal y la Federación, aprovechando la buena disposición del Presidente López Obrador para con los mandatarios surgidos de su partido.
Al aspirante morenista lo acompañaron figuras connotadas de los partidos que lo postulan, también diputados y senadores, así como algunos liderazgos regionales. Se notó contento, confiado y seguro de que la concentración de simpatizantes anoche se refleje en votos el domingo 5 de junio.
Américo tiene la certeza de que va a ganar, porque así se lo dicen las encuestas que de manera consistente lo han colocado a la cabeza de la carrera por la gubernatura. Cuenta con el respaldo de la Cuatroté y tiene de su lado la simpatía que todavía muchos tamaulipecos le tienen a López Obrador por su política social, a pesar de su ineficiente estrategia de seguridad.
Ahí anduvieron los senadores Guadalupe Covarrubias, Citlali Hernández, Pedro Haces y Faustino López. También diputados locales y federales y Erasmo González Robledo, el más pernicioso elemento morenista en la campaña.
abarloventotam@gmail.com
