Ante la crisis originada por las bajas temperaturas en Texas y el desabasto de gas, que provocó a su vez un mega apagón en el norte del país, el Presidente López Obrador pidió a la población ahorrar energía de 6 de la tarde a 11 de la noche.
Carece de sentido la idea que funcionarios como Manuel Barttlet le han vendido al Presidente, afirmando que si la gente no utiliza la electricidad en ese horario habrá posibilidades de regularizar el abasto y de evitar la suspensión a todo el país.
No es de esta forma como se va a resolver un problema que tiene que ver más con la política energética del gobierno, que con la disponibilidad de la gente.
Si la autollamada 4T no hubiera puesto trabas a la inversión privada en la generación de energías limpias, si no hubiera ese empecinamiento en politizar asuntos como ese, perdiendo de vista la realidad de las cosas, quizá no estaríamos enfrentando una situación así.
Ahora se sabe que hay una alerta en el sistema eléctrico nacional, porque Texas decidió suspender las exportaciones de gas, para darle prioridad a su población y a su industria. Es comprensible.
La falta de gas y el encarecimiento del mismo provocaron un mega apagón en el norte del país, que se extendió a 23 entidades por la incapacidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para resolver el problema de la mejor manera.
Una de las consecuencias es que ya numerosas empresas maquiladoras y armadoras automotrices también suspendieron operaciones debido a la falta de este insumo, que está afectando a diversos sectores productivos.
Ahora el Presidente insiste en su narrativa de que los problemas se deben a la corrupción del pasado, en vez de aceptar la ineficiencia de la Comisión Federal de Electricidad y la incapacidad del gobierno para anticiparse a este problema, que está costándole muy caro a los sectores productivos y ha generado un enorme malestar en millones de ciudadanos afectados por los apagones.
Pedirle a la gente que ahorre energía eléctrica con el pretexto de cuidar el medio ambiente es por lo menos, risible, si recordamos la incongruencia del propio gobierno que a través de la CFE no hace algo por cuidar el ambiente, ya que está recurriendo a los combustibles fósiles para generar energía eléctrica. La incongruencia, ya ven.
En todo caso, el Presidente mejor debería ahorrarse los comentarios y consejos.
Lo que sí debería hacer sin evadir responsabilidades, es hacer lo que siempre en su partido -tirar línea, le dicen-, para evitar que un sujeto como Félix Salgado Macedonio sea postulado por Morena a la gubernatura de Guerrero, especialmente porque pesan sobre él varias acusaciones sobre presuntas violaciones.
Pero parece que lo mejor es distraer a la gente con temas como el ahorro de energía y la falta de gas, que enfrentar responsablemente asuntos tan delicados como el apoyo presidencial a sujetos como Salgado Macedonio.
Por cierto, no se han visto, leído ni escuchado comentarios de las diputadas y senadoras de Morena, PES y demás partidos aliados de la 4T en Tamaulipas, exigiendo que Salgado Macedonio no sea postulado por el partido del Presidente, tomando en cuenta las graves acusaciones y antecedentes que hay sobre este personaje.
¿Será porque importa más proteger al correligionario que tener empatía, solidaridad y sentido de justicia con las víctimas, en este caso, mujeres también?
¿Será que algunas van a ser o quieren ser candidatas a las Alcaldías y diputaciones? ¿En dónde quedó la sororidad a la que aluden cuando se promueven políticamente?
¿Habrá alguien que se indigne y reaccione con los dichos del Presidente defendiendo a Salgado Macedonio, al expresar con enfado “Ya chole”?

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