Lo comentaba hace días: La gira que realizaron la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el presidente saliente López Obrador a Tamaulipas, confirma el interés prioritario que tiene la entidad en la estrategia de gobierno de la ganadora de la elección.
Si bien las relaciones institucionales de Tamaulipas con la Federación ya estaban bien cimentadas a partir de la excelente amistad que tienen el gobernador Américo Villarreal y el Presidente López Obrador, con Sheinbaum las cosas pintan para mantenerse más firmes.
Como decía el fin de semana, la visita que hicieron ambos personajes a Tamaulipas para supervisar el avance de uno de los proyectos más ambiciosos del sexenio que está por terminar -la construcción de la nueva sede de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM)- en Nuevo Laredo, retrata la relevancia estratégica de la entidad en el contexto nacional.
La ruta que marca la relación de Claudia con Américo y con Tamaulipas se perfila hacia una mayor colaboración para alcanzar mejores niveles de desarrollo económico y bienestar para la población.
A diferencia del pasado, en el sexenio de Andrés Manuel y en el que está por encabezar Sheinbaum, se ha notado un clima de cordialidad y buena voluntad de ambas partes, porque el estilo personal de gobernar de Villarreal es distinto y opta por la conciliación y el diálogo. Antes, como se recordará el enfrentamiento y las hostilidades eran la constante.
Uno de los aspectos en los que ya se notan los cambios en la relación institucional es en la coordinación del estado con la Federación, para invertir en el mejoramiento del equipo tecnológico con el que se proporciona vigilancia y seguridad a la población en la zona fronteriza.
La coincidencia de objetivos, lo mismo con Andrés Manuel que con Sheinbaum, ha permitido que el gobierno de Américo pueda presumir de logros como la garantía de continuidad en proyectos relacionados con el sector aduanero, de comercio exterior, energético, de seguridad y en temas sociales, los más sensibles.
En el aspecto de la seguridad, las cosas son claras: El compromiso de López Obrador primero y de Sheinbaum ahora, se observa en la reiteración del apoyo institucional por parte de las fuerzas armadas para seguir colaborando en este rubro en Tamaulipas, como lo confirmó la presencia del general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena y del general retirado André Georges Foullon Van Lissum.
Por cuanto hace a la visita -sin precedente alguno- de Andrés Manuel y Claudia para acompañar a Américo, los hechos hablan por sí mismos.
También eso nos dice que Nuevo Laredo será a partir de este año el epicentro de una notable actividad económica, lo mismo por parte del sector público que del privado. ¿Y de la política?: También, pero para eso todavía faltan algunas cosas que se van a ir alineando.
El gesto del Presidente López Obrador y de la presidenta electa Claudia Sheinbaum con Américo refuerza la percepción de que Tamaulipas seguirá siendo un estado estratégico en el plano nacional y de que el trabajo que realiza Villarreal es bien visto y reconocido por los altos jerarcas de la Cuatroté.
LOS RUMORES DEL NUEVO GABINETE
Desde hace días, cuando no había terminado el ánimo de celebración por el triunfo de Claudia Sheinbaum y la euforia mantenía irreconocibles a quienes se consideran padres de la victoria, los rumores acerca de la integración del nuevo gabinete comenzaron a dominar la conversación pública.
El tema fue colocado ahí, no sin cierto interés por parte de quienes quieren presionar para obtener algo, como una manera de distraer la atención de las especulaciones en torno a la presunta dominancia del aún presidente López Obrador sobre la presidenta electa.
El asunto es que mucho se ha dicho, los rumores se esparcieron y principalmente algunos medios electrónicos y uno que otro de la prensa escrita muy cercanos a la Cuatroté, han publicado listas de presuntos integrantes del nuevo gabinete, del cual se dice que este día se sabrán más detalles.
Sea cierto o no, sea un método de presión o de distracción, lo que es claro es que mientras Claudia Sheinbaum no confirme de viva voz a quienes formarán parte de su gabinete a partir de octubre, todo lo que se diga, escriba y difunda es mera especulación. Nada cambia, es el mismo modelo de la política tradicional del último medio siglo en el país.
ESCOTILLA
Todavía no ha pasado un mes de las elecciones y ya algunos morenistas se quieren apuntar para buscar la presidencia de la Junta de Coordinación Política y de la Junta de Gobierno del Congreso.
Con la mayoría absoluta y la calificada en la bolsa, más de uno y de una diputados electos de Morena se siente con los merecimientos para ser quienes encabecen ambos órganos que deciden -al menos en teoría- en el Legislativo.
Aunque Úrsula Salazar Mojica quiere repetir pese a que sus resultados han sido cuestionables, es una de quienes quieren presidir de nuevo la Junta de Gobierno y/ o la de Coordinación Política. La que sea es buena.
Sin embargo, hay diputadas como Magaly Deándar, de Reynosa, quien no solo ha demostrado eficacia en sus labores sino un compromiso firme con la Cuatroté y con el proyecto de Américo.
Ella parece ser la opción a la que se le confiaría la presidencia del Congreso, en reconocimiento al impulso que se quiere dar a cuadros nuevos y con lealtad comprobada con el proyecto estatal.
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