Para ser una mala racha, la de Mario Delgado ya se convirtió en una travesía difícil, cuya duración no puede anticiparse aún.

Desde que el año pasado expresó su deseo de buscar la dirigencia nacional de Morena, el coordinador de los diputados federales del partido del gobierno empezó a ver los barruntos de la tormenta que se avecinaba.

Entonces no podía anticipar su intensidad ni las posibilidades de que su ambición de llegar alto en la escalera de poder se perdieran.

Si las cosas siguen poniéndose graves, podríamos estar ante la inminencia del naufragio de ese barco llamado Morena y de su capitán y en una de esas, hasta del dueño de la nave.

Primero fueron los pleitos con Porfirio Muñoz Ledo, el otro aspirante a ser el encargado del partido oficial, pues el veterano político acusó a Delgado de derrochar muchísimo dinero en la campaña interna e insinuó que provenía de la Cámara de Diputados.

Luego, a Mario Delgado se le complicaron las cosas con la selección de candidatos a las gubernaturas, pues las nominaciones se entregaron  a priístas, a funcionarios del nuevo régimen y a amigos del Presidente o del propio Delgado.

La cancelación del registro de 2 candidatos, el riesgo de pérdida de la candidatura en otro estado y conflictos en todas las entidades son parte de los problemas que todavía enfrenta, porque la dirigencia a cargo de Mario violó sus propios estatutos, pasó por encima de los derechos de los verdaderos militantes y entregó la causa a muchos y muchas “vulgares ambiciosos de poder”, para citar un clásico dicho en la narrativa del verdadero jefe del partido.

Mario Delgado se había sumado a la embestida política contra Cabeza de Vaca, pero lo pararon en seco. Luego, Porfirio lo acusó  -otra vez-, de querer dejarlo fuera de la lista diputados que buscarían la reelección, por ser una voz crítica.

Como si eso no fuera suficiente para quitarle el sueño, el encargado de Morena se ve ahora en el centro del escándalo, por la caída de vagones del metro en la Ciudad de México, en el accidente en el que perdieron la vida 25 personas.

Delgado era el secretario de Finanzas durante el gobierno de Marcelo Ebrard, cuando se construyó la Línea 12 del metro, la que colapsó.

A Mario se le señaló entonces y ahora, de haber pagado a un sobrecosto de hasta 50% las obras de esa línea del metro. Sabemos, por la desgracia ocurrida, que el proyecto fue mal planeado, peor ejecutado y nunca recibió el mantenimiento adecuado. Eso sí, carísimo.

Por el escándalo están bajo sospecha tanto Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno en la CDMX como Ebrard y por consiguiente, Delgado.

Infortunadamente para las víctimas, para sus familias y para la sociedad en general, Morena tiene mayoría en la Cámara de Diputados y va a frenar cualquier intento de Investigación a fondo para castigar a los responsables,  entre los cuales están quienes hoy son figuras relevantes de la autollamada 4T.

Con todo esto, seguramente todos los candidatos y candidatas de Morena que hace semanas se tomaron fotografías muy sonrientes con Delgado, quizá ya las borraron para evitar que los salpique el asunto. O tal vez no, pues finalmente nada va a suceder si se trata de castigar a los responsables de la tragedia.

En Tamaulipas hay muchos de los abanderados de Morena que se subieron al barco de Mario Delgado.  Hay cercanos, cercanísimos, que tal vez tampoco se preocupen porque, como decía, la mayoría del partido los protege. Sí, así como con el PRIAN.

Si realmente hubiera voluntad para investigar y castigar a los responsables, Mario Delgado debería estar muy preocupado por ir a la cárcel, pero no parece que vaya a ser así. Si acaso, lo más que puede pasar es que Morena siga cayendo en las preferencias y él sea relegado a una oficina gris después del 6 de junio. Ya veremos.

En cuanto a los amigos de Mario Delgado en Tamaulipas, ya tendremos tiempo de hablar de ellos pronto. Y también, de preguntar si en esta entidad está la clave para entender si hubo dinero de fuentes privadas y desconocidas, que financiaron su campaña en búsqueda de la dirigencia nacional.

LA IDENTIDAD DEL FUNCIONARIO DESLEAL

Ayer hubo quienes se preguntaron por la identidad del funcionario estatal que está bajo sospecha de actuar con deslealtad hacia el proyecto de su jefe político.

El asunto es más que anecdótico para quienes se dieron cuenta de la reunión referida. El tema está registrado y recibe el puntual seguimiento por parte de quienes tienen documentado el hecho que se entiende como una traición.

En política, dicen los que saben, no hay casualidades. Tampoco, fecha que no se cumpla.

JAIME Y CARLOS, CON CONSTRUCTORES

Jaime Turrubiates Solís, candidato del PAN a la Alcaldía de Ciudad Madero y Carlos Fernández Altamirano  aspirante a diputado por el distrito 20, se reunieron está semana con socios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Ambos se comprometieron a aprovechar la experiencia de los constructores, para trabajar juntos en un plan integral de desarrollo urbano de Madero.

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