Cuando apenas empezaban a correr por distintos medios las declaraciones de los miembros del Comité de Entrega-Recepción con las quejas por el retraso en el proceso, el equipo del gobernador electo Américo Villarreal recibió un nuevo impacto. Es parte de la guerra sucia que en las campañas se dirigió contra el candidato que resultó ganador.
El baño de lodo que durante los meses anteriores salpicó por igual a integrantes de la campaña y a familiares directos de Villarreal, se reanudó. Ayer mismo, en varios medios de la capital y de Nuevo León se difundieron opiniones editoriales con base en presuntos documentos elaborados por la Embajada de Estados Unidos en México, sobre el mismo asunto.
Más temprano que tarde, Américo desmintió nuevamente los señalamientos, recordando que durante la campaña fueron los mismos argumentos que se dirigieron a su equipo y a su familia, tratando de impactar negativamente su imagen y la percepción ciudadana. A final de cuentas, las acusaciones surgidas al calor de la campaña resultaron falsas y Morena ganó la gubernatura.
Ayer mismo, el propio Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, confirmó que los presuntos documentos citados para seguir dirigiendo ataques a Villareal y su familia, pretendiendo relacionarlos con personas que actúan al margen de la ley, también son apócrifos.
Si analizamos en perspectiva las cosas, entenderemos que no es casual que a unos días de que el Tribunal Federal Electoral revise los últimos recursos de impugnación presentados por el PAN para tratar de que se anulen los comicios de junio pasado, los mismos argumentos se sigan utilizando al hablar de la presunta participación de grupos criminales en el proceso, algo que por cierto, las mismas autoridades electorales locales han rechazado.
Esto y la denuncia que hizo esta semana la abogada Tania Gisela Contreras, integrante del Comité de Entrega-Recepción sobre lo que consideró una injerencia externa para presionar a la autoridad electoral, añaden factores que hacen dudar de la veracidad de las nuevas acusaciones contra el equipo morenista.
En el equipo de Américo se entiende esto como uno de los últimos actos de desesperación por parte de sus adversarios, quienes a pesar de la guerra sucia y del baño de lodo no pudieron frenar su avance a la gubernatura. En los días que faltan para el relevo oficial, las cosas se van a poner más tensas.
LA PEPENA DEL VERDE
En el partido Verde no quieren perder el tiempo en esto de ir armando una estructura propia en cada uno de los 43 municipios. Al menos, en la mayoría de los que puedan ser vistos como una opción seria -o lo más cercano a ello-, para estar en condiciones de competir en 2024.
Manuel Muñoz Cano, el dirigente del Verde en Tamaulipas está poniendo al servicio de ese partido la amplia experiencia acumulada durante sus años en el PRI. Manuel quiere marcar una diferencia entre el antes y el después de su llegada al partido que durante años controló sin pudor, sin vigilancia y sin una actitud de legítima oposición Jesús González Macías y su séquito de incondicionales, algunos de los cuales están enquistados ahora en el gobierno de Ciudad Victoria.
Muñoz Cano ha estado convenciendo a políticos, actores sociales y liderazgos de varios municipios de la entidad de que se acerquen al Verde y se afilien, para que se encarguen de ir armando una vasta red de comités que cubran el territorio tamaulipeco.
Ya el Verde dio a conocer su intención de participar solo, sin alianza con Morena, en las elecciones de 2024 en Tamaulipas. La oportunidad que están viendo Manuel y Karl Heinz Becker -el sobrino de Eugenio Hernández Flores-, es que ese partido se convierta en una opción que gane la preferencia que los electores antes daban al PRD y hasta al PRI. No va a ser fácil, pero el conocimiento de ambos de lo que es la forma de pensar y de actuar de los priístas, les puede ayudar.
ESCOTILLA
Dos veces en el mismo número de días y con diferentes actores, no son casualidad. Primero fue Héctor “Calabazo” Villegas y después el propio Américo reiteraron la advertencia de que quienes se van, tendrán que rendir cuentas del estado en que se encuentran las cosas en la administración.
Es segurísimo que a partir del 1 de octubre muchos se dirán perseguidos por ser llamados a aclarar muchas cosas.
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