Quienes han vivido en el estado durante al menos los últimos 20 años, coinciden en que la seguridad es uno de los grandes pendientes que tenía Tamaulipas desde hace años y en el cual se avanzó de manera destacada en el último lustro. Inclusive, es base de la narrativa de la coalición que integran PAN-PRI-PRD cuando dicen que hay que defender al estado del riesgo de caer nuevamente en una espiral interminable de inseguridad y terror, si Morena gana la elección. Así se dice entre líneas.

Empresarios, comerciantes medianos, profesionistas y en general personas que tenían que acudir con frecuencia del sur o del norte a la capital y viceversa, señalan que el modelo de trabajo que se aplicó y permitió recuperar la tranquilidad en las carreteras y en las principales ciudades del estado, funcionó dentro de lo esperado y hasta superó algunas expectativas.

La seguridad es uno de los ejes del discurso que desde el inicio de su campaña está proponiendo César “Truko” Verástegui como una de las acciones a las que pretende dar seguimiento en caso de ganar las elecciones y encabezar el próximo gobierno estatal. Sabe de lo que habla, de lo que se trata, lo que se padece. De lo que duele.

El candidato de la coalición “Va por Tamaulipas” ha dicho que la recuperación de las condiciones de seguridad para transitar de cualquier punto de la entidad hacia la capital durante las tardes y noches, es uno de los logros que deben reconocerse a la administración que va de salida. Un punto importante es que “Truco”, como Secretario General de Gobierno, tuvo a su cargo el diseño, aplicación y seguimiento de ese modelo.

Verástegui considera que uno de los ejes fundamentales de las propuestas que presenta a los ciudadanos durante su campaña será el de la seguridad: La necesidad de cuidar, conservar y mejorar las condiciones en las que se da la movilidad urbana y carretera, de la certeza sobre la tranquilidad en que puede vivirse en las ciudades del norte, del sur y de las zonas rurales. Por eso ha sido enfático al decir que ceder en materia de seguridad y combate a la delincuencia es algo que no se debe ni puede negociar, porque se caería en la complicidad.

Conservar lo bueno del modelo aplicado, fortalecer la coordinación, darle un amplio espacio a la sociedad civil para aportar soluciones y gestionar la obtención de recursos para invertir en la modernización y equipamiento de los cuerpos policíacos, es una demanda generalizada.

El abanderado de la coalición que integran PAN-PRI-PRD ha dicho que uno de sus compromisos es seguir en la misma línea de aplicación de políticas públicas que buscan la prevención y combate a los delitos del fuero común y los de alto impacto, que son los que más afectan la tranquilidad social.

El funcionamiento eficaz del modelo basado en la participación social y de empresarios a través de las Mesas de Seguridad y Justicia ha dado buenos resultados en la zona conurbada y por eso ha sido tomada como ejemplo en otras partes del país. Esa es la senda que “Truko” quiere recorrer en el ejercicio del gobierno, si gana la elección de junio.

El asunto de la seguridad sí es para que todos se ocupen, no solo durante la campaña. Ser alguien que sabe lo que es sufrir en carne propia los estragos de la actuación impune de los criminales, ayuda a saber si tiene la voluntad para tomar acción en contra de los trasgresores de la ley. Eso es lo que desde el equipo de Verástegui se utiliza como ariete discursivo en la campaña, para decirle a la gente que al haber vivido situaciones dolorosas en lo familiar, supo encontrar soluciones a un problema que afecta a todos y que sabe cómo hacerlo.

El caso de la emboscada a policías estatales y como consecuencia de ello el asesinato de una mujer que era integrante de la corporación, volvió a poner el tema de la seguridad en la discusión pública, porque el sentimiento es de que ante los delincuentes no debe haber abrazos, sino la aplicación firme e inflexible de la ley. Ese es el gran tema y por supuesto que no es negociable.

LA 4T, TAMAULIPAS Y EL INE

Ayer comentaba que Gibrán Ramírez, ideólogo y defensor a ultranza de la Cuatroté, lamentaba el deplorable manejo de Mario Delgado en la designación de candidatos a las 6 gubernaturas. Y decía que de acuerdo con sus datos y los de muchos más en Morena, el partido del Presidente está en riesgo de perder las elecciones en Aguascalientes, Durango y Tamaulipas, porque también hay supuestos vínculos del partido con personas que están al margen de la ley.

El asunto no es menor si lo vemos a la luz de la información que en los altos niveles de la Cuatroté tienen sobre el comportamiento de las campañas y sobre el impacto que de aquí al día de los comicios tendrán los temas de combate a la corrupción, de la política federal de atención al problema de inseguridad y especialmente, el de los presuntos vínculos de personajes morenisas con supuestos delincuentes, en donde el diputado federal Erasmo González Robledo ha sido señalado en diversas publicaciones periodísticas como el supuesto enlace.

Sin embargo, en descargo del todopoderoso legislador y confidente de Mario Delgado hay que decir que esas acusaciones periodísticas no se han traducido en alguna investigación oficial, al menos hasta ahora. Por eso es que Erasmo anda tan fresco paseándose muy pegado a la campaña, como si la sombra protectora de alguien superior lo mantuviera ahí a pesar de todo.

En contraparte, el INE y el Ietam, los dos organismos públicos que colaboran en la elección de Tamaulipas, sancionaron al PAN por difundir spots en donde acusan al candidato Américo Villarreal de presuntos vínculos con delincuentes. Las autoridades consideraron que se trata de calumnias que pueden impactar en el ánimo social y afectar la imagen tanto del aspirante como de otras personas.

Esta sanción se suma a la que el fin de semana emitió el Ietam, en donde amonestó públicamente al PAN por difundir información en su propaganda considerada por las autoridades como calumniosa, al manipular hechos, situaciones, nombres y fechas con el objeto de señalar al candidato morenista. Aunque en la segunda parte de la campaña seguramente seguiremos viendo este tipo de acciones de los responsables de organizar la elección, porque los ataques y señalamientos de un lado y de otro van a seguir y pueden enturbiar el proceso.

ESCOTILLA

En el marco de las celebraciones oficiales por la fundación de Altamira, el exAlcalde Armando Martínez Saucedo recibió la medalla al mérito ciudadano “José de Escandón”, que otorga el Cabildo. Le entrega la hizo el Presidente Municipal en funciones, Armando Martínez Manriquez, por cierto, su hijo. Venturosas casualidades de la política en tiempos de la Cuatroté.

abarloventotam@gmail.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí