En el siguiente trimestre, los aspirantes a la gubernatura por los principales partidos tendrán una etapa crucial para sus planes.

En el PAN, los consejeros deberán tomar decisiones importantes si quieren que el próximo candidato a gobernador sea alguien identificado con los principios del partido y que tenga el apoyo de la militancia.

Ya ha habido algunas expresiones en el seno de las sesiones del Consejo, que se han encaminado a dejar claro que ante la falta de rumbo en la dirección del partido, es preciso que este órgano actúe con firmeza para evitar que el blanquiazul esté ante un escenario complicado que le impida refrendar el triunfo obtenido hace 5 años.

La tarea que tiene ante sí Luis René Cantú conocido como “Cachorro”, quien todavía es el presidente estatal del PAN, es de vital importancia porque dependerá de lo acertado que haga las cosas para cumplir con el compromiso político.

A partir de esta fecha, Cantú tendrá que asumir el rol de dirigente y buscar liderazgo en donde lo encuentre, porque deberá conducir el proceso de selección de quien vaya a ser el candidato a la gubernatura, pero se tienen que cuidar las formas y cumplir con los planteamientos que haga la militancia para nominar a un aspirante suficientemente fuerte, que sea competitivo en la contienda electoral.

Cantú Galván deberá asegurarse que exista un piso parejo y condiciones equitativas, para que los aspirantes que hasta ahora han sido mencionados puedan competir por el respaldo de los militantes y buscar la candidatura sin que eso provoque fisuras en la unidad, que pueda costarle posibilidades de triunfo en 2022.

Ya es bien conocido que desde la cúpula del poder se destapó a Cesar Verástegui Ostos y a Gerardo Peña Flores, dejando de lado la posibilidad de que otros actores políticos con iguales e inclusive mayores merecimientos puedan ser incluidos en esa lista.

La demanda de equidad de oportunidades es clarísima en el Consejo estatal y en numerosos comités municipales, en donde se ven con ciertas reservas el hecho de que Cantú Galván no haya salido a defender la posibilidad de que otros personajes del PAN puedan obtener la candidatura, ya que se limitó a unirse al espaldarazo que el Gobernador Cabeza de Vaca le dio a su secretario general de gobierno y al diputado Peña Flores, sin detenerse a pensar que esa acción lesiona el espíritu de equidad e imparcialidad que debe prevalecer en el partido.

Los panistas están ante la posibilidad de ser fortalecidos en su unidad interna si el todavía dirigente estatal sabe cumplir con su responsabilidad y asume su rol de líder, en vez de solamente encargado del despacho.

Dado el estilo de conducción partidista en los últimos años en Tamaulipas y la sujeción a los deseos cupulares para manejar el partido como una oficina de trámites, es complicado saber si Cantú Galván va a poder cumplir con la encomienda que tiene como presidente de todos los panistas en la entidad.

Sin embargo, hay quien le da el beneficio de la duda a Luis René, pues se asegura que es una persona disciplinada y que tiene muy clara la idea de que en la medida de sus atribuciones sabrá atender las demandas de garantizar piso parejo para todos los contendientes.

Dicen quienes lo defienden que podrá entender que abriendo el juego a otros personajes, dará una imagen de verdadero liderazgo y seriedad en la conducción del partido. Vamos a ver si es cierto.

abarloventotam@gmail.com

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