Hipotéticamente, el escenario es el adecuado para que la llegada de la Cuatroté a Tamaulipas se lleve a cabo sin contratiempos, pues se ha recibido una y otra vez el respaldo federal a través de altos funcionarios encargados de la seguridad interna, la operación política y hasta de la inteligencia financiera y la procuración de justicia.
Todo esto que tiene que ver más hacia afuera del partido que obtuvo el triunfo el 5 de junio pasado y el asunto parece resuelto. Los mensajes con claros y no dan margen a que los de enfrente, los que ya se van, cometan mas errores y tensen más las cosas, porque las reacciones serían severas. Así es el poder.
Lo que mantiene un poco preocupados a los cercanos al equipo del gobernador electo Américo Villarreal es el proceso interno en el que está inmerso el partido del presidente en Tamaulipas, pues este fin de semana se llevará a cabo la elección de quienes se integrarán como nuevos miembros de los Consejos Navional y Estatal, que posteriormente serán los responsables de efectuar a elección del dirigente entrante.
Si bien hasta ahora Villarreal se ha reunido al menos una vez con los diputados locales y con el delegado especial en el estado, Lucio Ernesto Palacios, ha sido atendido a medias el encargo de que colaboren para fortalecer al proyecto de la Cuatroté en la entidad desde el Congreso y el partido.
Los legisladores han mantenido un perfil de discreción aprovechando el receso en el Congreso, pero también porque tienen interés en influir en la integración del nuevo Consejo Estatal y la dirigencia. Todos tratan de obtener una parte del pastel.
La temporal desaparición pública de muchos de los diputados locales morenistas y de personajes con interés en tomar posiciones en los órganos de dirección del partido en la entidad no ha quitado presión al proceso, pues ya hay quienes como la diputada Nancy Ruiz han anunciado impugnaciones independientemente de los resultados. Esas no son buenas señales.
Para el proyecto de la llegada de la Cuatroté en Tamaulipas es necesario contar con un partido fuerte, ya lo había comentado. Un partido unido y en donde la capacidad de diálogo de algún intermediario ayude a calmar los ánimos, a encauzar las disputas por canales adecuados en los que se puedan resolver las diferencias sin afectar los márgenes de operación del nuevo gobierno.
Es un hecho que la enorme cantidad de militantes interesados en convertirse en consejeros estatales y nacionales para poder influir en la conformación de la próxima dirigencia y estar en el buen ánimo de la administración estatal entrante, ha provocado desde ahora desavenencias entre todos ellos. Eso puede generar inestabilidad si no se actúa a tiempo, si desde la cúpula nacional no se toman medidas para controlar los daños desde ahora.
El origen de todo el problema sigue siendo la diferencia de opinión entre quienes se dicen fundadores y a los que ellos llaman advenedizos, es decir, quienes llegaron a Morena a partir de la campaña de López Obrador en 2018, que son muchos. Tienen razón los llamados fundadores en quejarse, porque han sido desplazados de las decisiones y candidaturas más importantes, pero el problema es que a pesar de eso son una minoría, comparados con quienes se subieron al barco morenista con el triunfo de Andrés Manuel en 2018 y después de ese año.
Lo que se anticipa es un conflicto que puede crecer y provocar daños de consideración al partido en Tamaulipas, en un momento en el que lo que más se requiere es de unidad para respaldar al proyecto ganador de las elecciones pasadas. Después de este fin de semana veremos cómo transita el partido hacia una nueva etapa y si en realidad la dirigencia nacional tiene capacidad para manejar el problema que ya se anticipa.
LAS OBRAS HIDRÁULICAS EN MADERO
Ya han transcurrido dos meses desde que se inició la temporada de huracanes y aunque hasta ahora las lluvias han sido moderadas en la zona, en Ciudad Madero se pusieron en marcha obras que buscan prevenir el problema de inundaciones que se enfrenta cada vez que hay intensas precipitaciones pluviales.
La mayor parte de la ciudad, especialmente en el norte, resiente los efectos negativos de encharcamientos de agua y escurrimientos pluviales debido a que se carece de la adecuada infraestructura hidráulica para darle fluidez y celeridad a las corrientes de agua. Aunado a eso, la existencia de un amplio sistema lagunario que se distribuye en numerosos sectores, convierten a Madero en uno de los municipios más vulnerables durante la temporada de lluvias.
Por eso se entiende que el Alcalde Adrián Oseguera Kernion decidiera no postergar más el comienzo de un paquete de obras de desazolve y limpieza en el lecho de varias lagunas ubicadas en la zona norte, además de emprender trabajos de limpieza y desazolve en canales y arroyos que se localizan en sectores considerados de riesgo ante inundaciones.
Mientras Ciudad Madero no cuete con recursos federales y estatales para la ejecución de los grandes proyectos de infraestructura hidráulica pluvial que necesita para resolver el grave problema de inundaciones que registra cada que llueve con intensidad, el gobierno que encabeza Oseguera quiere atenuar un poco la situación y por eso se llevan a cabo estos trabajos de prevención, desazolvando lagunas, limpiando los canales y arroyos, además de procurado que los ciudadanos colaboren evitando obstruir los drenes pluviales.
ESCOTILLA
El período vacacional de verano trajo también el asueto de muchos de los burócratas federales, estatales y municipales en la zona sur del estado, aunque también turistas que llegan buscando un poco de diversión y esparcimiento en la amplia oferta de sitios de interés que existen en la región.
Los hoteleros de la conurbación estiman que en lo que va de la temporada la afluencia de visitantes ha sido la que esperaban y estiman que en las siguientes semanas podrá registrarse finalmente hasta un 25% adicional a lo que por estas fechas se tuvo.
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