Si hay algo que debe destacarse de los actos de toma de posesión de los Alcaldes de Tampico y Ciudad Madero, Mónica Villarreal Anaya y Erasmo González Robledo, es la unidad como factor principal para buscar resultados positivos en sus respetivas gestiones y el compromiso de ejercer gobiernos honestos.

Mónica Villarreal Anaya y Erasmo González Robledo asumieron las Alcaldías de Tampico y Ciudad Madero el lunes 30 de septiembre, en ceremonias protocolarias, aunque en los hechos su responsabilidad comenzó en el primer minuto de ayer.

El lunes por la tarde, Villarreal Anaya llegó al recinto portuario para participar en la sesión extraordinaria del Cabildo saliente y rendir la protesta legal. Desde el inicio, se vieron detalles que dan una idea del estilo que prevalecerá en el primer gobierno morenista en la historia de Tampico.

El escenario se instaló frente a la fachada del majestuoso edificio de la antigüa Aduana Marítima, símbolo de la bonanza económica del puerto durante el siglo pasado. A veces, las señales dicen más que las palabras.

Los invitados, de la más variada procedencia social, económica y política: Predominaban políticos de las más diversas filiaciones, empresarios y personas reconocidas de la sociedad civil que formaban un abanico plural. Un conjunto de cuerdas que le dio un toque sofisticado al evento realizado en la explanada del histórico edificio.

El discurso de Mónica fue directo, sencillo, sin complicaciones. Destacó la unidad como base para trabajar incluyendo a todos, por el bien de la ciudad, como lo resumen el eslogan adoptado por la nueva administración: Tampico va con todos.

Mónica llegó al cargo como la Alcaldesa con mayor número de votos, después de una campaña intensa, pero respetuosa. Finalmente, en esta ciudad todos los que participan en la política se conocen bien y siempre se entrelazan las relaciones sociales, económicas, familiares, políticas.

Más allá de la pertenencia a un partido, está la coincidencia de que los destinos de Tampico no están unidos a un color en particular y tampoco se puede imaginar que un gobierno lleve a la ciudad a un estilo radical que rompa los equilibrios.

Con esto, el mensaje de la Alcaldesa fue claro: Reconoció el trabajo que cada uno de sus antecesores hizo en su momento por la ciudad, desde Nicanor Fernández Cabrera a Chucho Nader, el Presidente Municipal mejor evaluado del país en el último lustro.

El planteamiento del gobierno que propuso encabezar Mónica está basado en cinco ejes, que sintetizan las necesidades detectadas que requieren ser atendidas para seguir mejorando la calidad de vida de la gente.

El tono respetuoso y de reconocimiento a todos los Alcaldes anteriores y a la administración municipal saliente -de la cual formó parte-, dice mucho de la madurez política porque en la política porteña se mezclan muchos intereses de todo tipo. Lo común es la coincidencia y lo impensable es la ruptura y el choque entre iguales.

Ayer, ya en la primera sesión del nuevo Cabildo se tomó la protesta a los principales funcionarios y luego a una segunda tanda de colaboradores que ocuparán cargos en el Ayuntamiento. Por ahí se vio a personajes representativos del pasado y otros de una nueva generación. Algunos con vasta experiencia y otros con ganas de aprender.

Ya le contaré de los nombres que aparecen, de quienes regresan al servicio público ahora con Morena, pero que ya han ocupado espacios en diferentes momentos.

De las cosas que destacan en el primer día de actividades de Villarreal Anaya está el compromiso de hacer un gobierno honesto, transparente, incluyente y de contacto cercano con los ciudadanos, algo por demás esperado pues como decía, el estilo personal de Mónica y su trayectoria en la sociedad civil la sitúan en una posición moderada, respetuosa y prudente.

Ella no es del estilo radical con el que pudiera identificarse a muchos políticos morenistas en el país y eso es favorable porque abona al objetivo de buscar consensos y obtener el respaldo de todos.

ERASMO Y LA NUEVA ERA EN MADERO

En Ciudad Madero, Erasmo González Robledo se anotó de inmediato varios puntos a favor antes de iniciar su administración. Para empezar, el acto realizado en el auditorio “Américo Villarreal Guerra” fue muy representativo pues reunió a miembros de numerosos sindicatos de obreros, empleados y maestros.

Igual que Mónica, congregó a varios de los exalcaldes que representaron a otros partidos distintos al suyo y, como ella, también dio muestras de una visión incluyente, de madurez política.

Un mensaje bien estructurado, medido en sus tiempos y con la debida cortesía para cada actor social y político de Madero, fue la base de su evento que en numerosos momentos le generó aplausos.

Por supuesto, recordó a su padre don Erasmo González Martínez, Alcalde hace 43 años y agradeció el apoyo de su familia y reiteró un compromiso de trabajar por Madero, tal como cuando fue diputado local y federal en dos ocasiones.

Playa Miramar y los planes de hacerla más que el principal atractivo turístico estatal durante un par de temporadas del año, el centro y la necesidad de recuperarlo; el aprovechamiento del estacionamiento subterráneo, el rescate de la Casa de la Cultura y en general, acciones que incidan directamente en mejorar la vida de los maderenses fueron temas que ocuparon su intervención.

Prácticamente todos los asistentes aplaudieron y reconocieron su interés en hacer bien las cosas, fue cuando se comprometió a impulsar cambios radicales en la Delegación de Tránsito, para que haya empatía, respeto y atención a los ciudadanos.

Esa dependencia municipal es la responsable de la pésima imagen de Ciudad Madero a nivel nacional durante los dos gobiernos municipales anteriores, como coincide una inmensa mayoría.

Esa mancha fue algo que nadie quiso resolver en el pasado reciente, igual que sucede con el problema de la basura que se acumula en calles y banquetas, problema que el Alcalde sustituto saliente, Carlo Alberto González Portes también fue incapaz de solucionar.

Volviendo al tema del cambio de gobierno, aunque también de Morena, la nueva administración se vislumbra muy activa, atenta a la gente y como lo dijo Erasmo, de estar siempre en los campos, en las colonias, en todo lugar con la gente. Será un gobierno que no quiere olvidar que se debe a los maderenses y que no pretende perder de vista eso.

ESCOTILLA

Pepe Schekaibán, el diputado local por el distrito sur de Tampico, fue electo como secretario de la Mesa Directiva del Congreso para el mes de octubre, lo que le dará visibilidad y posibilidades de ir aprendiendo en su nuevo encargo.

Pepe fue el único panista que ganó su elección por la vía de mayoría, confirmando que al margen de las circunstancias coyunturales, el panismo porteño está fuerte y esperando el momento de regresar. Lo sucedido en junio lo ven como algo temporal por obvias razones.

abarloventotam@gmail.com

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